La patata se reúne en Medina con la mirada en la profesionalización

El director general de Patatas Meléndez, Javier Meléndez, defendió ayer que Castilla y León debe ser «el referente de la patata de calidad en Europa», al tiempo que destacó que su compañía ha logrado ser «la primera empresa de España» en el sector «y una de las primeras de Europa». Así lo puso de manifiesto en las instalaciones de su factoría, ubicada en la localidad vallisoletana de Medina del Campo.

Meléndez intervino en la clausura de las primeras jornadas El futuro de la patata en España, una cita que la entidad organizará a partir de ahora con carácter anual. El empresario explicó las bondades de la firma en la generación de riqueza en el medio rural, al tiempo que señaló como una «inquietud» la consecución de un abastecimiento de patata de origen España en todas las épocas del año. Anunció también distintos proyectos a futuro de Patatas Meléndez, como la ampliación de las instalaciones y el lanzamiento de nuevos productos para elaborar en microondas y para comercializar en la cadena de restauración.

Puso de manifiesto, además, que la empresa trabaja «en la constante profesionalización del sector», una profesionalización que entiende que resulta «imprescindible para mirar al futuro y tener así una producción cada vez mejor planificada y organizada».

La estabilidad de las producciones y la seguridad para los agricultores, «que es también estabilidad y seguridad para las empresas que nos dedicamos a procesar y seleccionar las patatas para ofrecérselas a los consumidores», es una de las máximas de la empresa medinense.

Castilla y León es la principal Comunidad Autónoma productora de patata de España, con cerca de un millón de toneladas anuales y una superficie cultivada que ronda las 20.000 hectáreas. Se trata del 40% de la producción española. El sector está en posición de liderazgo, y «debemos perseverar en la profesionalización del mismo», remarcó.

Profesionales

Participaron en el evento más de 200 profesionales, que pudieron escuchar los puntos de vista del director de Operación de Patatas Meléndez, Juan Manuel Coello; el presidente del comité de patata temprana de Europatat, José Manuel Peláez y el director general de Meijer España, Javier Boceta.

Representantes de las Opas como Asaja, Donaciano Dujo; UCCL, Jesús Manuel González Palacín; Upa, Aurelio González y Coag, Alberto Duque, así como de los operadores Asociación Nacional de Producción y Comercio de Patatas (Asonal), José Ramón Aguado y de la Asociación de Operadores de Patata en Origen de Castilla y León (Asopocyl), Yolanda Medina, participaron en una mesa redonda en la que defendieron la conveniencia de que se cree ya la interprofesional de la patata, así como la necesidad de que surjan políticos «valientes» que sean capaces de crear normas para establecer un precio mínimo del producto con el objetivo de proteger a los productores y dar estabilidad a toda la cadena de valor.

Dujo aseguró que el problema de la caída de precios de la patata no está en superar las 20.000 hectáreas de cultivo, sino en comprar patata a Francia. Por eso señaló como una oportunidad que Francia esté pasando por una época de sequía, ya que los cultivos en Castilla y León disponen, por regla general, de sistemas de riego mientras en el país vecino carecen de ellos.

También señaló como una amenaza las importaciones de Marruecos, que «ya mete en España más de 20.000 toneladas», explicó. «Por eso debemos presionar al Gobierno para que elabore normas beneficiosas para nuestros agricultores, como la identificación obligatoria del origen del producto».

Palacín, por su parte, defendió los contratos entre productores y la industria, que ya da «estabilidad», pero también entre productores y las cadenas de venta en fresco, donde existe «mucha desconfianza», aseguró. Se mostró favorable a la interprofesional pero dijo que antes hay que saber «para qué», y demandó intervención de la Administración para regular unos precios mínimos. «La interprofesional no valdrá para nada si la Administración se pone de perfil», añadió.

Señaló que «la incertidumbre» es «el freno más grande» del sector, y consideró necesario reducir progresivamente «las 800.000 toneladas» importadas de Francia. También«poner normas encima de la mesa porque, si no, esto es un desmadre absoluto», concluyó.

Estabilidad

Aurelio González hizo hincapié en la «necesaria estabilidad de precios». Lamentó que las grandes cadenas sean siempre «las que imponen los precios», algo que «hay que controlar» pues no se les puede permitir «márgenes de beneficios del 1.000% como se han observado». Para ello, demandó una «ley de precios mínimos como la que hay en Francia», unas «líneas de regulación política», con «sanciones ejemplarizantes» para grandes superficies que lleven a cabo prácticas como la venta con precios por debajo del coste de producción.

Coordinación de la recolección del norte de España con el sur, para tener patata fresca 10 meses, y el etiquetado de procedencia y recolección fueron otras de sus propuestas.

Duque defendió que es necesario que los productores exijan como mínimo 18 céntimos el kilo, para asumir todos los costes de producción y tener ganancias, porque «nosotros tenemos derecho a ganar dinero», defendió, a la vez que consideró necesario la interprofesional «aunque algunos sólo pongan palos en las ruedas».

Aguado dudó que fuera el problema de los contratos lo que lleve a una menor superficie cultivada, y Yolanda Medina, llamada a presidir esa futurible interprofesional, animó a que se constituya ya para coordinar a todos los miembros de la cadena: «No podemos concentrar 20.000 hectáreas en un mes», aseveró.