PLENO EXTRAORDINARIO
PP y Vox tumban las alegaciones vecinales a los presupuestos y califican a la oposición del "club del berrinche"
El concejal de Hacienda tilda las reclamaciones de "ideológicas" y PSOE y Toma la Palabra denuncian "el desprecio hacia la participación ciudadana"

Irene Carvajal y Jesús Julio Carnero en el pleno del Ayuntamiento de Valladolid.
Un trámite. Antes de que comenzara la sesión, todos los presentes sabían que el desenlace sería idéntico al del pasado 27 de diciembre, incluido el concejal socialista José Antonio Otero, que cumplía años. El alcalde, Jesús Julio Carnero, aprovechó el inicio de la sesión para ofrecerle una tímida felicitación, sin que mediara siquiera un cruce de miradas. Un pleno extraordinario que sirvió para que PP y VOX tumbaran todas las alegaciones vecinales a los presupuestos de 2025 y para que el concejal de Hacienda, Francisco Blanco, calificara a la oposición del "club del berrinche".
Tras ese gesto, el Ayuntamiento de Valladolid dio este jueves el visto bueno definitivo a su Presupuesto para el ejercicio 2025. Y lo hizo en un pleno extraordinario marcado por la tensión política y las acusaciones cruzadas entre el equipo de Gobierno, conformado por el Partido Popular y Vox, y la oposición, representada por PSOE y Valladolid Toma la Palabra (VTLP). La aprobación, con 14 votos a favor y 13 en contra, selló unas cuentas municipales que ascienden a 445 millones de euros, calificadas como las “más altas de la historia” por el concejal de Hacienda, Francisco Blanco.
En su intervención defendió el presupuesto como un “éxito” para la ciudad, resaltando que “Valladolid tenga presupuestos reales, rigurosos y sociales”, en contraste con la falta de aprobación en otras urbes y a nivel nacional. “Tiene rumbo, gestión y futuro”, aseveró. Un rumbo en el que no tienen cabida las alegaciones presentadas por la Federación de Asociaciones Vecinales Antonio Machado y la Asociación Vecinal Rondilla, ya que fueron rechazadas por el equipo de Gobierno.
Blanco las calificó de “ideológicas”, argumentando que se amparaban bajo un “paraguas vecinal”, aunque aseguró que el presupuesto “fortalece las actuaciones en los barrios”. Las reclamaciones se centraban principalmente en dos puntos clave: la ausencia de aportación económica a la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV) y el recorte en las partidas destinadas a los presupuestos participativos.
Margarita García, portavoz de la Federación Antonio Machado, expresó el sentir vecinal ante el pleno, denunciando un “desprecio hacia la voluntad popular y a la participación ciudadana”. Criticó la no inclusión de la totalidad de los diez millones de euros comprometidos para proyectos votados por los vecinos en procesos anteriores. En respuesta, el concejal de Hacienda minimizó la seriedad de los presupuestos participativos de 2022 y 2023, tildándolos de “propaganda” y “mecanismo arbitrario”, aunque anunció un aumento de la partida a 2,2 millones de euros para este año, defendiendo la necesidad de “rigor y transparencia” en la participación ciudadana.
El portavoz del Grupo Municipal Socialista, Pedro Herrero, elevó el tono del debate, lamentando la decisión de “impactar” nuevamente contra el Convenio de la Integración Ferroviaria al no incluir la aportación municipal a la SVAV. En este punto, confrontó directamente a Carnero preguntando “¿De qué título jurídico dispone usted para hacer esto por su cuenta y riesgo?”. Advirtió sobre las posibles responsabilidades legales, antes de recordar el precedente de “un alcalde que lo hizo y acabó sentado en el banquillo de los acusados”.
Herrero acusó al regidor vallisoletano de contraer “por su cuenta y riesgo” una deuda de 11 millones de euros con la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, recriminando el incumplimiento del pago pendiente y la falta de inversión en proyectos anunciados el año anterior. Calificó la estrategia del equipo de Gobierno como “vivir del cuento y jugar con once millones más intereses”, acusándoles de “secuestrar” los fondos y mantenerlos “muertos de risa”.
Desde Valladolid Toma la Palabra, su portavoz Rocío Anguita fue contundente al afirmar que el Gobierno municipal “ha ignorado las demandas ciudadanas”. Acusó directamente a Blanco de “faltarle a la palabra” a los vecinos, lamentando “cuatro años de una legislatura fallida" y la falta de “proyectos reales para la ciudad”. Además, denunció la “decisión inmoral” de rechazar las propuestas vecinales, preguntando retóricamente “¿Cómo se atreven a calificar así un proceso transparente y regulado por este propio pleno?”. Añadió que PP y Vox no han presupuestado los proyectos de presupuestos participativos, incumpliendo, según Anguita, los compromisos previos y el reglamento vigente.
También criticó la falta de claridad sobre la financiación del soterramiento, proyecto estrella del equipo de Gobierno, preguntando de forma incisiva sobre la procedencia de los 4.000 millones de euros necesarios y qué servicios municipales se sacrificarían para financiarlo. Denunció la "estrategia" de "estirar el chicle del soterramiento hasta las próximas elecciones municipales sin hacer ni dejar hacer” y culpó al Partido Popular y Vox de presentar “cifras ficticias sin ninguna negociación real con la Sociedad Valladolid Alta Velocidad”.
En defensa de la postura del equipo de Gobierno, el concejal de Vox Alberto Cuadrado argumentó que no existe una obligación legal de reservar crédito para los presupuestos participativos, calificándolos de “bien intencionados” pero no siempre viables. Puso como ejemplo la crianza de halcones para cazar palomas. Lamentó los “ataques sin sentido” respecto al soterramiento, reivindicando la necesidad de avanzar con este proyecto.
Francisco Blanco cerró el debate reiterando la validez jurídica de la desestimación de las alegaciones y la importancia de la aprobación presupuestaria para garantizar la “estabilidad económica de la ciudad”. Insistió en que el presupuesto aprobado “refuerza su compromiso con el desarrollo y el bienestar de los vallisoletanos”, celebrando la aprobación en un contexto nacional de incertidumbre presupuestaria.