Diario de Valladolid

PSOE, PP y Podemos coinciden en la necesidad de reformar la Constitución pero no en los tiempos

Óscar Puente, Jesús Julio Carnero y Pablo Fernández afirman que es preciso que exista una «concordia» y un consenso como en 1978 / Reconocen que necesita «una adaptación, una reforma» que dé respuesta a la realidad de 2018 y a los retos actuales

Pablo Lago, Óscar Puente, Jesús Julio Carnero y Pablo Fernández, en un momento del Club de Prensa de EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN sobre los 40 años de la Constitución.-J. M. LOSTAU

Pablo Lago, Óscar Puente, Jesús Julio Carnero y Pablo Fernández, en un momento del Club de Prensa de EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN sobre los 40 años de la Constitución.-J. M. LOSTAU

Publicado por
Mar Peláez

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La Constitución de 1978 «fue, es y será un lugar de encuentro», aportó el proceso «más pacífico y próspero» del país y continúa siendo el «armazón básico» de las reglas de juego de España. En plena resaca por los resultados de las elecciones andaluzas, Jesús Julio Carnero (PP), Óscar Puente (PSOE) y Pablo Fernández (Podemos) lograron olvidar sus diferencias políticas por un instante y realizaron una loa sin tapujos al texto constitucional.

Todos coincidieron, sin embargo, en que 40 años después requiere «una adaptación, una reforma» para que dé respuesta a la realidad de 2018 y a los retos actuales; muy distintos a los que se plantearon los «padres» de la Carta Magna.

«Hay que perder el miedo a hablar de una reforma», sostuvo el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero. «No sería dramático hace alguna actualización», añadió el alcalde de Valladolid, Óscar Puente. «Reformarla es de sentido común», apostilló el secretario autonómico de Podemos, Pablo Fernández.

Esa coincidencia se deshizo, sin embargo, al hablar de tiempos. Y es que para abordarla se requiere «un escenario de acuerdos» y «recuperar aquel espíritu de concordia»; la palabra ayer más repetida durante las intervenciones en el Club de Prensa de EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN sobre los 40 años de la Constitución.

Para Carnero, el momento actual se le «antoja imposible». Y es que, a su juicio, no se dan las circunstancias de concordia necesarias para plantear una reforma, en referencia a la «cuestión catalana y al desafío independentista».

«Solo si hay consenso seremos capaces de actualizar la del 78», afirmó. Pese a esta dificultad, se mostró partidario de «buscar los lugares de encuentro». Y es que, como añadió, «si los españoles que salían de una dictadura de 40 años fueron capaces entonces de aunar posiciones, ¿no vamos a ser capaces ahora?».

En la misma línea, Puente afirmó que lograr actualmente el consenso necesario para afrontar la reforma de la Constitución resulta «harto difícil de conseguir». Lo es, según lamentó, porque «la política española se encuentra instalada en «una pelea de máximos –o todo o nada–».

Aunque el momento, a su juicio, no es el idóneo, sí remarcó que eso no significa que no se deba abrir el debate y poner sobre la mesa reflexiones sobre una Constitución que, en su opinión, «hoy no gozaría del consenso de hace 40 años».

Por ello, apeló a la búsqueda entre todos de «un mínimo denominador común», como el que buscaron en 1978, y que éste no sea impuesto por la mayoría salida de las urnas sino «consensuado». Sobre la cuestión catalana, destacó que ese problema «no se va a solucionar solo» y que quizás la reforma constitucional puede ser «parte de la solución a la cuestión territorial», aunque matizó: «no tengo la certeza».

El único partido, de los tres que ayer compartieron foro de reflexión sobre el presente y futuro de la Carta Magna, que sí ve el momento oportuno de abrir el melón de la Constitución fue Podemos, ya que reconoció que el «problema catalán se ha enquistado».

«Lo que nos une a los españoles es más de lo que nos separa», apuntó su máximo representante en Castilla y León, para quien España «cuenta con una democracia fortalecida y el pueblo español ha alcanzado su mayoría de edad democrática» como para plantearse una reforma.

Debe ser el pueblo, a su juicio, el que se pronuncie sobre la reforma de un texto en el que «no solo haya padres, sino muchas madres de la Constitución».

Todos parecían ayer dispuestos a buscar esos puntos en común. El Senado acaparó el máximo consenso. PP, PSOE y Podemos se mostraron partidarios de reformarlo para conseguir que abandone su «papel desvirtuado» y se convierta en una «verdadera cámara territorial, en el que tenga cabida la representación autonómica, pero también la local.

El presidente de la Diputación y también presidente del PP de Valladolid abogó porque se elimine la prevalencia del hombre y la mujer en la sucesión monárquica, porque se incluya una referencia expresa a las personas con discapacidad y una alusión a que España es socio de la Unión Europea. Y dejó caer la necesidad de que se incluya la financiación local, «la hermana pobre» frente a la «hermana rica» de la autonómica.

El alcalde vallisoletano pidió que el texto reformado diera respuesta a las cuestiones territoriales, y que incluyera cuestiones sociales, como el blindaje de derechos, tales como la vivienda o la sanidad.

Del mismo modo, el también portavoz de Podemos en las Cortes añadió a la reforma necesaria del Senado, convertido en «cementerio de elefantes», el blindaje de derechos sociales, una reforma electoral, que no «esté hecha para los partidos mayoritarios», y una regeneración democrática que se centre en la «eliminación de los aforamientos», a lo que Carnero dijo que adelante. Otro punto de discordia que se planteó ayer en el foro de debate fue el papel que debe jugar la monarquía. Carnero se cerró en que el modelo en España no puede ser otro que la monarquía parlamentaria, en la medida en que, a su juicio, da estabilidad y equilibrio.

No lo ve así Fernández, quien, pese a destacar el papel de Don Juan Carlos en la transición y en el asentamiento de la democracia, subrayó que lo que «da estabilidad no es un rey, sino la madurez democrática de los españoles». Por eso, dijo que no hay que tener miedo a dar la palabra al pueblo español» y que sea él quien elija si desea monarquía o república.

Puente, más cercano a Carnero, subrayó que «hoy no existe un consenso en España para sustituir un modelo por otro» y añadió sentirse muy molesto porque exista en la calle una confrontación entre democracia y monarquía.

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