Diario de Valladolid

Crónica negra

La madrugada de cuchilladas en la calle San Luis que conmocionó a Valladolid

Guillermo Marcos asesinó a su exnovio Daniel hace 9 años en el domicilio de este de 12 puñaladas y lo quemó vivo en una bañera

Personal del Servicio de Patología Forense retira el 1 de julio de 2014 el cadáver del ferretero Daniel González Repiso, asesinado por su expareja.- E.M.

Personal del Servicio de Patología Forense retira el 1 de julio de 2014 el cadáver del ferretero Daniel González Repiso, asesinado por su expareja.- E.M.

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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Del sobresalto, a rozar el infarto. Los residentes del bloque 18 de la calle San Luis de Valladolid, pegada a la calle Estación, nunca olvidarán el 1 de julio de 2014 , hace justo nueve años. No se habían repuesto del incendio intencionado del homónimo bar a ras de calle que había destruido el establecimiento en el mes de enero, cuando a alba del 1 de julio se encontraron con el apocalipsis en el 3ºC.

Nuevamente las llamas habían prendido en este piso, propiedad de Daniel González Repiso, de 64 años , y también de forma provocada. Su exnovio Guillermo Jesús Marcos Maestro de 53, ciego de ira, con las facultades mentales algo alteradas, dio muerte a su expareja de forma enloquecida.

La Policía había recibido el aviso a las 9:28 horas de un vecino que escuchó angustiosos gritos de auxilio procedentes del 3ºC. Al entrar, los agentes se toparon con un espectáculo dantesco, propio de una película de terror. El dueño de la casa, un ferreteo  prejubilado de 64 años, calcinado en la bañera, con signos de violencia previa. El cuarto de baño en llamas y el presunto autor del crimen, en calzoncillos, sangrando y en estado de shock cuando llegó la Policía. Fue ingresado en estado grave en la Unidad de Quemados del Río Hortega . Aún no estaba en condiciones de declarar, pero, si lo hizo a los dos días.

Unidad de quemados

El caso, que al instante fue considerado como el más sórdido de las últimas décadas en Valladolid, fue pronto arrojando luz sobre el móvil del asesinato. El herido, de 53 años y que mantenía una relación sentimental con Daniel González, y que este ya había dado por acabada desde enero de 2014, sería el autor del crimen, aunque esta certeza tardó en esclarecerse ya que fue ingresado en estado grave en la Unidad de Quemados del Hospital Río Hortega.

Fue un crimen con incendio incluido que se fue de las manos con un resultado que pudo ser muchomás trágico para los residentes del bloque, unos sufridos moradores que acumulaban ya dos incendios ese año, el primero de ellos, también intencionado, el pasado mes de enero en el bar ‘San Luis 18’. Ambos hechos no guardaban relación.

Según informó entonces el Cuerpo Nacional de Policía, fueron los propios agentes quienes se toparon con el supuesto agresor en el interior de la vivienda , propiedad de González, aunque en la placa de su buzón también está incluido el nombre de su hermano Juan José.  Al llegar los agentes comprobaron que salía una gran cantidad de humo bajo la puerta y tras golpear en repetidas ocasiones, les abrió el ahora arrestado e ingresado. Presentaba heridas en las manos y en la cara y se encontraba en estado de shock, incapaz de determinar si había más gente en la casa. Sí la había.

Estaba muerta y y calcinada. Concretamente en la bañera del cuarto de baño, bajo un amasijo de madera de muebles y telas. En el ambiente flotaba aún un olor a disolvente , según informaron fuentes de la investigación. La Policía decidió avisar al Servicio de Extinción de Incendios y al Servicio de Emergencias. Y para adelantarse, ordenó desalojar puerta a puerta todas viviendas del edificio.

En ese momento el humo ya era muy denso en el hueco de las escaleras. «Yo escuché un ruido pero lo atribuí a que se había caído algo en unas obras que están haciendo en una vivienda del bloque. Realmente me enteré de todo cuando la policía nos aporreó la puerta y nos dijo ¡Desalojen! » , relató una vecina del portal 18, que como todos los consultados, definió al ferretero como una persona soltera «amable» que nunca había dado que hablar en los más de diez años de residencia en San Luis, 18.

Cuando llegaron los Bomberos, a las 9:45 horas, el humo aún salía a borbotones por la ventana de la buhardilla y por la que da a la calle Estación. El Servicio de Extinción de Incendios se encontró al presunto homicida, en este caso en la calle esperando a la ambulancia, aún en estado de shock y sangrando. Testigos presenciales indicaron que estaba en calzoncillos. Al salir, dejó restos de sangre en las escaleras y el portal que aún eran visibles horas después.

Muebles en la bañera

Los Bomberos se encargaron de avanzar por la casa hasta el foco del incendio que encontraron prácticamente circunscrito en el cuarto de baño . Allí estaba el cuerpo carbonizado de Daniel González entre telas chamuscadas y trozos de muebles humeantes.

Su identidad se comprobó después. Fuentes de la investigación indicaron que el cuerpo estaba tan quemado que hubo dudas al principio de si era de varón o de mujer. Los agentes de la Policía Científica entraron inmediatamente en acción enfundados en monos blancos para inspeccionar durante casi tres horas el inmueble con el fin de recoger muestras y analizar lo ocurrido.

El cuerpo de Daniel González fue retirado del piso a las 12:40 horas para su traslado al Instituto Anatómico Forense donde se le practicó la autopsia. Fuentes de la investigación indicaron que el cadáver presentaba signos de violencia anteriores al proceso de ser quemado . El coche de Daniel, un Peugeot 107, estaba ese día aparcado en su parcela de San Luis, 18 sin ningún alteración en su interior

Condenado a 19 años, se suicidó en El Dueso

El acusado, Guillermo Marcos, en el juicio. ICAL

El acusado, Guillermo Marcos, en el juicio. ICAL

El juicio con jurado popular se celebró en noviembre de 2015, y el acusado no quiso declarar. «Prefiero permanecer callado» , es la escueta frase que el entonces presidente de la Audiencia de Valladolid, Feliciano Trebolle,  ‘arrancar’ a Jesús Guillermo Marcos, el acusado del crimen de la calle San Luis. De ahí que ni el jurado ni nadie llegará a conocer nunca la versión de los hechos por boca de Guillermo M.M, de 54 años, pues desde el día del crimen el acusado ha mantenido un hermetismo absoluto, el mismo que le llevó a negarse a declarar ante la policía y más tarde ante el juez instructor.

Ello no impidió, según informó en su día Europa Press, que el abogado de la acusación particular, se dirigiera al jurado para prevenir a sus miembros de que quien ocupaba el banquillo es una persona «abyecta» y «taimada», autor, en su opinión, del «¡crimen más horrible de los ocurridos en la historia de esta ciudad, pues ningún ser humano se merece morir acuchillado y quemado en una hoguera!», al tiempo que ha advertido de que los hechos podrían enmarcarse en un episodio de violencia de género.

La defensa de Guillermo solicitó un fallo absolutorio y, subsidiariamente, una pena de 10 años de internamiento en un centro psiquiátrico. La letrada alegó que Guillermo  «no era consciente de sus actos» el día de los hechos debido al grave trastorno mental que padecía. En este sentido, censuró a actuación de los facultativos del Hospital Clínico Universitario que dos días antes le atendieron en Urgencias y donde su cliente ya solicitó ayuda porque, como así advirtió entonces, tenía miedo de hacer daño a alguien. «Se tenían que haber adoptado entonces una serie de garantías que no se tomaron», protestó. Condenado a 19 años de cárcel se suicidó dos años después en la prisión del Dueso en Cantabria

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