Diario de Valladolid

Valladolid prepara una ordenanza de terrazas más dura para evitar la invasión del espacio público

El Ayuntamiento suprimirá las 57 ubicadas en aparcamientos y prepara una nueva ordenanza para «ordenar» la instalación de mesas y sillas tras la flexibilización durante la pandemia / Gutiérrez Alberca: «La situación se ha ido un poco de las manos»

Terrazas zona catedral.- PHOTOGENIC

Terrazas zona catedral.- PHOTOGENIC

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

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Los tiempos de manga ancha con las terrazas tocan a su fin, aunque todavía falta para que el Ayuntamiento apruebe la nueva ordenanza que regulará la ocupación del espacio público por las mesas y sillas de los establecimiento.

La pandemia llevó a los ayuntamientos a adoptar medidas de flexibilización para la instalación de terrazas y así dar un respiro a uno de los sectores más afectados como fue la hostelería. En el caso de Valladolid, el anterior equipo de gobierno municipal suprimió la tasa de terrazas durante los años 2020 y 2021 y permitió que aquellos que no disponían de espacio en el exterior pudieran instalarlas en zonas de aparcamiento.  Aquellos que ya las tenían pudieron ampliarlas. 

Terminado el periodo de confinamiento, el  consistorio abrió  un plazo extraordinario para autorización de nuevas terrazas y para ampliar las existentes. Las solicitudes llegaron en tromba: 519 para ampliar y 98 para montar una nueva terraza , a las que había que añadir otras 400, en números redondos, presentadas en meses anteriores, 178 para abrir de nuevo y unas 200 para hacerla más grande. La terraza pasó a ser la tabla de salvación para muchos  hosteleros y se incrementaron desde las mil que había en 2019 a las 1.800 de 2021. La renovación en enero de las 1.150 que tienen pagada la tasa revela que se ha vuelto a la situación previa a la pandemia.

La ampliación del espacio ocupado fue evidente en sitios como la plaza Mayor y la zona de la catedral, pero pasada ya hace un tiempo la situación de excepcionalidad, el concejal de Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, considera llegado el momento de poner en marcha «un nuevo modelo de uso y disfrute del espacio público» y controlar más la instalación de terrazas.

De entrada, Gutiérrez Alberca anunció ayer la renovación a partir del 1 de enero de las 1.150 terrazas que están al corriente del pago de la tasa y la supresión, antes del 15 de enero, de las 57 que siguen instaladas en zonas de aparcamiento ;  las supervivientes de las 200 que optaron por esta fórmula durante la pandemia. El concejal aclaró que realizarán un estudio individual de cada una de las 57 terrazas y dejó abierta la puerta para que alguna «pueda tener en el futuro alguna viabilidad» , fuera de las zonas de aparcamiento claro,  pero dio por hecho que la mayoría no podrán reinstalarse. Al tiempo, avanzó que elaborarán un plan director de terrazas como paso previo a un nueva ordenanza, que sustituirá a la hora vigente, en vigor desde marzo de 2015. 

Gutiérrez Alberca justificó el plan director, para el que contratarán a una empresa externa, y la nueva ordenanza al considerar que «la situación se ha ido un poco de las manos» desde la pandemia y añadió que «no puede ser que la norma sea muy rígida para la concesión de licencias para al interior del local y fuera sea el sálvese quien pueda». 

El concejal señaló que en algunas zonas las terrazas no permiten el paso ni de los vehículos de limpieza ni de los servicios de emergencia , a lo que sumó la proliferación de elementos y mobiliario, sobre todo en las  terrazas cubiertas, que pueden representar un peligro como estufas, sistemas de alumbrado o macetas de plástico, susceptibles de provocar un incendio. 

«Basta con dar una vuelta por la calle para ver que algunos espacios se han convertido en un almacén de terrazas», afirmó durante la presentación del protocolo de colaboración suscrito con la Asociación de Hostelería.

Aunque no precisó qué medidas podrían aplicarse, el edil se mostró partidario de aplicar un «tratamiento singularizado» a las terrazas que se encuentran en zonas especiales del casco histórico como la plaza Mayor o el entorno de la catedral.

Insistió el concejal en que el objetivo es «regular de forma eficaz la explotación de los negocios» sin que perjudique el uso y disfrute del espacio público y aquí recordó que en algunas zonas «es difícil la convivencia (de las terrazas y el ocio) con algunas comunidades de vecinos». El plan director será «muy pormenorizado» y tiene por objeto, según explicó el edil, analizar tanto la «ocupación real de las terrazas, no sólo el plano», como los elementos que la componen. La reordenación conllevará, con toda seguridad, la reducción del espacio que ocupan ahora algunas.

El plan director y la nueva ordenanza se elaborarán en colaboración con la Asociación de Hostelería de Valladolid, cuyo presidente, Jaime Fernández, también consideró necesario «ordenar» la situación. «No se trata de prohibir, ni poner, ni quitar terrazas, sino de ordenarlas , aplicar una ordenanza municipal, tener un diálogo y que vaya todo mejor», dijo Fernández.

El  protocolo suscrito tiene una vigencia de cuatro años y recoge que el Ayuntamiento elaborará un Plan de Implantación de Terrazas en la vía pública «partiendo de la información de que dispone» y de la que la Asociación de Hosteleros le facilite. 

A la vez, se compromete a  adoptar las medidas oportunas en cuanto a la modificación de la Ordenanza Reguladora, «permitiendo su adaptación a la realidad actual». La Asociación de Hostelería  aportará «su experiencia y conocimientos» sobre las terrazas implantadas en Valladolid, a fin de que se permita un análisis y estudio por parte del Ayuntamiento.

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