Dos días de guardia ante el edificio okupado en Delicias: «Llevan años metiéndose allí»

Después de cuatro asaltos en los que la Policía consiguió evitar que los okupas entraran en el edificio del número cuatro de la calle Olmedo de Valladolid, dos grupos consiguieron penetrar en el edificio abandonado del barrio de Las Delicias, donde ya se encontraban el pasado sábado por la mañana. Los 'inquilinos' al margen de la ley llevaban intentando entrar desde el pasado 15 de mayo. El concejal de Seguridad, Alberto Cuadrado, tuvo noticia de la ocupación la misma mañana del sábado, por lo que avisó a la Policía Municipal para «evitar el temor de los vecinos de la zona, que habían manifestado sus quejas». Por indicación del edil, que visitó el lugar e intentó, junto a los agentes, disuadir a los okupas, un coche de la Policía Municipal lleva vigilando el portal desde ese momento, y allí seguirá al menos hasta el lunes.

Dos grupos tienen ocupados dos pisos del edificio, en uno de ellos han tomado posesión tres personas, y en otro dos, cuyas edades se no han sido confirmadas, aunque según fuentes vecinales entre ellos no hay menores ni ciudadanos de nacionalidad española. La Policía Municipal estará en la puerta del edificio para evitar la entradas de más personas hasta el lunes, cuando se espera que acudan los servicios sociales para plantear alternativas habitacionales a los okupas. En otras ocasiones sí se logró mediante la intervención de estos servicios, que abandonaran el edificio. «En otras ocasiones, se han avenido a salir, pero en esta ocasión se han negado en redondo», asegura el concejal de Seguridad vallisoletano. Y es que los episodios de ocupación en el inmueble se siguen sucediendo desde hace años.

Cuadrado confirma que existe un expediente de ruina en el edificio, aunque aún desconoce si se trata de una ruina técnica o estructural, pues ese extremo corresponde a Urbanismo. Sin embargo, si que existen algunos elementos del interior de la edificación con apuntalamientos.

Los vecinos, más preocupados por el estado ruinoso del edificio que de los okupas, relatan que ese edificio ha estado okupado en varias ocasiones: «Llevan años metiéndose allí», declaran. En alguno de esos episodios se mantuvieron dentro durante mucho tiempo. Los vecinos hablan incluso de una familia gitana que vivió durante años en el último piso, aunque «no daban problemas». En el último desalojo se tapiaron las puertas y ventanas inferiores, que siguen tapiadas, aunque no es el caso de la puerta principal.