Ruiz: «Bruselas nos decía que las cajas debían desaparecer y convertirse en bancos»

Causas superpuestas con un modelo que les impedía, a diferencia de los bancos, ampliar capital. Bruselas las consideraba «anacrónicas» y les dijo que «debían desaparecer». Una legislación dura que les obligaba a aumentar las provisiones. Todo ello en un contexto de una «gran crisis negada por el Gobierno». Mezclen todo eso y tendrán la explicación que ayer dio en las Cortes Santiago Ruiz, el que fuera director general de Cajacírculo entre diciembre de 2001 y diciembre de 2011.

Aunque intentó ser muy cauto, seguramente se le escapó algo que siempre estuvo en boca de los ejecutivos de las cajas pero casi lo dijo en público: «Bruselas nos decía que las cajas debían desaparecer y convertirse en bancos porque había un riesgo sistémico». ¿Quién le transmitió esta orden de la Comisión Europea? Ruiz guardó silencio a preguntas de Pablo Fernández (Podemos). Eso sí , el anónimo interlocutor del ex director de Cajacírculo les dijo que eran modelos «anacrónicos» y que tenían que convertirse en bancos. Dicho y hecho. Y eso que, según Ruiz, Círculo tenían una buena situación financiera que fue deteriorándose a partir de 2010

Lo que sí dijo es que la causa de la desaparición de las cajas «fue la gran crisis, negada por los gobiernos de ese momento, que los bancos sorteaban porque podían ampliar capital». En ningún momento recibió avisos del Banco de España sobre riesgos de su entidad, si bien les aconsejaba «prudencia» en los créditos al sector inmobiliario.

Cajacírculo fue la primera entidad en rechazar la fusión fría de las seis entidades de la región propuesta por la Junta y apoyada por el PSOE. «No nos beneficiaba en nada y nos podía perjudicar», dijo, sin aludir expresamente al supuesto peor estado del resto. ¿Y por qué dijeron «no» a la fusión regional y dos años después se integran en un modelo similar con Caja Badajoz y la CAI? «Porque el deterioro de la economía fue tremendo, había menos garantías de futuro y teníamos que reforzarnos». Optaron por este grupo porque «el resto» les «imponían sus reglas» y su cuota de «participación».

El exdirector de Cajacírculo reconoció que Caja Burgos les propuso la fusión en su día y la rechazaron porque «tenían clientes comunes del sector inmobiliario» y los analistas predicen que se pierde un 20% cuando se fusionan dos de la misma zona, porque juntos «incrementaban el riesgo» y por lo tanto las dotaciones, y porque las empresas siempre buscan una segunda entidad. Ruiz reveló que algunas veces discrepó del consejo de administración, pero subrayó que «era muy disciplinado y aceptaba las decisiones que tomaban».

Lo que sí dejó claro es que su entidad era más independiente de los políticos que otras. Sobre todo, porque la entidad estaba controlada por el Círculo Católico y la presencia política era menor. Sobre sus ingresos desveló que entre 2001 y 2005 no tuvo contrato de alta dirección y su sueldo era menor porque se regía por el convenio. «Esto era irregular pero nunca reclamé nada». En 2005 le hicieron un contrato del alta dirección, cuya cuantía no precisó ni los parlamentarios le preguntaron. Ruiz presumió de haber renunciado a parte de su jubilación, que pidió fuera ingresada en la Caja.

Sobre sus relaciones con la Junta, aseguró que nunca le presionaron para apoyar la fusión fría. «Nunca hubo una presión, nunca hubo amenazas. Se nos dio libertad», precisó.