Diario de Valladolid

BANCO DEL TIEMPO

El tiempo como ‘moneda’ de pago entre vecinos

El Ayuntamiento de Villanueva de Duero impulsa el intercambio de ‘horas’ para resolver necesidades de la vida cotidiana a través de la cooperación

Manuel, Julián, Cristina, Jaci, José Ramón, Nines, José Luis, Mª Ángeles y Prados unen sus relojes como símbolo de compartir su tiempo.-PABLO REQUEJO (PHOTOGENIC)

Manuel, Julián, Cristina, Jaci, José Ramón, Nines, José Luis, Mª Ángeles y Prados unen sus relojes como símbolo de compartir su tiempo.-PABLO REQUEJO (PHOTOGENIC)

Publicado por
Laura G. Estrada
Valladolid

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La destreza de un habitante de Villanueva de Duero en el desempeño de una actividad tendrá a partir de ahora un valor especial en el municipio, porque gracias al Banco del Tiempo que el Ayuntamiento acaba de poner en marcha, otros vecinos de la localidad podrán beneficiarse de su habilidad pagando con una contraprestación que no sea económica. Una clase de inglés a cambio de una reparación de fontanería. Una sesión de yoga por otra de pádel.

Las posibilidades son tantas y tan variadas como establezcan los usuarios de un servicio basado en la cooperación vecinal que desde hace casi una década funciona ya en la capital vallisoletana. De hecho, Villanueva ha copiado el espíritu del proyecto, explicó el alcalde de la localidad, Julián Santirso, confiado en que el «boca a boca» anime a los vecinos a participar en una propuesta «que quiere romper el aislamiento y la soledad de la vida diaria» y ensalzar los valores de «cooperación» y «solidaridad».

A la espera de que pueda arrancar en las próximas semanas, la noticia ha corrido como la pólvora entre la población de este enclave situado a treinta kilómetros al sur de la capital, y ya son muchos los que están elaborando el perfil con sus destrezas para formar parte del proyecto.

«La gente de Villanueva es muy participativa y se implica mucho a nivel social, como se demuestra en la celebración de la Feria de los Oficios de Aldeanueva, así que seguro que esta experiencia será gratificante y servirá para conocernos un poquito más entre nosotros», ensalzó Mª Ángeles Bayón, que ejerce como educadora.

Gracias a su experiencia laboral, encaminará su ofrecimiento a «ayudar a los chavales en las épocas de exámenes» y también al acompañamiento de personas mayores, pues le parece «muy importante» el hecho de «estar un poquito con ellos».

Mª Ángeles tiene bastante claro lo que estaría dispuesta a compartir, pero le cuesta más pensar lo que le vendría bien que otros hicieran por ella. «Quizá el arreglo de un enchufe... Algo eléctrico, en general», sopesa. La duda de esta vecina no es un hecho aislado. De hecho, todos los habitantes consultados tienen más dificultades para pensar en sus necesidades.

«En las primeras reuniones que convocó el Ayuntamiento percibimos que la gente está más dispuesta a dar que a recibir, así que tendremos que buscar ese equilibrio», apuntó la vicepresidenta de la asociación de vecinos de Villanueva, Nines López.

Precisamente uno de los objetivos del Banco de Tiempo será ‘romper’ la vergüenza o el apuro para pedir ayuda. Porque aunque los favores entre los habitantes ya existen, algunas peticiones no llegan a materializarse y esta iniciativa servirá para aportar un grado de oficialidad.

«Si alguien necesita desplazarse al pueblo de al lado sí que lo dice, pero quizá no se atreve a pedir que le planchen un traje especial, así que si ahora se institucionaliza la ayuda, se acabará con los reparos», razonó Nines.

Las inscripciones comenzaron la semana pasada, después de que el Ayuntamiento aprobara en el pleno de octubre esta «promesa de campaña», y antes de que termine el año, confía el regidor, esperan llegar a la veintena de usuarios para que fluya la actividad y aumentar el cupo que les permita poder ampliar el abanico de propuestas susceptibles de intercambiarse.

El funcionamiento es sencillo. Cada persona adscrita al Banco del Tiempo dispondrá de un talonario, que utilizará cuando solicite un servicio a otro usuario y tendrá que comunicárselo a la Secretaría para realizar un registro de intercambios y actualizar el saldo de cada socio. Si alguien decide darse de baja, podrá transferir su ‘crédito’ a otro miembro.

Aunque previsiblemente los intercambios individuales sean los más frecuentes, este servicio diseñado para «resolver necesidades puntuales de la vida diaria» recoge también la posibilidad de intercambios colectivos, cuando alguien ofrece un servicio a varias personas a la vez (por ejemplo un taller de yoga), o grupales, si cada participante recibe y paga a la vez (como en una charla para practicar un idioma).

