CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
Oscar Puente relata a VOX las torturas que sufrió su abuelo en la dictadura
El ministro de Transportes replica al diputado Manuel Mariscal que su antepasado pasó tres años en la cárcel donde recibía "una paliza a la semana y una ducha desnudo a base de manguerazos de agua fría"
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, el vallisoletano Óscar Puente, ha hecho públicas las torturas que su abuelo sufrió durante la dictadura franquista. Y lo ha hecho para replicar una intervención en el Congreso del diputado de VOX, Manuel Mariscal, quien defendió que "la etapa posterior a la Guerra Civil no fue una etapa oscura como nos vende este Gobierno, sino una etapa de reconstrucción, de progreso y de reconciliación para lograr la unidad nacional".
Ante estas afirmaciones, Puente ha salido al paso mediante una extensa publicación en su perfil de la red social X donde ha desmentido los argumentos de Mariscal relatando las diferentes torturas que sufrió su abuelo durante la dictadura franquista y dirigiéndose especialmente a los más jóvenes.
"Si eres joven y te crees esta milonga", arranca Puente en alusión a la intervención del diputado de VOX, "conviene que contrastes la información". "En esa etapa de 'reconciliación' posterior a la guerra civil, mi abuelo, por ejemplo, se pasó 3 años en prisión, de 1939 a 1942. Recibía una paliza a la semana y una ducha desnudo a base de manguerazos de agua fría en el patio de la cárcel, en el crudo invierno de Valladolid", relata el ministro.
"Mi abuela recogía cada semana una muda ensangrentada y le llevaba una limpia. A pesar de eso, mi abuelo tuvo mucha suerte. Un amigo le salvó del fusilamiento cuando lo llevaban en un camión a las tapias de San Isidro, sin juicio previo ni sentencia. Era lo que llamaban 'el paseíllo'", continúa el vallisoletano en su relato.
"Le salvó que era muy religioso y es lo que ese amigo desveló a los que iban a ejecutarle para que le perdonaran. Le bajaron del camión y le conmutaron la ejecución por cárcel. Él era funcionario del
Ayuntamiento de Valladolid. Su único crimen fue ser un hombre de izquierdas, aunque nunca tuvo un cargo público, ni se dedicó a la política", explica el exalcalde vallisoletano.
En su relato, Óscar Puente narra también que su abuelo "al salir de la cárcel se quedó en la calle. Perdió su condición de funcionario de carrera y tuvo que buscarse las lentejas como pudo, viviendo una vida de miseria y privaciones. Murió en 1968 a los 57 años, cojo de las palizas que recibió y con el cuerpo desecho".
Retomando de nuevo las palabras de Manuel Mariscal, Puente también asegura en su publicación que "no hubo ninguna reconciliación tras la Guerra Civil". "Solo la imposición de algunos de sus ideas por la fuerza. Son los mismos, los herederos políticos y biológicos de esas atrocidades los que quieren repetir esos años tan 'gloriosos'".
"Conmigo harían lo mismo que hicieron con mi abuelo si pudieran. Basta escuchar sus discursos de odio. Son fascistas y no tienen el menor empeño en disimularlo. Que no te engañen. El fascismo es lo peor que le ha pasado a la humanidad y a España. Por eso con esta gente ni a coger duros", finaliza el ministro.