Diario de Valladolid

La bajada del río deja sin agua a 1.300 soldados de Santovenia

Llevan mes y medio a base de agua embotellada y de duchas de maniobras / El estiaje provocó mayor concentración de bacterias en la estación que toma agua del Pisuerga

Entrada a la Base Militar ‘El Empecinado’ de Santovenia de Pisuerga.-EUROPA PRESS

Entrada a la Base Militar ‘El Empecinado’ de Santovenia de Pisuerga.-EUROPA PRESS

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Redacción de Valladolid
Valladolid

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La bajada del caudal del Pisuerga a su paso por Cabezón (Valladolid) ha dejado sin agua potable a los 1.300 soldados que acoge la Base Militar de El Empecinado, próxima al municipio de Santovenia de Pisuerga. Una situación que comenzó a principios del mes de septiembre y que se prolongará hasta que el río no recupere los niveles normales.

El agua potable y sanitaria que se consume en la Base El Empecinado proviene de una ETAP (Estación de tratamiento de agua potable) construida en 1941 y que toma el agua del río Pisuerga. Las variaciones en el caudal del río inciden de manera importante en las características del agua –pH, turbidez, contaminantes, materia orgánica, algas, entre otras–. Este problema, «habitual», se acentúa en la época estival y se ve agravado en la actualidad por la sequía, han señalado a Europa Press desde la oficina de Comunicación de la Cuarta Subinspección General del Ejército.

La extrema situación de sequía que vive la Comunidad y que está afectando a los ríos, incluido el Pisuerga, hizo que a principios de septiembre se declarara el agua no apta para el «uso y consumo humano», por lo que se adoptaron las medidas oportunas para «evitar posibles incidencias», señalan las fuentes.

Así, detallan, aparecieron pequeñas concentraciones de bacterias, con lo que se anuló el empleo de agua caliente en toda la Base, se apagaron todos los calentadores, se clausuraron las duchas y se prohibió la limpieza de vehículos.

Tras haber efectuado las medidas de profilaxis adecuadas por la empresa responsable por contrato, se mantiene la prohibición del uso y consumo del agua, y se está a la espera de los resultados de las muestras tomadas los días 27 de septiembre y 3 de octubre, que se enviaron al Instituto de Toxicología de la Defensa para su análisis.

El problema se está paliando con el empleo de agua embotellada para consumo, mientras que para el aseo se utiliza módulos de duchas de campaña, con camiones aljibes que se abastecen de la red general. Hasta el momento, debido a las temperaturas, no había problemas para ello, sin embargo la bajada del termómetro está complicando una situación de la que se empiezan a quejar los soldados que admiten «pasar frío».

Enganche a la red

La Subinspección General del Ejército, y en colaboración con la Comandancia de Obras 4 y la Consejería de Medio Ambiente a través de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León, han elaborado un proyecto para enganchar la red de suministro de la Base a la que abastece a Santovenia y Cabezón, lo cual permitirá dejar de utilizar la antigua ETAP de la Base y solucionar definitivamente el problema. Un proyecto ya elevado a la superioridad para su estudio y aprobación.

Fuentes militares de la Base El Empecinado aseguraron que los cortes «han estado avisados desde el principio» y que el servicio de duchas se está solventando con las portátiles que se despliegan en maniobras. Fuentes de la CHDprecisaron que el caudal de ayer (5 metros cúbicos por segundo) es «algo más que los días más bajos de julio y agosto y recalcaron que «no hay ninguna prohibición de la CHD@ para que la base tome agua destinada a su abastecimiento «como hacen Santovenia o Cabezón».

Fuentes expertas en recursos hídricos calificaron de «extraño» que un acuartelamiento con más de mil militares y que ha recibido «una gran inversión de Defensa» en los últimos años no tenga sus propias perforaciones para un abastecimiento alternativo «como lo tienen todos los municipios de más de 1.000 habitantes» y más aún cuando depende solo de una estación muy antigua, «de hace 76 años».

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