Trece viajeros del autobús accidentado en Burgos continúan hospitalizados

El aparatoso vuelco de un autobús en la tarde del domingo en la autovía A-1 a la altura de Quintanilla de la Mata, a escasos kilómetros de Lerma (Burgos), arrojó finalmente un balance de heridos bastante peor del que a priori confirmaba el Servicio de Emergencias del 112 una vez finalizados todos los traslados a los centros hospitalarios de Burgos y Aranda de Duero.

En principio, de la veintena de víctimas del siniestro que requirieron asistencia médica, tan solo se tenía constancia de una persona en estado grave por un traumatismo severo. Sin embargo, el parte emitido por el gerente del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) en la mañana de ayer hacía referencia a 11 pacientes «con pronóstico grave», uno de ellos «muy grave», aunque su vida no corre peligro, según fuentes hospitalarias.

Los heridos presentan diagnósticos dispares. De los que se encuentran en estado de gravedad, cinco permanecen en camas de observación de Urgencias, cuatro en el área de Neurocirugía y uno en Traumatología. Por su parte, el pasajero que peor suerte corrió tras el accidente continuaba, al cierre de esta edición, en la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI). En cuanto al resto, fuentes hospitalarias confirmaron la tramitación de 10 altas tras su pertinente «valoración médica y seguimiento ambulatorio».

El parte del hospital Santos Reyes de Aranda de Duero, donde fueron trasladados cuatro de los heridos, dejaba un panorama algo más esperanzador. Y es que después de dar el alta a dos de ellos, fuentes del centro precisaron que una de las víctimas presenta una «fractura vertebral», aunque se prevé «darle de alta mañana». Entretanto, el segundo paciente que aún sigue ingresado padece un «hematoma en el muslo y un traumatismo craneoencefálico leve», por lo que deberá permanecer en observación.

A la espera de conocer cómo evolucionan los pacientes ingresados, especialmente el que reviste mayor gravedad, conviene tener en cuenta la ‘suerte’ que corrieron los 56 pasajeros del coche de línea que cubría la ruta desde Madrid hasta Pamplona con parada en Logroño. La primera hipótesis que baraja la Guardia Civil es una posible «distracción» del chófer por causas desconocidas. En cualquier caso, los agentes corroboraron en el lugar de los hechos sendos negativos en las pruebas de alcoholemia y consumo de drogas.

Al margen de las causas que provocaron la salida de vía de este coche de línea en el kilómetro 198 de la A-1, lo que sí se sabe es que los viajeros apenas tuvieron tiempo de reaccionar antes del impacto. Según relataba a este periódico una pareja de jóvenes que se dirigía a Logroño, apenas transcurrieron unos segundos desde la «vibración» del autocar hasta el vuelco. A continuación, una vez superada la conmoción inicial, los pasajeros que resultaron ilesos se afanaron en socorrer a los que estaban «más graves» y sacarles del vehículo. El conductor del autobús dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas.

El presidente del Gobierno riojano, José Ignacio Ceniceros, lamentaba ayer el accidente del autobús, al tiempo que ha destacado que por lo menos «nadie perdió la vida», informa Europa Press. Ceniceros se refirió a este asunto, preguntado por los periodistas, tras el acto de inauguración del ‘Espacio Empresas Logroño’ de Ibercaja. El jefe del Ejecutivo riojano apuntó que ayer habló con autoridades de Castilla y León y con el gerente de la compañía de autobuses, José Ignacio Jiménez, que no le pudieron dar más datos de cómo se habían producido los hechos, pero si que la mayoría de los viajeros eran riojanos.