Diario de Valladolid

Los coches ‘eco’ acaparan ya el 63% de las ventas en Valladolid con los híbridos a la cabeza

Valladolid acumula 3.585 unidades vendidas este año, de las que 2.259 están electrificados o funcionan con gas / El diésel se hunde como el combustible con menor demanda en los segmentos de turismos y todoterrenos

Un vehículo híbrido enchufable en un punto de carga de la provincia de Valladolid. M. Á. SANTOS / PHOTOGENIC

Un vehículo híbrido enchufable en un punto de carga de la provincia de Valladolid. M. Á. SANTOS / PHOTOGENIC

Publicado por
Ricardo García
Valladolid

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La tendencia es ya imparable. Los conductores de Valladolid cada vez apuestan más por vehículos menos contaminantes, dejando de lado los combustibles tradicionales y optando por la electricidad e incluso el gas. Así lo ponen de manifiesto los datos acumulados de matriculaciones hasta agosto, que dejan claro que la movilidad más verde es la que triunfa ahora en el mercado. No en vano, el 63% de los turismos y todoterrenos vendidos en la provincia en lo que va de año portan las etiquetas de la DGT destinadas a los vehículos menos contaminantes. El último informe publicado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), la patronal de los concesionarios (Faconauto) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam) es más que contundente. Según sus datos, en la provincia vallisoletana se matricularon hasta agosto de 2023 3.585 coches, de los que 2.259 han sido híbridos, híbridos enchufables, eléctricos o de gas, lo que pone de manifiesto la tendencia que se está consolidando en el mercado automovilístico.

Es evidente que el futuro incierto que viven los motores de combustión tradicionales ha tenido también su efecto en las decisiones de los conductores a la hora de elegir qué coche comprar, aunque en muchos casos también influye el aspecto económico. A pesar de que el desembolso inicial puede ser mayor en el caso de los vehículos electrificados o de gas, el ahorro a largo plazo acaba compensándolo. A todo lo anterior se suma, además, que los fabricantes cada vez ofrecen una gama más amplia de vehículos menos contaminantes, con modelos exclusivos para este tipo de propulsión o ampliando las opciones de motorización del resto de modelos. En definitiva, un amplísimo catálogo mucho más variado que hace no tantos años, cuando las opciones apenas eran un puñado.

Ante este escenario, por tanto, resulta difícil que los conductores se resistan a una tendencia que cada vez está más asentada. Es cierto que los motores térmicos tradicionales no desaparecerán en el corto plazo, pero no lo es menos que para los conductores ahora hay otros criterios a tener en cuenta.

Conviene señalar, asimismo, que los datos que ofrece en informe de Anfac, Faconauto y Ganvam hace referencia a las matriculaciones, es decir, a los vehículos nuevos que se han vendido. De lado queda el mercado de segunda mano, del que en este caso no se ofrecen datos.

Más allá de este apunte, lo que también confirman las estadísticas es que los vehículos híbridos siguen siendo la opción preferida de los conductores vallisoletanos. La combinación de un motor térmico con uno eléctrico permite reducir los consumos sin renunciar a la autonomía, un aspecto que sigue siendo un hándicap para los vehículos eléctricos.

No obstante, esta categoría sigue ganando adeptos y se coloca ya como la segunda con más ventas, 245, que aún lejos del ejemplo anterior son suficientes como para otorgarle un espacio notorio en la fotografía del mercado de turismos y todoterrenos.

Con unas cifras de venta en Valladolid ligeramente por debajo de los eléctricos se sitúan los coches a gas, los cuáles cuentan con un depósito de gas licuado de petróleo que hace funcionar el motor. La principal ventaja de este combustible es que resulta más económico que la gasolina o el diésel, y ya desde hace varios años ha sido una opción muy valorada en el transporte público, como los taxis e incluso los autobuses urbanos de la capital vallisoletana.

Finalmente, entre los vehículos 100% eléctricos y los híbridos hay un pequeño espacio del mercado que queda cubierto con los híbridos enchufables, aquellos en los que el motor eléctrico se puede recargar sin necesidad de que entre en funcionamiento el de combustión. No obstante, con 173 ventas hasta agosto, parece ser una fórmula que no convence del todo a los conductores castellanos y leoneses.

LA PROVINCIA MÁS ‘ECO’

También es importante señalar, en relación con todo lo anterior, que el dato de ventas de vehículos ecológicos sobre el total de matriculaciones de Valladolid es el más alto de Castilla y León, lo que hace que sea esta la provincia que en mayor medida se decanta por otro tipo de motores más allá de los tradicionales de gasolina y diésel.

De hecho, a la vista de los datos que contiene el último informe, la provincia marca el rumbo en este sentido, puesto que el resto sigues estando algo lejos de ese 63%. Precisamente, el segundo lugar de la lista lo ocupa Segovia con un 56%, mientras que el tercer puesto le corresponde a Ávila con un 55,6%.

En cuarta posición aparece Soria, donde los coches híbridos, híbridos enchufables, eléctricos y a gas copan el 54,6% del mercado. precisamente, la provincia soriana es también la que iguala la media autonómica. El quinto lugar le corresponde a Salamanca, con una presencia de los coches ‘eco’ en el mercado de turismos y todoterrenos del 52,8%, mientras que la sexta provincia en la lista es León, con un 51,1% de matriculaciones para este tipo de vehículos.

Burgos es, por su parte, la última de las provincias en las que los coches menos contaminantes lideran el mercado, aunque en este caso con un discreto 51%. Por su parte, los conductores de Zamora y Palencia sigue optando mayormente por opciones térmicas de diésel o gasolina. En el caso de la provincia zamorana, las opciones con menos emisiones abarcan un 49,4% del mercado, mientras que en Palencia cae hasta el 48,7%.

Conviene destacar, además, que en todas las provincias la venta de vehículos diésel se ha desplomado en 2023 con respecto a los primeros ocho meses de 2022. En el caso de Valladolid, la caída es de un 26,9%, frente a un 0,7% en la gasolina.

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