La procesión que nace entre el fuego
Nava del Rey celebra su tradicional Virgen de los Pegotes con una romería alumbrada por antorchas / La alcaldesa explica que «los días grandes son la bajada y la subida de la Inmaculada Concepción»
La Virgen de los Pegotes durante su recorrido por las calles de Nava del Rey.-PABLO REQUEJO / PHOTOGENIC
La imagen de la Inmaculada Concepción descendiendo de su ermita rodeada de antorchas y de hogueras. Esa es la estampa más característica que se puede ver en Nava del Rey durante la celebración de su conocida Virgen de los Pegotes, una fiesta que comenzó de manera anecdótica en el año 1745 y que se sigue celebrando a día de hoy.
La versión más popular de cómo se originó esta festividad se remonta al siglo XVIII, cuando se decidieron establecer nueve días de celebración para honrar a la patrona de la villa entre los días 30 de noviembre y 8 de diciembre. En esta primera edición, antes de que comenzara la procesión, se desencadenó una fuerte tormenta, lo que limitó mucho la visibilidad y amenazó con impedirla. Los vecinos de Nava del Rey recogieron de sus casas los materiales que tenían a su disposición y plagaron el recorrido de hogueras y antorchas como puntos de luz, una curiosidad que todavía se mantiene.
Inicialmente, el descendimiento de la Virgen se realizaba en andas o en carros cedidos por los vecinos, hasta que en el año 1893 la familia Pino Rodríguez costeó el actual coche de caballos sobre el que viaja la imagen de la Inmaculada durante el recorrido.
Ahora, más de 250 años después, esta original fiesta se sigue realizando, y cada año hace que la población de la localidad se duplique. La alcaldesa del municipio, Blanca Martín, alcaldesa de Nava del Rey, explicó que «los días grandes son la bajada y la subida», que este año coinciden con el sábado 30 de noviembre y el domingo 8 de diciembre. «Entre ellos se realizan diferentes actividades dirigidas a público de todas las edades, especialmente para los más pequeños», afirmó.
La fiesta comenzó ayer con la Bajada de la Virgen de los Pegotes desde la Ermita de la Concepción, en la que participaron representantes del ayuntamiento, el párroco y un descendiente directo de la familia Pino, los donantes del carromato.
Justo antes, en la Cámara Agraria de Nava del Rey comenzaron los preparativos de las mulas, los muleros y el carruaje que transportarían la figura. Al mismo tiempo, en el ayuntamiento de la localidad se les entregaban los pegotes a los niños, que serán los encargados de abrir la procesión e ir encendiendo las hogueras que encuentren a su paso para alumbrar el recorrido. Los llamados pegotes son, en palabras de la alcaldesa, «unas antorchas de pez al estilo de las empleadas hace siglos».
Sobre las 20.00 horas la imagen llegó al final del recorrido, establecido en la Iglesia de los Santos Juanes, donde permanecerá hasta el día de su subida el próximo 8 de diciembre. En la Casa de Cultura se ofreció una degustación de castañas, dulces y vino por cuenta del ayuntamiento.
La celebración del ascenso a la ermita de la Virgen de los Pegotes será similar, ya que realizará el mismo recorrido a la inversa con idéntica ambientación. En este caso la degustación de castañas estará amenizada por la actuación de El Cribero.
La Virgen de los Pegotes está considerada como Fiesta de Interés Turístico Nacional, y es por eso que desde el ayuntamiento de la localidad apuntan que «suele haber gran afluencia de público». Para la edición de este año las expectativas eran alcanzar los 5.000 visitantes durante la bajada de la Virgen y hasta 8.000 personas el día de la subida.
Esta tradicional procesión es única, y tanto por su puesta en escena como por su recorrido histórico, es más que recomendable acercarse hasta Nava del Rey para poder disfrutarla de cerca.