Tráfico reclama medidas para frenar la escalada de la población de corzos
Los accidentes por irrupción de fauna en la calzada se incrementaron un 20% el año pasado, hasta los 2.367, y casi siete de cada diez, 1.639, fueron causados por este animal
Tráfico insta a las administraciones competentes a tomar las medidas que sean oportunas para contener la población de corzos. La escalada del censo de este cérvido se traduce en un récord de siniestros por irrupción de fauna en la calzada que consolida a Burgos como la provincia con mayor número de accidentes de este tipo. Solo en el último año el dato se elevó más de un 20%, pasando de los 1.945 en total en 2016 a los 2.367 del año pasado. De ellos, 1.639, es decir, casi siete de cada diez, tuvieron a un corzo como protagonista.
Así, tanto el subdelegado del Gobierno en Burgos, Roberto Saiz, como el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, consideraron que urge frenar el auge desmesurado de esta cabaña «a través de planes cinegéticos adecuados a cada coto». Sin perjuicio, añadía Saiz, de que «se exploren otras soluciones complementarias», tales como el vallado en aquellos puntos en los que sea posible la colocación de barreras «por la propia naturaleza de la vía» o la mejora de la iluminación, «extremo en el que llevamos años trabajando» sin que, sin embargo y a tenor de la estadística, sea el remedio definitivo para un problema que en 2017 ocasionaba 18 accidentes con víctimas, las mismas que el año anterior, mientras que en el resto de los casos las consecuencias se ‘limitaban’ a daños materiales.
Los incidentes con animales motivan el 68% de las intervenciones de la Guardia Civil en carreteras de la provincia de todo tipo. Si bien la mayor parte de los siniestros registrados en el último año tenían lugar en vías de la Junta de Castilla y León, hasta el 45% del total y ocho de ellos con víctimas. El 38% se produjeron en carreteras del Estado, con otras ocho víctimas; mientras que los restantes se reparten entre un 14% en tramos titularidad de Diputación y apenas un 1% en vías municipales, con una víctima respectivamente.
Tras el corzo, principal culpable de estos siniestros, figura en la estadística, aunque a distancia notable, el jabalí, implicado en 509 el año pasado. Sin embargo, pese a la diferencia ambos provocaban los mismos siniestros con víctimas, seis en cada caso. Los 219 ‘choques’ restantes se distribuyen entre hasta 16 animales distintos: 60 protagonizados por perros, 29 a causa de zorros, 17 por aves, 16 por ciervos, 15 motivados por tejones y una decena por liebres.
Por meses, según los datos facilitados ayer por la Subdelegación del Gobierno el mayor número de accidentes se concentró en julio y noviembre, «como en años anteriores».