Denegada la libertad provisional para la policía local imputada por el crimen de Isabel Carrasco

La jueza que instruye el caso de la muerte a tiros de la que fuera presidenta de la Diputación y del PP de León, Isabel Carrasco, ocurrida el pasado 12 de mayo, comunicó este martes su decisión de no conceder la puesta en libertad solicitada por el letrado que representa a la agente de la policía local de la capital leonesa Raquel Gago, una de las tres mujeres que permanecen en prisión por el caso.

La magistrada mantiene así a Gago en prisión comunicada y sin fianza y desatiende el requerimiento del abogado de la policía, que pretendía que su representada pudiera pasar ya las fiestas navideñas en casa. Entre los argumentos que esgrime la jueza están las incoherencias existentes entre las declaraciones hechas por la mujer y los testimonios de personas que compartieron con ella las horas siguientes a la comisión del crimen.

Cabe recordar que la agente esperó 30 horas desde que Carrasco fue asesinada para entregar a la Policía el arma con la que se había cometido el delito y que Triana, la hija de la autora confesa y amiga suya, Montserrat, había depositado minutos después del suceso en su coche particular.

También recuerda el auto emitido por la jueza que Raquel Gago está imputada por un delito de homicidio consumado, otro de atentado contra la autoridad y uno de tenencia ilícita de armas por los que podría ser condenada a más de 20 años de cárcel y añade que las pruebas existentes hasta la fecha sugieren que su participación en los hechos no se limita al encubrimiento.

La agente, al igual que Montserrrat y Triana, prestó declaración en los juzgados de León el pasado viernes en una comparecencia que según su abogado no se produjo “nada que altere la situación de la inocencia de Raquel y nada que no fuera esperado”. Además, ese día se aportó el informe que declara que las tres acusadas se encontraban en plenas facultades mentales cuando se produjo la muerte de Carrasco y que, por lo tanto, son imputables.

Con la declaración de las tres acusadas ante el juez, se dio casi por finalizada la fase de instrucción del caso, al entenderse que ya no existen pruebas relevantes que practicar. Próximamente se abrirá la fase del juicio oral, que previsiblemente tendrá lugar el próximo año, y que se celebrará en la Audiencia Provincial de León con un jurado popular.

Mismos delitos

En principio, las tres mujeres están imputadas por los mismos tres delitos y se deberá discernir el grado de participación de cada una de ellas. Las posibles sentencias condenatorias podrían ser muy dispares pero también similares. Así, podría ocurrir que la madre -quien declaró que ella disparó a Isabel Carrasco-, la hija, que habría actuado como cooperador necesario y con quien habría preparado el ataque, y la agente, a quien la juez que instruye el caso no creyó su versión de un encuentro casual con su amiga el día de los hechos, llegasen a recibir la misma pena. También es posible que la hija y la policía recibiesen una condena menor si solamente se les considerase cómplices.

Hasta 28 años

Las penas solicitadas para las presuntas responsables de la muerte de Carrasco podrían alcanzar, en el peor de los casos para ellas, hasta los 28 años de prisión. Eso ocurriría si se dictaminasen las condenas máximas tanto para los delitos de asesinato u homicidio-, penado con hasta 20 años de privación de libertad y el que condiciona que el juicio sea con jurado, como para los de atentado contra la autoridad y tenencia ilícita de armas. En cualquier caso, podrían salir de la cárcel con anterioridad como consecuencia de beneficios penitenciarios o de permisos que les pudieran conceder.

Juntas, de momento

Las tres mujeres detenidas por la muerte de Isabel Carrasco permanecen ingresadas, en prisión provisional, en el centro penitenciario de Mansilla de las Mulas (León). Allí se espera que continúen, a priori, hasta que concluya el proceso, pero una vez que se haya celebrado el juicio, si son condenadas, podrían ser trasladadas a otras cárceles.

Si eso ocurriera, sería previsible que madre e hija estuvieran en la misma. Cabe recordar que el tiempo que permanezcan recluidas hasta que se emita la sentencia les sería descontado de la condena impuesta.