Valladolid comienza a retirar las luces de Navidad
La vuelta a la rutina ayuda a finalizar un período de magia, descanso y de disfrutar en familia
Tras unas navidades repletas de esperanza y de ilusión, Valladolid vuelve a la rutina y retira todo su alumbrado de la capital . Unas luces que llevan sembrando el espíritu navideño en los vallisoletanos desde el 23 de noviembre y que, tras más de un mes, dejan de engalanar cada rincón y se toman un descanso hasta el próximo invierno. La incorporación a los trabajos y el retorno a los centros educativos regresan a nuestras vidas y el apagado de la decoración navideña evidencia aún más que se ha terminado un período de magia, descanso y de disfrutar cada momento en familia.
Pese a que el día de Reyes es un momento de ilusión en cada hogar, a la vez deja un sabor amargo. No solo da comienzo a una cuenta atrás para el final de las 'tan ansiadas' vacaciones, también supone el apagón del alumbrado , pues, como ya adelantó este mismo diario, el 6 de enero Valladolid apagaría sus luces navideñas, adelantándose así al año 2023, donde estas siguieron complementando a la ciudad hasta el día 8 de enero.
Los vallisoletanos ya no podrán disfrutar de los colores dorado, rojo y blanco que acompañaban a la Plaza Mayor, ni de aquellos arcos luminosos, árboles en 3D o regalos donde residentes y turistas de diferentes territorios posaban para tener consigo un recuerdo fotográfico de la ciudad 'vestida de Navidad' . Así pues, Valladolid retira los más de 350 elementos proporcionados por Iluminaciones Ximénez y dará paso a un período donde el invierno sigue, pero el espíritu navideño se deja a un lado y adquieren relevancia otras novedades, como por ejemplo las rebajas.
Un total de sesenta localizaciones en Valladolid dicen adiós a la Navidad. Los vallisoletanos seguirán paseando por la ciudad, pero esta vez sin pararse en las casetas navideñas, disfrutar en compañía de los belenes o sonreír cada vez que pasan por el tiovivo y disfrutan junto con los más pequeños de la atracción. Esta vez, el turno es de la rutina, de los madrugones y de las prisas . Las calles vuelven a estar abarrotadas, pero no por la llegada de los Reyes Magos o para dar entrada al 2024. La gente regresa a su día día y esperan que puedan seguir compartiendo con sus seres queridos la próxima y que este año les de tregua.