Diario de Valladolid

Los avicultores frenan el proyecto de laguna artificial de Olmedo

El Ayuntamiento y Somacyl lo cancelan por el peligro de que especies salvajes propaguen la gripe aviar

Nueva EDAR de Olmedo, inaugurada a principios de 2017.-ICAL

Nueva EDAR de Olmedo, inaugurada a principios de 2017.-ICAL

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Santiago G. del Campo
Valladolid

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El Ayuntamiento de Olmedo y Somacyl frenan en seco el proyecto de laguna artificial que habían proyectado para potenciar el turismo ornitológico del municipio. La intención era reconvertir las antiguas balsas de depuración de aguas residuales en un humedal para acoger especies salvajes, tras la inauguración, a principios de este año, de una nueva EDAR en el municipio.

«Con el problema de la fiebre aviar, todas las explotaciones avícolas de la zona han manifestado que construir ese humedal conllevaría un riesgo enorme», explicó ayer a este periódico el alcalde de Olmedo, Alfonso Centeno. «El Ayuntamiento ha escuchado a los empresarios del sector avícola y vamos a detener el proyecto».

Centeno explicó que en una reunión reciente de los agentes del sector con la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, «los agricultores y ganaderos de Olmedo le trasladaron todas las preocupaciones que tenían en torno al proyecto, y tanto el Ayuntamiento como la Consejería –en este caso por medio de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente, Somacyl–, creemos que es mejor no realizarlo». Aunque Centeno valora que el proyecto «es bueno», cree que «no lo es para esta zona, en la que existen muchas granjas avícolas».

De hecho en el periodo de alegaciones del proyecto de humedal artificial, cerrado el pasado marzo, varias empresas del sector interpusieron recursos. Las más importantes fueron Explotaciones Avícolas García Puente S. A., Granja Pinilla S. L. e Iberovo Egg Products S. L.

Todas ellas reaccionaron a la alarma que se produjo el pasado mes de febrero, cuando se produjeron casos aislados de gripe aviar en Cataluña. Como medida preventiva, la Generalitat catalana obligó a sacrificar numerosas aves, entre ellas 24.000 patos en siete granjas de las provincias de Gerona y Barcelona.

Las alegaciones de las empresas ponían de manifiesto la inexistencia de estudios sobre gripe aviar en el proyecto, una patología que transmiten, sobre todo, las aves salvajes.

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