Inobat prevé estar operativa en Valladolid en primavera de 2027 y cuenta ya con varios clientes

Los 53 millones del III Perte VEC dirigidos a Inobat para implantarse en Valladolid llegan para sumarse a una hoja de ruta bien definida con la que ya cuenta la compañía eslovaca. Así, la primavera de 2027 es la fecha marcada en rojo en el calendario para que la planta no solo esté construida, sino que pueda empezar la producción, y atender así la demanda de los ya varios clientes con los que cuenta la empresa.

Fuentes de la compañía consultadas por este periódico confirman que el objetivo es arrancar la producción en un plazo de entre 18 y 20 meses desde ahora. Esto supone que, si no surgen imprevistos, entre marzo y mayo de 2027 la compañía pretende estar ya en marcha en Valladolid.

Según las mismas fuentes, este calendario también depende en gran medida de la capacidad de realizar de manera simultánea las labores urbanísticas en el emplazamiento de la factoría y la construcción de las instalaciones, lo que permitirá agilizar unos plazos que ya exceden las previsiones iniciales que marcaban como objetivo este año 2025. A día de hoy, de hecho, existe una propuesta de ingeniería de ámbito internacional para avanzar al mayor ritmo posible.

Asimismo, la agilidad que se le quiere imprimir al proyecto tiene entre sus motivaciones la necesidad de dar respuesta a las demandas de los ya "varios" clientes con los que cuenta Inobat para la fábrica de Valladolid. No obstante, las fuentes consultadas señalan a este diario que hay uno que destaca por encima del resto al tratarse de una importante firma internacional con fuerte presencia en el mercado norteamericano y europeo. Por contra, el resto de socios estarían centrando su actividad en el continente europeo.

De esta forma, los 53 millones del PERTE y el calendario fijado por Inobat vienen a despejar buena parte de las incógnitas que se habían despertado en los últimos meses sobre la posibilidad de que el proyecto de Inobat acabara cayendo en el olvido. Ahora, con financiación pública y una cartera de clientes con nombres importantes que, eso sí, aún no se han desvelado, la llegada de la eslovaca a Valladolid toma un nuevo impulso.