Diario de Valladolid

El cuartel rehabilitado en Puente Colgante en Valladolid contará con un aparcamiento de 64 plazas en el patio

La Junta amplía hasta el final de año las obras para convertir el acuartelamiento en un bloque de 63 viviendas de alquiler / El párking para los inquilinos del edificio obligará a cambiar el uso del suelo, destinado a jardín

Casas que se están rehabilitando en la antigua casa cuartel de la Guardia Civil de Puente Colgante. J.M. LOSTAU

Una de las fachadas del antiguo cuartel de Puente Colgante tras su rehabilitación.- J.M. LOSTAU

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

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El viejo cuartel de la Guardia Civil de  Puente Colgante, rehabilitado ahora para viviendas de alquiler, ya luce su nueva cara, pero todavía falta habilitar las plazas de aparcamiento para los futuros residentes, un estacionamiento que estará en antiguo patio del acuartelamiento. 

La conversión del patio en un aparcamiento no es un cuestión menor y supone un trámite urbanístico complejo.   De hecho, la junta de gobierno del Ayuntamiento aprobó ayer un acuerdo que se prestaba a confusión al denegar «la renuncia» solicitada por la Dirección General de Vivienda de la Junta «a la ejecución de la fase II de la licencia de obras» para la rehabilitación del edificio. Es decir, como si la Junta se negara a continuar con unas obras que ya están en su fase final. 

El concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona, explicó ayer que no hay tal rechazo, sino que el patio figura en el Plan General de Ordenación Urbana como un espacio libre, una zona verde, y la Junta pidió al Ayuntamiento «desistir de esa licencia para ajardinar» esta zona y construir en su lugar el aparcamiento. Zarandona añadió que el Ayuntamiento «no puede dar esa licencia porque un espacio libre no puede tener plazas de aparcamiento», de ahí que se denegara la petición de la Junta para no hacer el jardín y en su lugar construir el aparcamiento.

  Ahora, según señaló el edil, es la Junta la que «tiene que instar una modificación de ese espacio libre», un trámite que no se sabe cuánto se alargará. En compensación por la pérdida de esta zona que estaba destina a jardín y será aparcamiento, el Ayuntamiento y la Junta deberán buscar otro emplazamiento de igual superficie para habilitarlo como espacio verde. Sobre el estado de las obras, Zarandona dijo que «siguen su curso y cuando termine la Junta las recibirá», aunque el plazo de 23 meses previsto para la ejecución de los trabajos terminó el pasado 4 de julio, con lo que ya acumulan un  retraso de mes y medio

La directora general de la Vivienda de la Junta, María Pardo, desveló ayer que la empresa constructora solicitó una prórroga «por remates de final de obra» y tienen hasta final de año como nuevo plazo para la entrega de los trabajos . Pardo se mostró confiada en que no lo agoten y los trabajos terminen antes y, en todo caso, subrayó que la entrega de las viviendas no esperará a que esté acabado el aparcamiento.

La construcción del estacionamiento, para así evitar que se agrave el problema de  aparcar en la zona con la llegada de nuevos residentes, es la segunda y última fase de rehabilitación de un edificio construido en el año 1949  y propiedad de la Junta de Castilla y León desde 1984. Durante más de sesenta años funcionó como acuartelamiento de la Benemérita hasta 2014, aunque mucho antes, en 2004, había comenzado el traslado de las familias de los agentes a Zaratán. En  2015 Ayuntamiento declaró la ruina económica del inmueble .

Debido a su mal estado, el Ayuntamiento sopesó en su momento la demolición, pero al final optó por mantenerlo, eso sí con la condición de acometer un intervención para apuntalar la estructura.

Después de algunos titubeos, con peticiones reiteradas por parte del  Ayuntamiento para que la Junta acometiera las obras necesarias ante el mal estado del edificio,  la administración autonómica encargó en 2019 la redacción del proyecto de rehabilitación y dos años después, en agosto de 2021, empezaron la obras.

 La visita del consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y del entonces  alcalde, Óscar Puente,  al antiguo acuartelamiento al comenzar los trabajos de rehabilitación ponía fin a uno de los motivos de fricción entre el consistorio y la Junta.

 El presupuesto inicial fue de 6,3 millones de euros, aunque a lo largo de la intervención se produjeron modificaciones de obra que encarecieron el proyecto. El resultado de la rehabilitación  es un edificio en forma de ‘U’ con ocho portales y 63 viviendas de entre 59 y 100 metros cuadrados de superficie, de las cuales 48 serán de tres dormitorios y 15 más tendrán dos, de las cuales cuatro serán accesibles.

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