El Común pide exámenes médicos en el deporte escolar tras el caso de Zaratán
La muerte de Sebas, de 15 años, motiva la solicitud a la Junta de Castilla y León para que desarrolle un sistema de acreditación mínima para la práctica deportiva federada
La muerte de Sebas, el cadete de 15 años que falleció el pasado mes de enero después de sentirse indispuesto mientras entrenaba al fútbol en el Club Zaratán Sports, ha motivado al Procurador del Común a solicitar a la Junta de Castilla y León que desarrolle un sistema de acreditación mínima para la práctica deportiva federada, tal y como establece la legislación autonómica y, además, que extienda los reconocimientos médicos a los niños que participan en el programa de Juegos Escolares y en los Campeonatos Autonómicos.
Según recuerda la institución liderada por Tomás Quintana en una resolución de oficio, la Ley sobre Actividad Físico-Deportiva de la Comunidad, fechada en 2019, exige que haya un «sistema de acreditación de la aptitud física mínima requerida para la práctica deportiva federada» en aquellas modalidades que se determinen pero, a día de hoy, no existe.
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En respuesta al requerimiento emitido por el Procurador del Común, la propia Consejería reconoció que no se ha regulado este sistema, entre otras cuestiones, porque su implantación implicaría un desembolso por parte de las familias. En concreto, consideran que tendrían que estudiar su «viabilidad [...] para que los costes de la ficha federativa no impidan en ningún caso el acceso de todos los ciudadanos a la práctica deportiva».
El área de Gonzalo Santonja, en el argumentario sobre por qué no se ha desarrollado aún la acreditación sobre el estado de salud de quienes practican deporte, añade que habría que determinar también qué modalidades deportivas incluiría y cuáles serían los requisitos.
A juicio del Procurador, esos «inconvenientes» a los que alude el departamento que también engloba Cultura y Turismo «no parece que deban justificar la carencia regulatoria», teniendo en cuenta que la legislación autonómica «exige esa regulación». Por eso insta a su desarrollo y recomienda que los exámenes médicos se extiendan a quienes practican deporte en edad escolar.
«Aunque para los deportistas federados de los más altos niveles sí existe un control médico para prevenir posibles repercusiones lesivas con ocasión de la práctica del deporte, a juicio de esta Procuraduría ese control debería beneficiar a todos los deportistas federados, sin exclusión; y extenderse, al menos, al ámbito del deporte en edad escolar organizado, según lo previsto en el artículo 15 de la Ley de la Actividad Físico-Deportiva de Castilla y León, a través de los Juegos Escolares de Castilla y León y de los Campeonatos Autonómicos de Edad de Castilla y León», razona en su resolución.
En el texto también destaca que «la atención de la salud física y psíquica de los menores de edad ha de tener una consideración prioritaria» y, por eso, cree que «debería existir un alto grado de exigencia en lo que respecta a la comprobación del buen estado de salud de los deportistas», no sólo para verificar su aptitud para practicar el deporte que corresponda, sino porque la práctica del deporte «puede entrañar riesgos en ciertos niños y adolescentes con patologías ocultas que podrían ser detectadas a través de los correspondientes controles».
El conocido como Defensor del Pueblo basa su razonamiento en las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría, que considera conveniente la realización de exámenes previos al desempeño de un deporte para «detectar algunos factores de riesgo».
Y, aunque en su pronunciamiento reconoce que no hay un «consenso idóneo» respecto a las pruebas que deben realizarse, el Común se apoya de nuevo en los criterios de la Asociación Española de Pediatría para pedir que, al menos, incluya la historia clínica detallada del menor –con antecedentes familiares de ciertas patologías y enfermedades–, una exploración física centrada sobre todo en el aparato cardiovascular y el locomotor, y pruebas complementarias para ciertos deportes, como por ejemplo un electrocardiograma.
Y es que, según refleja la institución presidida por Tomás Quintana a partir de la respuesta que la Consejería de Deportes les trasladó el 15 de marzo de este año, «los deportistas federados pertenecientes a núcleos de tecnificación deportiva o que cuenten con el reconocimiento de alto rendimiento deportivo» tienen un seguimiento médico a través del Centro Regional de Medicina Deportiva de Castilla y León y un seguimiento psicológico a través del programa PROADCYL, mientras que las federaciones también exigen exámenes médicos a sus jugadores para expedir su licencia, pero sin que esté regulado ese sistema de acreditación de la aptitud física mínima requerida.