El oficio duro y solitario del pastor

Con la llamada del aguacil al pueblo, el pregón da comienzo y Villanueva de Duero se convierte, solo por unos días, en Aldeanueva. Un lugar que recupera y rememora los oficios más tradicionales del pasado. Además, esta edición se dedica a la figura del pastor.

Modesto Martín Cebrián comienza su discurso ante la presencia de la Guardia Civil a caballo, con su tricornio distintivo. El etnógrafo, cuya labor es el estudio de los pueblos y sus culturas, incide en la dureza del trabajo de pastor, que «no descansa ni un día y pasa muchas horas en soledad en el campo». Su intervención abarca desde las características por las que se distingue a cada oveja hasta la vestimenta típica de esta figura con las polainas o el chaleco de piel de chivo.

Y finaliza con un llamamiento para valorar la cultura transmitida de generación en generación y recuerda que «somos hijos del tiempo y estamos hechos de pasado». Por las calles del municipio solo se ven pantalones de pana y camisas de cuadros, como vestuario de los hombres. Y faldas largas, camisas blancas y pañuelos, en las mujeres. El reparto del correo en bicicleta o la difusión de la Voz de Aldeanueva, el periódico de la localidad, que se imprime en una sola página en blanco y negro, son algunas de las tareas de la mañana.

Aldeanueva acoge este año oficios como el de relojera, curandero y hojalatero. La relojera, Angelines Rodríguez, muestra relojes de bolsillo, despertadores y relojes de pared antiguos. «Todo son recuerdos de la tienda que tenía mi padre», reconoce. El más antiguo de su taller es un reloj de pie, que tiene alrededor de 200 años, un Moreau con péndola real. Rodríguez confiesa que a pesar de no dedicarse a ello en la actualidad, sigue montando relojes.

Por su parte, Jesús María García enseña a todos los vecinos cómo se esquilaba a las ovejas hace décadas. Para ello, utiliza unas tijeras semiprofesionales de hace cuarenta años, un poco más grandes y con muelle, que no incomodan al animal en ningún momento. Entre el alfarero, el herrero, la panadería y el taller de elaboración de adobe, se encuentra la curandera. Nines López participa en la feria desde el primer año. En su puesto se pueden encontrar hierbas medicinales para preparar infusiones y cataplasmas o aceites y ungüentos. También hay jabones naturales y mermeladas caseras.

El carpintero, uno de los impulsores de esta celebración hace más de diez años, ha dedicado toda su vida al oficio. Eulalio Maeso expone herramientas típicas como la sierra y trabajos como un banco en miniatura. Las cantinas, la escuela con sus pupitres de madera, el barbero, el cantero, el calígrafo, el taller de encuadernación, las almendreras o los lagareros que ofrecen mosto recién pisado son otros de los oficios más representativos de Aldeanueva. Además, en el taller de fotografía se puede contemplar cámaras emblemáticas como la Leica de 1913 y gafas estereostópicas de visión 3D, que ya existían.