Las bases del proyecto recalcan que no se trata de trabajos profesionales ni existe una relación laboral entre los usuarios, sino que se apoya en «intercambios puntuales y espontáneos» realizados «a título de amistad, benevolencia o buena vecindad», con lo que se trata de evitar la economía sumergida. Por eso el ‘pago’ se cuenta en horas y no en euros.

Una hora de tares domésticas a cambio de una clase de informática. Un curso de maquillaje a cambio de una receta de cocina. El cuidado de la mascota a cambio de una ayuda para realizar los deberes... Cualquier habilitad es susceptible de ser compartida.

«La iniciativa tiene muy buena pinta, así que esperamos que también funcione bien en la práctica», valoró el presidente de la Junta Agraria Local, Félix Lozano, que aprovechará las próximas reuniones con los socios para trasladarles el funcionamiento del Banco del Tiempo.

Experto en el campo, considera que sería útil a la hora de explicar temas relacionados con la labranza, por ejemplo la época idónea para sembrar si algún vecino quiere introducirse en el sector o, simplemente, para ayudarle a poner una huerta. A cambio, consultaría algún problema mecánico.

La propuesta está abierta a toda la población, pero los más participativos, destaca el alcalde de esta localidad que supera el millar de habitantes, son quienes están en una franja de entre 20 y 50 años, según se observa en la capital. Aunque confía en que haya inscritos de todas las edades. Sólo hay que buscar en una habilidad personal y tener ganas de compartirla.

El rodaje será la clave para que el proyecto se desarrolle con mayor fluidez, pues todavía están en fase de elaboración de sus perfiles y los interesados desconocen lo que están dispuestos a ofrecer sus vecinos y, por tanto, los recursos que son susceptibles de intercambio.

A falta de elaborar esa base de datos, el pliego de funcionamiento prevé acciones como ayudar a realizar gestiones administrativas, clases de diferentes materias, apoyo para el manejo de ordenadores o para navegar por internet, charlas en otros idiomas, preparación de platos de cocina, reparaciones domésticas, arreglos de costura o talleres para el cuidado personal.

Trueques de diversa índole para solventar problemas puntuales o para disfrutar de nuevas actividades sin que se resienta la cartera. Será el reloj el que marque la ‘tarifa’. Una hora de tiempo a cambio de otra hora de habilidades compartidas.

Banco del tiempo

Julián Santirso, alcalde

«Los vecinos ya están valorando las experiencias que pueden compartir y confiamos en el éxito gracias al boca a boca»

Nines López, asociación de vecinos

«Hay más gente dispuesta a dar que a recibir, así que tenemos que buscar el equilibrio»

Félix Lorenzo, JAL

«La inciativa tiene muy buena pinta, así que esperamos que también funcione bien en la práctica»

Ángeles Bayón, educadora

«Villanueva es un municipio muy participativo y confío en que esta experiencia sea gratificante y sirva para conocernos más entre nosotros»

Tudela, primer pueblo de la provincia en promover el plan

Tudela de Duero se convirtió este año en el primer pueblo de la provincia de Valladolid en poner en marcha el Banco del Tiempo para los vecinos de la localidad y ya cuentan con los primeros nueve inscritos, seis de ellos del taller prelaboral y otras tres mujeres.

Después de las fiestas navideñas, en torno a mediados del mes de enero, el Ayuntamiento llevará a cabo una reunión informativa con estos primeros usuarios registrados para explicarles de primera mano el funcionamiento del programa y emprenderá nuevas acciones informativas con el objetivo de ‘captar’ nuevos interesados.

«Iniciamos la campaña hace seis meses, invitando primero a las asociaciones del municipio y después al resto de vecinos para trasladarles el proyecto y para conocer su opinión, gracias a un experto de Madrid que ya había iniciado más programas de este tipo, con el que nos pusimos en contacto para que nos lo explicara de primera mano», explicó el alcalde de de Tudela de Duero, Luis Javier Gómez Potente.

El trabajo a partir de ahora se centrará en la realización de «más charlas», confirmó el regidor, confiado en el buen funcionamiento a través del «boca a boca» para ampliar el listado de usuarios.

Por el momento, para darle mayor impulso, han decidido trasladar la sede del Banco del Tiempo a las dependencias del Consistorio –antes estaban en el Aula Mentor–, habilitando un espacio «más cercano» a fin de «aprovechar el flujo de gente» que se acerca a realizar trámites o consultas.

Además lo publicitarán en todas las actividades que desarrollen a nivel municipal.

«Queremos incidir en la idea del valor del tiempo y aclarar que no se trata sólo de beneficiarse de la habilidad que ofrezca un vecino, sino que se basa en compartir experiencias», añadió el regidor tudelano.

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