Una interna de Topas lesiona a dos funcionarias a patadas y puñetazos
Se revolvió cuando iba a ser cacheada para verificar si llevaba sustancias prohibidas
El sindicato ACAIP-UGT denunció ayer la agresión de una interna del centro penitenciario de Topas (Salamanca) a dos funcionarias con patadas y puñetazos, golpes que causaron lesiones que precisaron de asistencia médica. Así lo expuso el secretario nacional de Acaip, Jesús Prego, incidiendo en que es un «episodio más de violencia» en un contexto de condiciones laborales de los funcionarios «muy deterioradas» y sin que históricamente Instituciones Penitenciarias «haya querido poner remedio».
La agresión se produjo a las 20 horas de martes en el módulo de aislamiento de mujeres, que en la actualidad está ocupado por una decena de internas, todas ellas de primer grado e inadaptadas a la convivencia en prisión. La protagonista del suceso, con un «historial conflictivo» , según Acaip, salía de su celda para realizar una llamada acompañada de las dos funcionarias. Y ante la sospecha de que pudiese portar sustancias prohibidas, empezaron un cacheo.
En ese momento, «sin mediar palabra» , la interna se revolvió y empezó a propinar patadas y puñetazos. A una trabajadora, le alcanzó en el rostro con el puño y a la otra en la rodilla con una patada. Las dos tuvieron que ser atendidas por los servicios médicos.
Prego recordó que hace dos semanas, el pasado 23 de abril, los funcionarios de Topas se enfrentaron a otro estallido de violencia, en este caso grupal. Se trató, en concreto, de una pelea multitudinaria entre internos en la que resultó lesionado en una mano un trabajador que fue atendido en la enfermería del Centro. El secretario de Acaip apuntó que la reyerta pudo neutralizarse, una vez más, gracias a la « pericia» y a la «profesionalidad» de la plantilla.
Por ello, incidió en otra demanda histórica del sindicato, como es lograr el reconocimiento de agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones, ya que su cotidianidad es enfrentarse a «incidentes regimentales» con alta frecuencia, así como a los ataques de presos «que suponen, a día de hoy, más de una agresión diaria».
«La situación excepcional que vivimos no hace más que incrementar una tensión ya de por sí alta, por lo que los trabajadores están mostrando un plus de implicación, trabajo y saber hacer para solventar los problemas cotidianos y los agravados por la situación para evitar, por una lado la propagación del Covid 19 en un entorno cerrado como el Centro Penitenciario de Topas y por otro los problemas regimentales que se puedan producir», recalcó Prego.
Tres años en conflicto
El dirigente de Acaip incidió en que los trabajadores de prisiones llevan «tres años en conflicto con la administración» para que se atiendan las demandas de reconocimiento de la «labor excepcional y que dote de medios materiales, humanos y jurídicos para poder realizar la misión constitucional de reeducación y reinserción con garantías».
Acaip-Ugt considera «necesario e imprescindible» que se dote de los equipos de protección individual a todos los trabajadores y no una mascarilla higiénica con una vida útil de cuatro horas «pero que Instituciones Penitenciarias pretende nos dure 3 días». «El Centro Penitenciario de Topas (780 internos) es una institución cerrada. La posible propagación de la Covid 19 en su interior podría tener gravísimas consecuencias, no solo a nivel sanitario, sino de seguridad, tanto para trabajadores e internos. De ahí la necesidad también de trabajar en medidas de prevención que eviten la entrada del virus en la prisión como son los test diagnósticos a los trabajadores de IIPP y que permitan minimizar el máximo posible los posibles riesgos de contagio», concluye Prego.