Dos detenidos por el robo de una tonelada de baterías en explotaciones agrícolas

El equipo Roca de la Guardia Civil ha detenido a dos jóvenes por robar más de una tonelada de baterías (medio centenar) en explotaciones agrícolas y ganaderas, así como útiles de aluminio que luego vendían. Un botín que les reportó escaso beneficio económico, poco más de 2.000 euros, pero que causó unos daños mucho mayores en las explotaciones afectadas, valorados en más de 200.000 euros, según señalaron ayer fuentes de la Benemérita.

Así, los agentes del puesto de Valladolid, dentro de la denominada operación ‘Borne’, detuvieron a C. B. R., de 25 años, y a B. A. S. D, de 21, como supuestos autores de ocho delitos de robo con fuerza en las mencionadas explotaciones agrícolas y ganaderas, situadas en diversos pueblos de la provincia como Íscar, Bahabón, La Cistérniga, Nava del Rey, Pozaldez, y Cogeces de Iscar. Se dedicaban al robo de baterías, tanto de motores de riego como de tractores. Uno de los detenidos acumula hasta 22 detenciones por delitos contra el patrimonio.

La Benemérita tuvo conocimiento los robos y hurtos, ocurridos durante los meses de abril y mayo de 2019 en la provincia. Sustraían principalmente las baterías de los motores de riego, baterías de tractores, cableado de cobre, tubos y aspersores de riego. En algunos casos los autores sustrajeron los propios motores de riego y el gasoil de estos.

A causa de estos asaltos comenzó la operación, ‘Borne’, en la que se procedió «al análisis de todos los robos, estableciendo varias líneas de investigación», informó el Instituto armado. Por un lado, se realizaron numerosas gestiones en los lugares de comisión y entrevistas con agricultores de la zona, para recabar datos sobre personas sospechosas que se pudieran haber observado y posibles vehículos utilizados en la comisión de los hechos, «manteniendo una continua comunicación con el sector».

De igual manera, los agentes establecieron un control del destino de los efectos sustraídos, con el examen de la venta de estos productos en los canales que existen (establecimientos autorizados), donde realizaron varias inspecciones. Fruto de esas gestiones, el equipo Roca consiguió ubicar, en la zona de los robos, a dos vehículos, con los que los autores se desplazaban para cometer sus delitos y transportar el material sustraído, así como identificar a dos personas, vecinos de Íscar.

Pequeñas ventas

El modus operandi de los delincuentes consistía en la sustracción de materiales de todo tipo, preferentemente baterías y material de riego (aspersores y llaves de riego), que luego vendían en diferentes centros autorizados, obteniendo un rápido y limpio beneficio económico. Además, para evitar ser localizados por las fuerzas de seguridad, dividían las ventas en pequeñas cantidades y lo dilataban en distintos días para dificultar la labor policial.

La Guardia Civil constató que la cantidad de metales vendidos por los dos detenidos durante la investigación rondaría los 1.213 kilos de baterías y 186 kg de aluminio, por los que obtuvieron un beneficio económico de más de 2.000 euros.

La sustracción de las baterías en los motores de riego no sólo supone la pérdida del valor económico de la propia batería, explican los equipos Roca, sino que puede llegar a ocasionar graves daños en el mecanismo del motor, ya que sin la corriente que suministra la batería, pueden dejar de funcionar varios sistemas de seguridad, teniendo en cuenta que el valor de un motor de riego, estaría entre los 4.000 euros y 10.000 euros.

A la vista de los datos obtenidos, los agentes detuvieron a los dos jóvenes e instruyeron las correspondientes diligencias, que remitieron al Juzgado de Guardia de Valladolid. La Benemérita continúa las gestiones para esclarecer la implicación de los detenidos en otros robos con fuerza cometidos en explotaciones agrícolas y ganaderas de esta provincia y limítrofes.

Esta actuación se enmarca en el Plan Revitalización contra Sustracciones en Instalaciones Agrícolas y Ganaderas, por lo que se crearon los equipos Roca.