Diario de Valladolid

El 63% de los pueblos vierte sin depurar

141 municipios vierten las aguas residuales sin un tramiento previo adecuado / Sólo 84 enclaves ‘limpian’ sus vertidos antes de llegar a ríos o arroyos, si bien engloban al 77% de la población total

Tanques de agua de la depuradora de Olmedo, puesta en marcha en esta legislatura.-ICAL

Tanques de agua de la depuradora de Olmedo, puesta en marcha en esta legislatura.-ICAL

Publicado por
Laura G. Estrada
Valladolid

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La instalación de depuradoras o de sistemas destinados a limpiar las aguas residuales antes de que lleguen a ríos o arroyos sigue siendo una asignatura pendiente en la mayoría de los municipios de la provincia vallisoletana, pues 141 localidades continúan arrojando los vertidos sin un tratamiento previo.

Esta cifra supone que el 62,6% de los enclaves no dispone de plantas o de métodos análogos y, por tanto, sigue evacuando las aguas domésticas o industriales y contaminando la red hídrica a pesar de tres décadas de políticas europeas encaminadas a mitigar los efectos negativos de no depurar correctamente, sobre todo en grandes aglomeraciones, donde destacan recientes multas millonarias –en otras zonas de la geografía española– por no cumplir la directiva comunitaria.

Así, el mapa provincial pone en evidencia el ‘suspenso’ en materia medioambiental, con la mayoría de los municipios en la lista de deberes sin hacer, según los datos que se desprenden de la Encuesta de Infraestructuras y Equipamiento Local, elaborada por la Diputación de Valladolid para el Banco de Datos a partir de los informes que traslada cada uno de los ayuntamientos, y actualizada este mismo año.

Dicho informe refleja en un primer vistazo lo que parece un resultado más halagüeño, pues se observa que 110 localidades sí disponen de depuradora, lo que representa prácticamente la mitad del territorio (un 48,8%), pero lo cierto es que 26 de ellas no funcionan de forma correcta, tal y como se detalla en el epígrafe de observaciones, por lo que el número de municipios que realmente realizan un buen tratamiento se reduce a 84. En términos relativos supone que únicamente el 37,3% de los pueblos de Valladolid depura bien las aguas residuales.

La interpretación positiva de esta situación es que la mayoría de las localidades que no dispone de ningún filtro ni están enganchadas a plantas próximas son, en general, pequeños núcleos de reducido censo. De hecho, teniendo en cuenta los datos de población del Instituto Nacional de Estadística (INE), se advierte que sólo el 23% de los habitantes de la provincia vive en un enclave sin depuración.

En total, sin tener en cuenta a los empadronados en la capital vallisoletana, se podría considerar que se filtran los residuos de cerca de algo más de 170.000 personas del medio rural y no se hace un tratamiento previo de las casi 51.000 restantes.

En el listado de localidades que ya cuentan con Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) u otros sistemas destinados a cumplir la misma función, destaca que todos los enclaves de la provincia con población superior a los mil habitantes vierten a ríos o arroyos de forma adecuada, a excepción de siete ejemplos: La Cistérniga, Aldeamayor de San Martín, Portillo, Nava del Rey, La Pedraja de Portillo, Quintanilla de Onésimo y Villabrágima –en orden de población–.

Así, de los cuarenta municipios de Valladolid con más de un millar de censados, y que en total suman una población de 182.718 habitantes, destacan estos siete casos con la tarea sin hacer y que, en conjunto, alcanzan los 22.000 habitantes. Algo menos, de hecho, si se tiene en cuenta el particular caso de Aldeamayor.

En este caso, el núcleo histórico no cuenta con ningún sistema para purificar los vertidos, mientras que el resto de las urbanizaciones del término –Aldeamayor Golf, El Soto, Los Aljibes y el polígono industrial El Brizo–, sí dispone de depuradoras. «Tenemos cuatro pero nos falta dar servicio al casco y a la Lanchuela», explicaron fuentes del Ayuntamiento, que calculan la ausencia de tratamiento de los vertidos de 1.500 vecinos.

A finales del año pasado mantuvieron la última reunión con la Confederación Hidrográfica del Duero, recordaron, y confían en que en un breve plazo de tiempo saquen a licitación el proyecto y lo ejecuten. Mientras, este año a través de los Planes Provinciales de la Diputación de Valladolid, han incluido una obra que ronda los 200.000 euros para conectar la red de tuberías desde Aldeamayor Golf hasta la nueva depuradora, como intervención complementaria.

También a la espera de la que la CHD lleve a cabo la actuación se encuentra La Pedraja de Portillo. El Ayuntamiento, recordó la alcaldesa, Henar González, invirtió hace cuatro años alrededor de 6.000 euros en la adquisición de los terrenos donde se ubicará la planta y, aunque comprometieron las obras a lo largo de 2017, la infraestructura aún no ha comenzado a construirse y no tienen constancia de la fecha prevista, «por motivos presupuestarios».

La historia, aunque con otra casuística, se repite en Nava del Rey, donde los problemas con la parcela bloquearon su impulso. «Teníamos el convenio firmado para que se pudiera adjudicar el proyecto, pero entonces vimos que la anterior corporación no había comprado el terreno donde se iba a instalar, pues se había modificado la ubicación y en el proyecto constaba la situación errónea», explicó el regidor de Nava, Guzmán Gómez, a la espera de que se abran nuevas convocatorias de ayudas para poder solicitar fondos a otras administraciones que les permitan acometer unas obras que sólo con dinero municipal no pueden afrontar.

