La Fiscalía pide 19 años y medio de cárcel para el joven que mató a una anciana
La defensa se adhiere tras una rebaja en la solicitud y la acusación particular mantiene la petición de 23 años
El acusado entra a los juzgados.-ICAL
El juicio que celebró ayer la Audiencia Provincial de León y acogerá hoy por el asesinato de una anciana de 90 años cometido en noviembre de 2014 por un joven de 20 quedó ayer visto para sentencia tras completarse el turno de testimonios y la presentación de las correspondientes conclusiones por las partes.
La Fiscalía rebajó su planteamiento inicial y teniendo en cuenta tanto el arrepentimiento como la colaboración mostrada por el acusado, quien reconoció la autoría desde pocas horas después del suceso, dejó su petición en 17 años de cárcel por el delito de asesinado y dos años y seis meses por el de robo con violencia en grado de tentativa.
La defensa, que en un principio solicitó la libre absolución de su representado si se aplicaba la circunstancia eximente de consumo de drogas y alcohol, se adhirió finalmente a la propuesta de la fiscal.
Por su parte, el letrado que ejerció la acusación particular mantuvo su petición de 20 años de prisión por el asesinato y tres por la tentativa del robo con violencia, informa Ical.
El autor confeso del crimen, Alejandro M. pidió antes de ayer disculpas a la familia de la víctima, María Ascensión Prado, y declaró que actuó después de haber mezclado la medicación antidepresiva que tomaba con drogas y alcohol.
La fallecida presentaba varios golpes en la cabeza, que le habría propinado con un objeto que en principio declaró que era de madera pero luego dijo que podría tratarse de una linterna que apareció en el lugar.
Para acceder a la vivienda el acusado tuvo que saltar dos muros, uno de bloques y otro de ladrillos y rompió una ventana de la casa para poder entrar.
Alejandro M. recalcó que no recuerda con qué la golpeó y si quemó la cama –supuesto punto de origen del fuego– o si abrió las llaves del gas, que un familiar de la víctima encontró abiertas al llegar al domicilio.
La hermana del acusado fue la que horas después del suceso llamó a la Guardia Civil para que acudiera a su casa, donde acompañado de su madre, confesó haber matado a María y fue detenido.