Memoria Forense 2024
Los fallecidos por suicidio duplican a los de accidente de tráfico de Valladolid
Las muertes violentas caen un 12% pero las compensan los decesos naturales autopsiados con una subida del 11% / Gran aumento de óbitos por caída al mismo nivel

Agentes de la Policía Nacional intervienen tras el asesinato de la calle Sisón en Pajarillos en agosto de 2024.
Las muertes por suicidio en Valladolid no paran de crecer y ya duplican a las de accidentes de tráfico. Así lo revela la Memoria 2024 del Instituto de Medicina Legal y Forense (IMLF) de Valladolid, Salamanca y Palencia, publicada ayer por el Ministerio de Justicia.
Una estadística que recoge que los forenses del IMLF(un cuerpo que cuenta en la Dirección de Valladolid con 34 trabajadores, doce de ellos médicos) realizaron el pasado año 282 intervenciones en fallecidos, de las cuales 131 fueron por muertes violentas, un 12% menos. En 2023 lo hicieron en 149 casos,
Por contra, aumentaron sus actuaciones en muertes naturales, que son en las que los médicos declinan firmar el parte de defunción a la espera de otras pruebas. Estas aumentaron un 11%, al subir de 131 a 147.
Los apartados de la actividad forense se dividen tradicionalmente en muertes violentas, que a su ve z se desgranan en naturaleza suicida, homicida, accidente casual, siniestro laboral y accidente de tráfico. Luego están las muertes naturales, las indeterminadas y las que están pendientes de estudio.
En el caso de Valladolid, en 2024, se registraron 49 óbitos por autolisis, frente a los 53 del año anterior. Llama la atención que estos óbitos duplican holgadamente los decesos por accidente de circulación, que fueron 19 /13 varones y seis mujeres), uno menos que en 2023, Las víctima fueron tres peatones atropellados, nueve conductores de coche, tres de moto y 4 ocupantes de vehículos.
La memoria forense revela también que los suicidios en Valladolid se llevaron la vida de 36 varones y de 13 mujeres. El método más recurrido fue la precipitación con 21 casos, seguido de la ahorcadura, con 13 y la sumersión tras arrojarse al gua, con cinco.
Siempre en el epígrafe de las muertes violentas, los accidentes de trabajo se cobraron tres víctimas, todos ellos varones, y los accidentes casuales, 58. Un dato destacable es que sólo se registró un homicidio, frente a los dos de 2022 (el brutal doble crimen de Paloma e India) y sobre todo muy lejos de los ocho de 2022.
El homicidio de 2024, ocurrido en Pajarillos, se cobró la vida de Mónica A. P. de 49 años, a manos de su pareja, que acabó siendo detenido en Vigo (Pontevedra) tras huir de Valladolid. La mujer fue encontrada muerta en su domicilio con un cuchillo clavado en el pecho y cuyo presunto asesino, J. C. S. J. M. y pareja de la víctima, fue detenido horas más tarde en Vigo. El cadáver fue hallado por los bomberos después de intervenir en un incendio declarado en la vivienda.
Una vez en la vivienda 3ºB de la calle Sisón número 4 de Valladolid, los bomberos procedieron a extinguir un incendio «no muy grande» antes de encontrarse con el cuerpo.
Muertes por caída
Fuentes forenses indicaron que uno de las conclusiones más llamativas de la Memoria de 2024 en Valladolid es el aumento de fallecidos por caídas denominadas al mismo nivel, es decir sin escalones o altura de otro tipo de por medio. El año pasado fueron 29 (17 varones y 12 mujeres) elevando esta causa muy por encima de otras. Por asfixia fueron 5, por reacción adversa a las drogas, cuatro y por precipitaciones en altura, fueron siete y son los casos que más se acercan a la estadística a las caídas al mismo nivel.
La actuación forense en Valladolid se movió en 2024 en un comportamiento similar al de Castilla y León, que tiene su organigrama en la Comunidad dividido en tres IMLF.
Uno es el citado de Valladolid, que cubre también Salamanca y Palencia y que cerró 2024 con 571 intervenciones forenses, frente a las 520 del año anterior, un 20%.
Y más en concreto con 77 muertes violentas informadas (67 en 2023). El Instituto de León, que incluye a Zamora, registró 175 muertes violentas (161 un año antes), y el de Burgos, que incluye Ávila, Palencia, Segovia y Soria, 208, siete menos que en 2023.
Los forenses de Castilla y León realizaron 1.454 autopsias en la región, un 3% más y las muertes violentas subieron de 443 a 460 con los suicidios sumando la mitad de las intervenciones forenses. Los decesos por autolisis en Castilla y León crecieron un 6%, de ya que llegaron a 227 a frente a 214 del año anterior.
el crimen de sergio
El balance de homicidios en Castilla yLeón en 2024 deja un titular asombroso. Partiendo de la buena noticia de que estos delitos bajaron de 11 a 10, llama la atención que solo Burgos concentró la mitad, sumando uno más que en 2023.
En febrero de aquel año se produjo la muerte violenta del vallisoletano Sergio Delgado en la plaza Huerto del Rey. Sergio Delgado celebraba una despedida de soltero en la capital burgalesa cuando, sobre las 4 de la madrugada, se encontró con un grupo de jóvenes con los que estuvo hablando a la salida de un establecimiento. Fue entonces cuando un burgalés de 23 años de iniciales J.L.N.I. le propinó un puñetazo en la nariz que le hizo caer al suelo y morir prácticamente en el acto. Testigos apuntaron que previamente, el agresor le preguntó si «era de Pucela», y los investigadores concluyeron que la respuesta afirmativa fue el detonante del ataque.
A primeros de octubre, un hombre de 44 años, cuyas iniciales responden a Javier L., acabó con la vida de su suegro, Valentín López, tras asestarle varias cuchilladas en la calle Benjamín Palencia de Aranda de Duero, en el barrio de La Estación.
La capital ribereña fue testigo de otro crimen, en este caso en el barrio de Santa Catalina. Un hombre de 41 años de origen colombiano apareció muerto en la calle con varias heridas, una de ellas incisa. Las otras dos muertes violentas se produjeron en la capital. A principios del mes de noviembre, un hombre de 55 años, Óscar S.U., al alias el ‘Pistolas’, clavó un cuchillo a L.A.F.T., con quien convivía en ese momento en un domicilio del Crucero. Fue detenido a escasos metros de la casa cuando pretendía huir. Unas semanas después, una mujer encontró en el río el cadáver de un bebé que aún estaba con el cordón umbilical y la placenta.