Diario de Valladolid

La despoblación vacía las aulas de Zamora, Palencia y León una quinta parte en 20 años

Las tres provincias están a la cabeza en la pérdida de habitantes desde 1999 / Segovia y Valladolid son las únicas de la región que aumentan el número de alumnos matriculados en enseñanzas no universitarias

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Publicado por
Lúa Velasco

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Los datos saltan a la vista. El fenómeno de la despoblación en Castilla y León, entendido como la acción y efecto de despoblar, vaciar o abandonar un lugar, también se refleja en el ámbito educativo, en un nuevo curso escolar que ya han comenzado muchos estudiantes en estos días, en unas aulas más vacías que hace dos décadas.

Las provincias de Zamora, Palencia y León, seguidas de cerca por Lugo, Ourense y Cáceres, son las que experimentaron mayores descensos en el número de alumnos matriculados en enseñanzas no universitarias, –formada por Educación Infantil, Primaria, Especial, ESO, Bachillerato, Formación Profesional y otros programas formativos– desde el curso 1999-2000 y hasta el pasado 2018-2019 en el conjunto del país.

Así, Zamora perdió un 29,77%, pasando de 28.923 estudiantes en el curso 1999-2000 a 20.314 en el 2018-2019; Palencia un 23,08%, dejándose por el camino 6.699 alumnos, ya que pasó de los 29.026 a los 22.327 y León un 22%, pasando de los 76.336 a los 59.543, según información estadística referida al alumnado matriculado procedente de las Estadísticas de las Enseñanzas no universitarias elaborada y publicada por el Ministerio de Educación.

La despoblación saca de las aulas de Zamora, Palencia y León a una quinta parte de su alumnado en dos décadas. Una pérdida que llama la atención en comparación con la media nacional de alumnos matriculados, que crece un 17,85% desde el curso 1999-2000.

El resto de provincias de la Comunidad siguen la senda de Zamora, Palencia y León y tampoco están de celebración. Salamanca, a la que algunos se refieren como la mejor ciudad universitaria del país, también ha sufrido un descenso importante en el número de matrículas. La provincia perdió 8.985 estudiantes, lo que supone una bajada de un 15,93%, situándose el curso anterior en 47.403 alumnos frente a los 56.388 de hace veinte años.

La siguiente provincia de Castilla y León situada en el punto de mira, con una pérdida de un 9,90%, es Ávila. Esta vio cómo su número de matriculados descendió en 2.552 personas, pasando de 25.774 a 23.222.

Soria y Burgos son las siguientes afectadas, aunque el impacto de la despoblación en estas provincias es menor. La provincia soriana ha perdido en dos décadas 292 alumnos, pasando de 13.344 alumnos en el curso 1999-2000 a 13.052 en el pasado, un descenso de un 2,19%; una cifra muy similar a la que se ha dado en la provincia burgalesa, donde la bajada ha sido de un 2,08%. Así, esta se encontraba el año pasado con 53.650 matriculados, frente a los 54.790 de hace veinte años, una diferencia de 1.140 alumnos.

Estas son cifras que coinciden con la realidad, cifras que se corresponden con el cada vez mayor vacío existente en la comunidad de Castilla y León. La despoblación es un hecho que también se plasma en la educación.

PÉRDIDA POBLACIÓN

A la cabeza de la pérdida de habitantes, al igual que de estudiantes matriculados, se encuentra Zamora. La provincia zamorana vio como su población descendió un 15,69% desde 1999; pasó de los 204.650 residentes en ese año a los 172.539 en 2019, según los datos provisionales del padrón continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE) a 1 de enero de este año.

En segundo lugar, y solo cinco puntos por debajo, se sitúa Palencia, que ha perdido en estos veinte años 18.541 habitantes, un 10,33%. A fecha de 1 de enero de 2019, se encuentra con 160.924 habitantes, frente a los 179.465 de 1999.

El bronce en mayor pérdida de población se lo lleva León, que sigue muy de cerca a Palencia. 46.830 personas desaparecieron del censo leonés desde 1999, fecha en la que los habitantes de esta provincia superaban el medio millón, alcanzando los 506.511 habitantes. Así, esta pérdida se traduce en un descenso de un 9,24% en veinte años.

No todo podían ser descensos y pérdidas del espíritu estudiantil. Las únicas provincias de la Comunidad que se salvan de estar en números rojos son Segovia y Valladolid, dos de las también ciudades universitarias por excelencia que sí pueden gozar de un aumento de estudiantes en sus centros educativos.

Desde el curso 1999-2000 al 2018-2019, la provincia segoviana sufrió un incremento de un 1,17%, pasando de 23.061 a 23.878 y Valladolid de un 2,28%, ya que ha ganado 1.864 estudiantes en dos décadas, alcanzando los 83.493 en el anterior curso frente a los 81.629 del periodo 1999-2000.

Este ligero ascenso de alumnado se corresponde con el también aumento de habitantes que han sufrido estas dos provincias desde 1999 y hasta este año. Segovia incrementó su población en un 4,08% en dos décadas, pasando de 146.985 a 152.986 segovianos, y Valladolid en un 5,02%, viendo como su población crecía en 24.850 vallisoletanos y alcanza este año los 519.444.

LÍDERES DEL PAÍS

Estos son pequeños incrementos que no pueden compararse con la subida en el número de matriculados en otras provincias del país, las cuales han logrado incluso duplicar la cifra que tenían en el curso académico 1999-2000.

Guadalajara, seguida de las catalanas de Lleida, Girona y Tarragona, es un ejemplo de ello. La provincia castellanomanchega, situada a la cabeza de la clasificación, ha pasado de los 29.128 a los 48.006 alumnos matriculados en dos décadas.

Estas provincias se sitúan como líderes en el conjunto del país, con aumentos en el número de matriculados en enseñanzas no universitarias del 64,81%, 49,91%, 47,99% y 43,84%, respectivamente; fuertes subidas que muestran la otra cara de la moneda.

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