El problema del suelo también ha frenado la ejecución en Portillo, donde el Ayuntamiento ha tenido que buscar un solar alternativo después de que la propietaria de la finca que se iba a expropiar denunciara al equipo de Gobierno del municipio.

Y paralizada continúa la depuradora de Villabrágima, a pesar de que el proyecto estaba aprobado, explicó la alcaldesa, Noelia García, quien tiene previsto solicitar información a la Junta de Castilla y León sobre la situación de la infraestructura después de que el año pasado les comunicaran que debían realizar un nuevo estudio.

La que parece más avanzada, dentro de este grupo de pendientes, es la de Quintanilla de Onésimo, pues este mismo jueves se ha iniciado el expediene de expropiación forzosa de los terrenos donde se ubicará la EDAR.

Entre las últimas localidades en sumarse al mapa de tratamiento de vertidos destacan Mojados, Cabezón de Pisuerga, Santovenia de Pisuerga y Peñafiel.

Cinco pueblos del alfoz, enganchados a la capital

Las inversiones en materia de depuración no se basan únicamente en la ejecución de estaciones en cada uno de los núcleos de población de la provincia para que cada municipio cuente con su propio sistema de filtrado de vertidos de las aguas residuales. En el alfoz vallisoletano se ha apostado también por ‘engancharse’ a una instalación común, en concreto, a la de la capital.

Las localidades de Laguna de Duero, La Cistérniga, Arroyo de la Encomienda, Simancas y Zaratán cuentan con convenios para que el servicio se preste de forma conjunta desde la planta del Camino Viejo de Simancas de Valladolid, gracias a la instalación de sistemas de bombeo que facilitan la llegada de aguas residuales desde los municipios a través de colectores.

Según el acuerdo alcanzado con los ayuntamientos implicados, cada localidad tiene que afrontar el pago en función de los metros cúbicos depurados, que supusieron un desembolso de casi medio millón de euros el ejercicio pasado. La vigencia del convenio es de cuatro años, es decir, estará en vigor hasta junio del próximo 2022.

Ha sido en la presente legislatura cuando se han dado los últimos pasos para que las aguas residuales de las cinco localidades del alfoz se depuren de forma correcta, con una inversión que en el caso de Arroyo suma 1,18 millones de euros y en el de Simancas de 2,5 millones, según datos aportados por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente en julio del año pasado.

Eso sí, aún queda pendiente la actuación de mayor cuantía, que es la construcción del emisario de La Cistérniga, valorado en diez millones de euros, y actualmente en ejecución para que pueda entrar en servicio el próximo año o en 2020. Con su adhesión se completaría el ‘anillo’ del alfoz y se dará servicio a los 9.000 vecinos del enclave.

Además de estas actuaciones, el Gobierno regional recordó que en esta legislatura la previsión en materia de depuración alcanza los 25,8 millones de euros en la provincia, para construir, mejorar o poner en marcha las instalaciones de Alcazarén, Cabezón de Pisuerga, Campaspero, Mojados, Olmedo, Portillo, Rueda y Villalón de Campos.

La difícil situación en municipios pequeños

La ausencia de depuradoras o sistemas análogos afecta sobre todo a los pequeños municipios de la provincia, en muchos casos a la espera de que, bien la Administración General del Estado o bien la Junta de Castilla y León, asuman su construcción, pues no disponen de suficientes recursos municipales como para afrontar ellos mismos las obras con sus propios medios.

De hecho, aunque en la última convocatoria de los Planes Provinciales, correspondiente a los años 2018-2019, la Diputación de Valladolid ofreció un ‘extra’ económico para que los pueblos con menos de 500 vecinos pudieran llevar a cabo obras relacionadas con la depuración de aguas residuales, la medida apenas ha tenido incidencia.

De las 106 localidades que no superan ese censo y que aún no disponen de un sistema adecuado de filtrado de vertidos –según un estudio realizado por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD)– sólo 14 se acogieron a la medida, más otros dos casos fuera de ese listado. En total, el gasto en el programa fue de 253.950 euros, de los dos millones que se habían previsto. Un 12,6% del dinero reservado para esta línea del ciclo del agua.

¿Las causas de la escasa incidencia? Quizá por desconocimiento de la medida, quizá porque aún hay que ahondar en la conciencia social, sin olvidar que a pesar de esta suculenta ayuda, algunos de ellos no podían solucionar los problemas de vertidos, como puso de manifiesto, por ejemplo, la alcaldesa de Torrelobatón, Natividad Casares, quien recordó que la inversión necesaria para acometer la obra en la localidad ronda los 236.000 euros y con esta ayuda de la Diputación apenas llegaban a los 60.300 euros, por lo que resultaba inviable.

De hecho, el conjunto de actuaciones en los 106 pueblos contabilizados por la CHD para que dispongan de tratamiento primario en la depuración de aguas residuales asciende a 5,38 millones de euros.

Queda, por tanto, mucho trabajo pendiente para conseguir que todo el conjunto de la provincia disponga de mecanismos para evitar que las aguas residuales lleguen a ríos y arroyos con un tratamiento previo adecuado.

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