El Gobierno envía a Cataluña 212 agentes de la Comunidad pese a la carencia de efectivos

«Improvisación». Así es como califican los sindicatos de la policía y la guardia civil el envío por parte del Gobierno de más de 200 agentes de Castilla y León hacia Cataluña, en lo que da en denominar la ‘operación Copérnico’ para reforzar la seguridad ante la inminente publicación de la sentencia del ‘procés’.

Pero es que, en en el caso de la Comunidad, a esa improvisación se le añade otra circunstancia aún más grave si cabe, la de la alarmante falta de efectivos. Castilla y León cuenta con un déficit de Guardias Civiles de casi 1.000 agentes y una falta no poco menos menor de policías nacionales, tal y como acaba de reconocer recientemente el Ejecutivo central a través de la delegada del Gobierno, Mercedes Martín.

Pero eso no es óbice para que desde el Ministerio del Interior, a través de una comunicación interna, se decida enviar varios destacamentos de guardias civiles y de policías nacionales.

Según las últimas cifras a la que ha tenido acceso este periódico serán en torno a 212 los agentes, entre guardias civiles y policía nacional, que partirán ya –algunos ya lo han hecho– hacia tierras catalanas para formar parte del refuerzo de seguridad. El grueso del operativo sale de León con casi 200 guardias civiles del GRS. Tanto es así, según detallan las fuentes consultadas por EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN. que sólo un destacamento de guardia se quedará en acuartelameniento del Grupo de Reserva y Seguridad de la localidad leonesa de La Virgen del Camino.

75 de estos guardias civiles ya se partieron hacia tierras catalanas, a decir de las mismas fuentes a las que ha tenido acceso este periódico, que remarcan que conviene no olvidar que un pelotón de 24 GRS se encuentran en labores de refuerzo en Ceuta y de ahí no está previsto que regresen hasta el próximo día 21 de este mes.

Pero no sólo irán miembros del grupo antidisturbios de la Guardia Civil. También viajará, algunos ya lo han hecho o lo harán en estos días, desde las unidades de seguridad de León y de Segovia, diez de cada uno, lo que supone prácticamente dejarlas sin efectivos, ya que se trata de unidades de intervención con entre 12 y 18 agentes. En el caso de León se irán destinados a Lleida y, en el de Segovia, hacia Tarragona.

Quienes también serán enviados hacia Cataluña, concretamente a Barcelona, en palabras de las fuentes a las que ha tenido acceso este periódico, son cuarenta policías nacionales de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de Valladolid. Eso sí, en este caso remarca las fuentes consultadas que no supondrá una merma en la seguridad de la capital vallisoletana y de la Comunidad, porque estos agentes están precisamente para este tipo de acciones y no para la seguridad diaria de la ciudad.

Sea como fuere, el malestar entre los agentes por esa «improvisación» es manifiesta, entre otras cosas porque no son pocos los que se pregunta, por ejemplo, cómo se puede conciliar así la vida familiar y laboral. Malestar al que se le une el hecho de que sean ellos quienes se vean obligados a refozar la seguridad en Cataluña ante la actitud poco activa y colaborativa que se espera de los Mossos. Desde los sindicatos se preguntan para que están las polcias autonómicas, que además cobran mucho más que la Guardia Civil y la Policia Nacional.

En cualquier caso, la tensión es latente en Cataluña. Así lo evidencia el portavoz de Unión de Guardias Civiles, Javier Favorecido Troncoso, quien defiende el discurso del jefe del Instituto Armado en Cataluña, Pedro Garrido, en la celebración de la Patrona, y señala que la polémica que desató corresponde a desavenencias con los mandos de los Mossos d’Esquadra, a los que ha acusado de «dejar entrever su índole partidista», según recoge Europa Press.

«Como policía autonómica que son, dependen de la Generalitat», señala en declaraciones a los periodistas antes de participar en una reunión con el PP en su sede en Barcelona, y deja claro que la actuación de la cúpula de Mossos este miércoles, que abandonó el acto ofendida por las palabras de Garrido, demuestra que tienen una actitud partidista.

Favorecido insiste en que se trata de una polémica entre cúpulas, que no afecta a la base del trabajo policial, y remarca que la coordinación entre los cuerpos se mantendrá, a lo que ha añadido: «Pero tenemos la experiencia del 1-O, cuando los mandos que había en Mossos dieron órdenes que no estaban acorde a la cooperación policial». Desea que se mantenga la coordinación, pero dice que no depende de ellos: «A nivel de Policía Nacional y Guardia Civil la colaboración va a ser total, y entiendo que los Mossos deberían colaborar». Sobre el discurso de Garrido, ha dicho que no creen que «estuviera fuera de tono», y recalca que se pronunció en el contexto de la fiesta de la Guardia Civil. «Siento que las palabras de nuestro general hayan sentado mal», indicó.