La Comunidad crece al 2,6 con lastres en agricultura, energía y exportación

La economía de la Comunidad va bien, pero algunas incertidumbres amenazan el futuro inmediato. El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) entre enero y marzo se situó en el 2,6%, una décima más que el trimestre anterior y una décima menos que la media de 2018. Todos los sectores crecen a buen ritmo salvo el primario, perjudicado por el mal año climatológico. Los números en el secundario y terciario son positivos salvo en las ramas energéticas –a la baja por el paulatino cierre de las centrales térmicas–, y la aportación negativa del sector exterior, que se resiente a causa de una reconversión en curso, en la automoción, que está adaptando sus motores a la eficiencia energética y la sostenibilidad.

En cuanto a las incertidumbres a futuro, la «guerra EEUU-China y EEUU-México», y «la falta de solución del Brexit», son algunas de las que podrían influir en un estancamiento de la economía, pero sobre todo la desaceleración de la máquina alemana y la del entorno de la Unión Europea, que influirán de forma decisiva en España.

Ese es, en resumen, el mensaje que dio ayer la consejera de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León, Pilar del Olmo, durante la exposición de la contabilidad regional del primer trimestre de 2019, en la que fue su última rueda de prensa en el cargo.

Una comparecencia en la que llamó a la calma y la prudencia respecto a la anunciada fusión de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi con Fíat. «Hemos hablado con representantes de la Alianza y nos han asegurado que no hay motivos para la intranquilidad», aseguró la consejera. «Es más, apuntan a que podría tratarse de una oportunidad para crear nuevos puestos de trabajo».

En cuanto a las previsiones de crecimiento a futuro, Del Olmo estimó, de forma no oficial –el Ejecutivo autonómico no fijó estimación al no elaborar presupuestos–, que el crecimiento del año podría situarse en un 2,2 a 2,4%.

En números contantes y sonantes, el Valor Agregado Bruto (VAB) del sector primario de Castilla y León anotó en el primer trimestre una variación interanual del -2,6% (12,2% en el periodo anterior), ante el decrecimiento de la producción agrícola y la desaceleración de la ganadera.

El VAB de la industria creció el 1%, tasa superior a la observada en el periodo anterior (-0,1%) gracias al mayor aumento de las ramas manufactureras. Las ramas energéticas descendieron el 18,5% interanual, más que en el trimestre anterior (-10,5%) debido a la mayor contracción del suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado. Por su parte, las ramas manufactureras se aceleraron del 1,1% al 3,3%, donde la mayor parte de ellas registraron un mejor comportamiento, incluida la industria alimentaria.

El sector de la construcción creció el 3,4%, ligeramente superior al periodo precedente (3,3%). Se observa una actividad más dinámica en la edificación no residencial.

Por último, el VAB del conjunto del sector servicios observó en este primer trimestre un aumento superior al del periodo anterior (3,3% y 2,7%, respectivamente), al registrarse una aceleración en sus dos componentes. El sector exterior presentó una aportación negativa de 0,6% al crecimiento del PIB, frente a la positiva del periodo anterior (0,1).

El empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, refleja un crecimiento interanual del 1,2% en este primer trimestre (2,8% en el anterior trimestre), con un mayor incremento en el empleo del sector servicios.

La ‘tarta’ de la economía regional en este trimestre asignó una porción del 68,9% al sector Servicios; le siguió la Industria, con un 19,9%; después la Construcción, con el 6,7% y la Agricultura, con el 4,5%.