Las posturas de dirección y comité de Nissan, «alejadas» tras el segundo encuentro

Una vez concluida la primera de las cuatro reuniones del periodo de consultas para negociar la posible aplicación de un segundo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) a los 455 trabajadores de Nissan en Ávila, las posturas de ambas partes continuaban «aún alejadas».

Así lo reconoció la propia compañía en un escueto comunicado en el que insistía a los representantes sindicales en la «necesidad de reflexionar» sobre las propuestas para llegar a un acuerdo que «beneficie a todos los antes posible».

Tras la constitución de la mesa de negociación el pasado lunes, el encuentro de ayer sirvió para que el comité de empresa plantease varias propuestas, entre las que figuraba la garantía del 100% del salario de los trabajadores durante la aplicación de este segundo ERTE que no estaba contemplado en el Plan Industrial firmado a mediados de 2017 y de aplicación entre octubre de este año y marzo de 2020. De esta manera, la representación sindical ponía negro sobre blanco el rechazo expresado ya el lunes al anuncio según el cual la multinacional, por primera vez en sus centros de España, no incluía un complemento salarial durante el periodo de aplicación del ERTE, lo que supondría que los trabajadores percibirían el 70% del sueldo. Tras dejar claro su rotundo rechazo a cualquier acuerdo que no incluya un complemento salarial por parte de la compañía, el comité también propuso que cada trabajador reciba por parte de la empresa una compensación económica de 1.400 euros, debido al «incumplimiento del acuerdo» firmado hace algo más de dos años y en el que no se contemplaba este segundo ERTE.

Un ERTE que contempla condiciones distintas al ya negociado y pactado entre el 1 de abril del próximo año y el 31 de diciembre de 2023, que sí incluye, entre otras cosas, el complemento salarial por parte de Nissan, hasta llegar al 100% del salario. Por ello, la representación sindical propuso ayer que ambos expedientes «se enlacen» de manera que se convierta en «uno solo» y con las mismas condiciones, ya que «no tiene sentido» negociar dos ERTE distintos, según explicó ayer a este periódico el presidente del comité de empresa, Felipe González.

Además de estas medidas, los representantes de los empleados pusieron sobre la mesa un plan de bajas incentivadas y prejubilaciones, en previsión de que se pueda producir en un momento dado del proceso un «excedente de plantilla». Igualmente, se propuso una cláusula de garantía por desempleo, para evitar que algún trabajador pueda «quedar al descubierto» una vez agotada la prestación por desempleo. Igualmente, se planteó la posibilidad de agotar todas las medidas de flexibilidad.

Tras escuchar estas propuestas, la dirección reconoció que las posturas de ambas partes se encuentran «aún alejadas», si bien sus responsables se mostraron dispuestos a seguir negociando, aludiendo a la necesidad de «reflexionar» sobre los planteamientos realizados por el comité para alcanzar «cuanto antes» un acuerdo que «beneficie a todos».

Para Felipe González, la postura de Nissan resulta «sorprendente» por no haber realizado «ningún movimiento, ni postura de acercamiento» hacia los representantes sindicales. «Si tanto interés dice tener para el acuerdo… con esta postura inmovilista parece difícil alcanzarlo», señaló González.Tras este reunión, la segunda del periodo de consulta será el día 25. Después quedarán dos más. Esta situación se enmarca dentro del proceso de transformación de una planta que durante seis décadas fabricó vehículos industriales y desde el pasado día 9 avanza hacia la conversión en un centro de fabricación y distribución de piezas de recambio para la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi en Europa, con algo más de la mitad plantilla trabajando.