Menos turistas y con la cartera más vacía

Castilla y León es un ‘imán’ para los turistas y continúa siendo el cuarto destino predilecto de los viajeros nacionales, por detrás de Andalucía, Cataluña y Valencia. Hasta tal punto es su importancia que durante el primer trimestre el 8,8% de todos los viajes que realizaron los españoles tuvo como meta deleitarse con el patrimonio, gastronomía o naturaleza de la Comunidad. Sin embargo, este poder de atracción pierde fuelle.

No solo fue la segunda autonomía que más contrajo durante el primer trimestre del año el número de viajes de cobijó –un 9,6% en relación al ejercicio anterior–, sino que fue también la segunda que asistió a una disminución en el volumen de pernoctaciones de españoles, del 15%. Y lo que es más, se consolidó como un destino cada vez más ‘low cost’.

La encuesta de Turismo de Residentes, dada ayer a conocer por el Instituto Nacional de Estadística, evidencia que quienes visitan la Comunidad lo hacen con los bolsillos más vacíos que cuando acuden a otros rincones españoles. Cada vez más, lo que a la postre se traduce en la cuenta de resultados globales.

Gastaron en su conjunto 422.951 euros en tres meses. Esa cifra representa una caída de prácticamente el 12% del gasto y retoma las cuantías recaudadas entre enero y marzo de 2016. Esa rebaja le hizo perder incluso una posición en el ranking nacional hasta colocarse como la quinta autonomía que más ingresó por la vía turística. Esa merma contrasta con la subida del 4,4% experimentada a nivel nacional. Nada que ver con el incremento del 22,4% observado por Castilla-La Mancha.

A la rebaja en el número de viajes recibidos y de pernoctaciones se unió que cada visitante que llegó a Castilla y León aflojó la cartera con menos alegría que un año antes. Tan solo desembolsaron 114,4 euros cada uno en sus apenas 2,7 días de estancia media. Eso hizo que la Comunidad figure como la segunda autonomía donde los viajeros menos se rascan la carera. Exclusivamente aquellos que eligieron Castilla-La Mancha y Extremadura lo hicieron dispuestos a gastarse menos euros.

La cifra dejada en Castilla y León fue un 57% inferior a la gastada en el conjunto de España. Traducido a euros significa 85 euros menos que en el global del país.

Según la estadística, el presupuesto de un viajero que pasea por la Comunidad no alcanzó durante el primer trimestre del año los 42,5 euros por día y viajero. Nada que ver con los 64 euros que soltaron los españoles cuando recorrieron otras autonomías, y mucho menos con esos 81 euros que destinaron al día los que recalaron en la capital de España.

Una de las razones que podría explicar por qué a los viajeros que desembarcan en Castilla y León les cuesta más dejar sus euros es porque, en gran medida, pernoctan en casas de familiares, amigos o en sus propias propiedades. Este modelo triunfa, con creces, frente a los alojamientos llamados en la estadística ‘de mercado’. Y lo hace con más fuerza que en España.

De hecho, el 75% de los casi diez millones de pernoctaciones que generaron los turistas en la Comunidad se realizaron en casas de particulares, es decir sin mediar dinero de por medio, frente al 25% que escogió un establecimiento hotelero.

Los que durmieron en posadas, casas rurales, hoteles, hostales o pensiones se gastaron al día en Castilla y León más de 82 euros, frente a los 29,6 euros de aquellos que fueron a visitar a un familiar o amigo.

A diferencia de lo que sucede a nivel nacional, fueron más los españoles que se lanzaron a conocer Castilla y León que los castellanos y leoneses que optaron por hacer turismo en su propia tierra. De los 3,6 millones de viajes registrados, un 62% correspondía a españoles llegados a Castilla y León, por 1,4 millones de viajes hechos por ciudadanos de ‘casa’.

LOS CASTELLANOS Y LEONESES, LOS SEGUNDOS ESPAÑOLES MÁS VIAJEROS

Los castellanos y leoneses son, tras los aragoneses, los españoles más proclives a iniciar un viaje, si descontamos el efecto población. La estadística sobre turismo entre los residentes pone de relieve que sus ciudadanos protagonizaron 1.060 viajes por cada 1.000 habitantes, que es tanto como decir que cada uno de los castellanos y leoneses que residen en la Comunidad emprendió al menos un viaje durante el primer semestre del año, y alguno repitió.

En conjunto, contabilizaron 2.595.502 salidas. Esta cifra, no obstante, representa un 3,2% menos que los realizados entre enero y marzo de 2018. Del mismo modo, aminoraron en un 1,2% el volumen de pernoctaciones totales. Eso no quitó que los castellanos y leoneses sigan siendo generosos en los gastos que realizan cuando salen fuera de casa, más incluso que anteriormente. Cada uno de ellos sacó de su bolsillo 187,82 euros –casi un 5% más que en 2018–. Eso quiere decir un gasto por día de 63,41 euros, muy parecido a la media nacional. Sus escapadas tuvieron una duración media de 2,96 días.