FIESTA DE LAS AGÜEDAS
Las mujeres toman el mando
Misas, procesiones y músicas caldean un día teñido de blanco en parte de la provincia
Mujeres de la Asociación de Consumo de Íscar bailan al son de las jotas para acompañar la Virgen en procesión tras la celebración de la misa-J.M. LOSTAU
El colorido que envolvió la festividad de las Águedas en la provincia contrastó con el blanco manto que congeló por la mañana buena parte de la geografía vallisoletana. Pero no restó calor a la celebración ni protagonismo a las mujeres, que tomaron el bastón de mando de sus localidades, aunque fuera por unas horas y de manera simbólica.
En Íscar, la Asociación de Consumo y Socio Cultural de la villa vivió una jornada aún más especial, al conmemorar las bodas de plata del nacimiento de este colectivo impulsado hace 25 años por Toli Alonso, emocionada por la trayectoria de un proyecto que en la actualidad cuenta con 240 socias.
Parte de ellas se han convertido incluso en músicas, recordaba su actual presidenta, María Flor Sanz, después de los problemas que tenían para encontrar dulzaineros que acompañaran en procesión a la Virgen, precisamente porque multitud de enclaves celebran la festividad y recurren a las bandas para amenizar la jornada. «Somos el único grupo de mujeres músicas», resaltaba sin despegarse de su instrumento.
El presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, quiso aprovechar su presencia en Íscar para «reivindicar el papel de la mujer en el mundo rural, tanto en la vida económica, como social y política» y respaldó la importancia de su incorporación a la vida laboral con una cifra: «El 41% de las ayudas del Plan Impulso son para mujeres emprendedoras».
También el alcalde de la localidad, Alejandro García, ensalzó la labor de la asociación, y no sólo por perpetuar la tradición, sino también por colaborar a lo largo de todo el año en las actividades sociales o culturales de un municipio del que se despide como gestor después de 28 años al frente.
«He estado con ellas en esta celebración casi todos los años y seguiré estando, porque voy a vivir en Íscar, a jubilarme y a morir aquí», apostilló el histórico regidor y diputado provincial.
Misas, procesiones y bailes con trajes regionales acompañados de música tradicional se repitieron en multitud de localidades de Valladolid a lo largo de la mañana. Y ya por la tarde, después de las comidas programadas, chocolatadas, propuestas teatrales y más música, pusieron el broche de la festividad.