Carnero pide que le dejen «intentar» el soterramiento de Valladolid con la ayuda del Gobierno
El alcalde insiste en que «todo se ha puesto a favor» para el proyecto y el PSOE reclama un pleno extraordinario para que el regidor explique el coste y las consecuencias de renunciar a la integración
El soterramiento del tren seguirá como el asunto central del alcalde, Jesús Julio Carnero , pese a que el nuevo ministro de Transportes, Óscar Puente , no ha dejado mucho margen para la esperanza en sus primeras declaraciones. Puente ya había abandonado el salón de plenos, tras el acto de renuncia a la concejalía, cuando Carnero hizo una encendida defensa del proyecto e, incluso, fue más lejos y pidió a los grupos de la oposición ir «de la mano», pese a que, por activa y por pasiva, tanto el PSOE como Valladolid Toma la Palabra han dicho que el proyecto está muerto y toca cumplir el convenio firmado y ejecutar la integración del tren en superficie que está en marcha.
De esto iba la moción presentada por el PSOE, de pedir que se cumpla el convenio firmado en 2017 , pagar las cuotas correspondientes -11 millones para 2024- y, en el caso de no hacerlo, solicitar al alcalde que explique las consecuencias económicas que tendrá para el Ayuntamiento. Además, el PSOE pedía un pleno extraordinario para que Carnero aclare cómo piensa realizar el soterramient o; con sus costes y los plazos previstos.
Ante la moción, el alcalde hizo ayer de portavoz del PP para responder al representante socialista, Pedro Herrero , y pidió que le dejen intentarlo «porque el soterramiento es de justicia» y pondrá a la ciudad «en el siglo veintiuno».
Carnero aseguró que nadie le va «a mover» de su posición, máxime ahora que el ministro de Transportes es de Valladolid, una confluencia astral que no esperaba y que explotará al máximo, aunque no hay ninguna garantía de éxito. «Déjeme al menos solicitar la interlocución del Gobierno para intentar lo que interesa a esta ciudad» , señaló el alcalde, que pidió «partir de cero» para retomar el proyecto desechado en 2017.
En su intervención, el regidor dijo que «todo se ha puesto a favor» tras el nombramiento de dos ministros de Valladolid y además concejales de la Corporación, pero reconoció que el soterramiento «es una obra pública y lo tiene que llevar a cabo el Gobierno, principalmente».
Frente a los que rechazan retomarlo, el alcalde afirmó que el soterramiento «no es un sueño o una quimera» y advirtió: «O lo hacemos nosotros o vendrán nuestros hijos y lo harán».
Al portavoz socialista no le convenció «el discurso bonito» del alcalde y señaló que «las obras públicas no se hacen con voluntad política, sino con dinero» . Herrero afeó a Carnero que aplique al soterramiento la conocida expresión de «yo invito y tú pagas» y le pidió que explique «cuál será el coste para la ciudad de su huida hacia adelante», al tiempo que le acusó de «estar en una campaña propagandística».
En nombre de Valladolid Toma la Palabra el concejal Jonathan Racionero recriminó al alcalde su «empeño en una promesa cada vez más difícil de cumplir», máxime después de que Adif haya anunciado la construcción de una segunda vía de acceso a la estación Campo Grande, lo que puede suponer mayor complejidad técnica y más coste para acometer el soterramiento.
Para Vox, sin embargo, el soterramiento es «la solución definitiva» para frenar la construcción de nuevos túneles y pasarelas, dijo el concejal Víctor Martín , quien se refirió a ellos como «espacios del miedo» y añadió que «no se puede seguir gastando dinero» en la integración del tren.
El concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona , no entró, como tampoco hizo el alcalde, en el coste que tendría el soterramiento y se limitó a señalar que «ya llegará el momento de valorarlo» porque «no es sólo cuestión de dinero». Zarandona dijo que «es bueno cambiar de opinión» y sobre la integración del tren señaló que «no integra nada». Al final, la moción del PSOE fue rechazada .