La pobreza crece tras tres años de caída y sacude al 16% de la población

La pobreza crece en medio de la recuperación económica y lo hace tras tres años consecutivos de descenso porque las desigualdades entre comunidades aumentan. El 16,1% de los 2.408.83 castellanos y leoneses ganan menos de 8.871 euros, que es el listón donde el Instituto Nacional de Estadística ha puesto el umbral de la pobreza. En conjunto son 387.700 castellanos y leoneses.

La Encuesta de Condiciones de Vida sitúa a Castilla y León con menos población pobre que la media de las comunidades. Nueve autonomías tienen más porcentaje de pobres, seis están por debajo y Madrid empata con la región.

La población en riesgo de pobreza es un indicador relativo que mide desigualdad y no pobreza absoluta. Son los que obtienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población. El 21,5% de la población española está por debajo del umbral de la pobreza, 5,4 puntos más que Castilla y León. La tasa de riesgo de pobreza bajó una décima en el conjunto de España y aumentó siete décimas en la Comunidad autónoma.

El País Vasco (8,6%) desplaza a Navarra (8,9%) como la comunidad con menos pobres de España. Junto a ellas, la pobreza castiga a menos población en Cataluña (13,6%), Asturias (14%), Aragón (14,2%) y Baleares (15,4%). La comunidad con mayor pobreza sigue siendo un año más Extremadura (37,6%). En el último año, Baleares ha sido la región con mayor desplome en el porcentaje de pobres y Murcia la de mayor repunte de ciudadanos con grandes carencias.

Las personas con algún tipo de dificultad para llegar a fin de mes aumentaron en 2018 en Castilla y León y sólo disminuyeron aquellas «con mucha dificultad». Representaron en conjunto el 43,1% del total, cuatro puntos más que hace un año.

Castilla y León retrocede del segundo al tercer lugar en el ranking con menor pobreza severa de España, detrás de Aragón (1,2%) y Galicia (1,6%). Representan el 1,9% de la población regional, 45.700, frente a los 24.000 de hace un año. Conforman este ‘ejército’ de pobres los que sufren carencias en cuatro de los nueve indicadores básicos para tener unas condiciones de vida dignas. La cifra casi se duplica respecto al año pasado.

VACACIONES . Hay factores que han contribuido a empeorar las condiciones de vida de la población de Castilla y León y otros que siguen en niveles muy elevados de carencias como para llevar una vida digna. Es el caso de la cuarta parte de la población regional que no puede permitirse ni una semana de vacaciones al año (25,6% en 2018 frente al 26% de 2017). La subida de la factura eléctrica llevó al 5,2% de castellanos y leoneses a no poder calentar su vivienda a una temperatura adecuada, un porcentaje que se ha más que multiplicado por dos en un año. Casi el 24% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos y cerca de un 3% no tuvo más remedio el año pasado que retrasar el pago de gastos relacionados con la vivienda (hipotecas, alquileres, recibo de gas o de comunidad).

Es la foto de la pobreza tras el cuarto año de recuperación en términos macroeconómicos. La Comisión Europea establece la llamada tasa Arope para medir la pobreza y la exclusión social. Una persona está en situación’Arope’ si al menos cumple uno de los tres siguientes criterios: estar en riesgo de pobreza, estar en privación material severa o vivir en un hogar con baja intensidad de trabajo de sus miembros. Según este criterio, el 19,5% de los castellanos y leoneses, casi uno de cada cinco, estaría en situación de pobreza o exclusión social, 1,1 puntos por encima de 2017 y 6,6 por debajo de la media nacional.

Este indicador de vulnerabilidad también ha repuntado en 2018, aunque en toda la crisis ha estado por encima del 20% y llegó a subir en 2014 al 26,1%.

EMPLEO. La pobreza derivada de la baja intensidad en el empleo es menor en la Comunidad que en el conjunto del país. En un 8,8% de los hogares de la región sus miembros en edad de trabajar lo hicieron por debajo del 20% de su potencial. Son dos puntos menos que la media y en 2018 disminuyeron en cuatro décimas.

INGRESOS. En este contexto, los ingresos medios por persona en Castilla y León aumentaron un 6,3% el año pasado hasta los 11.949 euros anuales. Es la mayor subida del país, aunque este repunte, que casi duplica la media regional, no sirvió para rebajar las tasas de pobreza de la Comunidad. País Vasco, Navarra y Madrid lideran el volumen de ingresos y Extremadura registra la menor renta. Un vasco ‘cobra’ un 23,2% más que un ciudadano medio de Castilla y León y un 73% por encima de un extremeño.

De acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida, los ingresos medios de los castellanos y leoneses han subido casi un 14% en diez años, cuando este incremento ha sido del 6% en el conjunto del país.