ESPÍRITUS LIBRES / PADY MIRANDA
«El poder estropea mucho a las personas»
Educadora en la granja escuela Las Cortas de Blas es, ante todo, una mujer comprometida con la causa solidaria

Pady Miranda en Las Cortas de Blas
Pregunta. ¿Qué es para usted ser un espíritu libre?
Respuesta. Hacer el bien sin mirar a quién.
P. ¿Se siente así?
R. Sí
P. ¿Cómo se gana la vida?
R. Soy educadora, granjera, hortelana, pero sobro todo acojo a la gente
R. ¿Qué le gustaría ser de mayor?
P. Sanadora de almas
P. ¿De qué se siente más orgullosa en la vida?
R. De mis compromisos con los más necesitados, de mi estancia en Honduras, de la acogida de niños…
P. ¿Tiene algún sueño por cumplir?
R. Me gustaría ir a Jerusalén
P. ¿Qué es para usted el amor?
R. Poner a la otra persona en el centro
P. ¿Lo practica mucho?
R. Todo lo que puedo porque me hace feliz
P. ¿Qué tal se lleva con Dios?
R. Muy bien, hablo a diario con él
P. Otro espíritu libre al que admire
R. El Papa Francisco
P. Vive en una granja rodeada de jardines y bosques. ¿Es un paraíso que le ha regalado la vida?
R. Es un paraíso que me regalaron mis abuelos y mis padres, que lucharon mucho para mantenerlo
P. ¿De dónde viene el nombre de Las Cortas de Blas?
R. De las cortas de leña de esta zona, en Villalba de los Alcores, Valladolid.
P. ¿Haber nacido en una granja condicionó que estudiara ingeniería agraria?
R. Condicionó mi forma de vida y mi conexión con la naturaleza. Yo quería ser enfermera, y lo intenté hasta tres veces, pero no pude por nota.
P. ¿Cómo encaja el formato de granja escuela con el de explotación agraria en activo?
R. Mi padre tiene una gran visión y había visto otros ejemplos de granjas escuelas, por lo que pensó que iba a funcionar. Pero no quería abandonar la explotación, así que ambas facetas han ido encajando, aunque poco a poco.
P. Han pasado casi 20 años y se ha demostrado que la idea ha sido rentable
R. Pues sí. Queremos demostrar que se puede vivir en el mundo rural y mantener las maneras tradicionales. Los niños vienen a una explotación en activo, no solo a una escuela.
P. Usted se formó en el INEA. ¿Qué significa INEA?
R. Instituto Nevares de Agricultores. Se fundó hace más de 50 años con la idea de ayudar a los agricultores con la parte empresarial de sus negocios y ha llegado a ser Escuela Universitaria, antes de la UVA, ahora de la Pontificia de Comillas.
P. ¿Qué se trajo de Honduras?
R. La capacidad de poner a la persona en el centro, de que siempre hay tiempo para estar con el otro
P. ¿Ha sentido la necesidad de ayudar a los más pobres de entre los más pobres?
R. Sí. Yo tuve un tío jesuita en Uruguay que me decía “los pobres van a ir por delante de ti en el reino de los cielos” y yo pensaba ¿por qué? Así que, me quise ir en cuanto acabé el bachillerato, pero mis padres no me dejaron hasta que acabé la carrera. Estuve por allí año y medio.
P. Religiosa con hábito ¿Por qué no?
R. Porque no me convenció, ni encontré lugar ni momento
P. ¿Cuándo va a terminar la carrera de piano?
R. Me encantaría. Cuando me deje mi madre el piano
P. ¿Qué tal canta?
R. Ni bien ni mal.
P. Las Cortas se ha convertido en una pequeña universidad popular porque agrupa muchas actividades. ¿Cómo lo hacen?
R. Intentamos no decir que no a nada y darle nuestra visión al grupo que viene a nosotros. Eso se hace con una conexión personal, contando nuestra historia.
P. Después de tantos años haciendo congresos y buscando soluciones para la vulnerabilidad de los pueblos indígenas, el hambre, las migraciones, parece que todo va a peor
R. No miramos al otro, sino a nosotros mismos. Cuando uno se mira a sí mismo se hace pequeño y busca seguridad. Pero cuando tú miras al otro y lo pones en el centro, los proyectos son más amplios, se potencian. El poder estropea mucho a las personas.
P. ¿Qué aportan a niños, padres y profesores en la granja?
R. Les reconectamos con ellos mismos y con esa parte más natural. Creo que es lo que se lleva todo el mundo. Eso hace que seas más capaz y tengas más fuerza.
P. ¿Y las personas con discapacidad? ¿Qué se llevan?
R. Conocer las realidades de otras personas para aprender a cuidarlas y quererlas. Hay que dar voz a los que no la tienen.
P. ¿Su último proyecto?
R. La Casa de Acogida y Ecología Ana Leal, ubicada en INEA (Valladolid). Hemos recibido a 25 familias migrantes que llegan a Valladolid sin vivienda, papeles ni trabajo, a las que ayudamos, y acaban siendo parte de nuestra familia
P. Hace 16 años se abrió la tienda Come sano, come justo en la calle Ruiz Hernández en Valladolid. ¿Qué se lleva el comprador de allí?
R. Productos de cercanía y saber que apoyan un proyecto solidario de integración de personas y de cuidado del medio ambiente
P. Déjeme una pregunta para el siguiente entrevistado
R. ¿Cuál es tu árbol favorito?