El TSJ tumba un macroparque eólico por el impacto ambiental

El proceso de autorización del parque eólico de Peña del Gato quedó invalidado con la última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Esta decisión da la razón a SEO/BirdLife quien lleva años alegando deficiencias en el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental de los parques eólicos del nudo Villameca. Desde la organización, el responsable del programa de conservación de espacios, Octavio Infante, expresó su satisfacción respecto a esta resolución y aseguró que esperan que para finales de año suceda lo mismo con los otros dos parques del nudo eólico, puesto que sus condiciones son muy similares.

Ante la invalidación, la empresa Energías Especiales del Alto Ulla, promotora eléctrica responsable del parque eólico de Peña de Gato, debe empezar de cero con la evaluación ambiental, puesto que la sentencia les impiden adaptar las declaraciones de impacto ambiental, como estuvieron haciendo hasta ahora. «Modificar las declaraciones es desvirtuar la finalidad del procedimiento de evaluación de impacto ambiental. Por ello, consideramos que el proceso ambiental debe reiniciarse y el Tribunal Superior de Justicia coincidió con nosotros», declaró Infante

El Tribunal Superior de Justicia dictó esta sentencia en base a la ya dada el 30 de septiembre del 2013 sobre este mismo asunto y declaró sobre la nueva autorización de Peña del Gato: «no solo va en contra de lo resuelto en la Sentencia al privarla de su efecto útil, sino que además ha sido dictada con la finalidad de eludir su cumplimiento, ya que, en resoluciones anteriores, se descartó cualquier posibilidad de subsanación».

«Existían diferentes proyectos de parques eólicos, nos dimos cuenta de que por separado no tenían impacto ambiental, pero que al poner múltiples parques en un mismo lugar era necesario que se evaluará como un conjunto, porque si existe un impacto ambiental», explicó Octavio Infante. El nudo eólico de Villameca está formado por 22 parques, que suponen más de 75 kilómetros de tendidos de alta tensión, de lo cuales once fueron anulados tras ser recurridas sus autorizaciones y ocho de ellos no llegaron a ser autorizados. Tras esta sentencia, los dos parques que quedan abiertos con autorización son La Espina y Valdesamario, «el procedimiento de los otros dos parques eólicos es muy similar al de Peña de Gato, por lo que sin duda creemos que el resultado será de nuevo el mismo en estos dos casos», afirmó. Además, esperan que ambas sentencias estén antes de que finalice este año.

Urogallo

El principal afectado de la presencia de estas instalaciones es el urogallo cantábrico, una especie que se encuentra en una «situación crítica», debido a un continuado declive poblacional.

Los últimos ejemplares únicamente sobreviven al sur de Asturias y en el norte de Castilla y León. Las últimas cifras oficiales indican que en 2005 solo quedaban en León 165 ejemplares adultos. «A pesar de ello la administración sigue intentando legalizar los parques a pesar de los diferentes autos y teniendo en cuenta que estas instalaciones están expresamente prohibidas en el plan de recuperación del urogallo», se quejó Octavio Infante.

El 27 de enero del año pasado apareció muerta una hembra urogallo en el parque eólico de Folgoso de la Ribera. La autopsia realizada al animal demostró que su muerte se debía a la colisión con uno de los generadores de las instalaciones.

Este hecho fue desconocido durante cinco meses. Una vez se supo fue una clara evidencia del efecto negativo que tenían estas instalaciones para la supervivencia de la especie en peligro de extinción en la zona, debido a la pérdida de una importante superficie de hábitat disponible.