Diario de Valladolid

La Delegación del Gobierno huele a marihuana

Las ventanas del laboratorio en el que se almacenan y analizan las drogas incautadas arrojan un inconfundible olor que se aprecia desde los alrededores

Edificio de la Delegación de Gobierno de Castilla y León, donde se ubica el laboratorio de análisis de drogas del que emana el olor a marihuana. PHOTOGENIC

Edificio de la Delegación de Gobierno de Castilla y León, donde se ubica el laboratorio de análisis de drogas del que emana el olor a marihuana. PHOTOGENIC

Publicado por
Ricardo García
Valladolid

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Pasear por la vallisoletana calle de Francisco Scrimieri puede dejar a los viandantes una particular sorpresa . Un característico olor a marihuana que inunda los alrededores y cuyo origen no es otro que el edificio que alberga la Delegación del Gobierno de Castilla y León . Pero no se trata de ninguna actividad cuestionable por parte de trabajadores que buscan nuevas formas de combatir el estrés laboral, sino porque en estas instalaciones también está ubicado el laboratorio en el que se almacenan muestras de las drogas incautadas por las autoridades . Unas dependencias cuyas ventanas se asoman a la mencionada vía y que arrojan un inconfundible aroma a cannabis.

En realidad, esta situación no es más que el anecdótico resultado del trabajo que se lleva acabo en el mencionado laboratorio , pero que no deja de llamar la atención a los viandantes que pasan por el lugar. No en vano, para aquellos que no conozcan su verdadero origen resulta enormemente llamativo que el olor se extiende por una calle donde no solo está la Delegación del Gobierno, debidamente vigilada por agentes de la Policía Nacional, sino también el edificio que alberga las consejerías de Economía y Hacienda y de Industria, Comercio y Empleo de la Junta de Castilla y León.

De puertas para dentro del edificio del Ejecutivo central, no obstante, lo que se encuentra en uno de los sótanos es el laboratorio donde se someten a análisis todas las sustancias estupefacientes incautadas por la Policía Municipal y Nacional o la Guardia Civil a fin de determinar su composición o su pureza, entre otras características, ya que algunas pueden ser determinantes a la hora de dictar las penas correspondientes por su venta o tráfico.

Así lo explica a EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN el director del Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno, Jesús Tejedor, quien aclara que en algunos casos las drogas también son localizadas gracias al trabajo del personal de prisiones . Hay casos, los menos frecuentes, en los que las incautaciones proceden de la autoridad aduanero, pero como incide Tejedor, esto solo sucede de manera puntual ya que ni Valladolid ni Castilla y León son lugares en los que exista mucho movimiento de personas y mercancías que requieran pasar por la aduana. En cualquier caso, al laboratorio que él dirige no le suele faltar trabajo, ya que la droga «se recepciona en las nueve provincias, sobre todo en Valladolid» . Una vez en sus instalaciones, el procedimiento siempre es el mismo. «Primero se realiza el análisis y luego se destruye» , remarca el director del área de Salud de la Delegación.

Pero también existen algunos matices, puesto que la forma de actuar de las autoridades depende de las cantidades halladas . Por un lado, los delitos de tenencia o consumo son los considerados más leves, y se resuelven a través de un expediente administrativo que supone una sanción económica o una labor de trabajo comunitario para la persona que comete el delito. Frente a este tipo de infracciones están las catalogadas como delitos de tráfico de droga, aquellas en las que la intervención de las autoridades consigue desmantelar plantaciones o hacerse con grandes alijos de estupefacientes. Pero no solo eso, sino que también está tipificada aquí la venta al por menor de las sustancias.

Y es que esta diferenciación es la que marca el procedimiento que lleva a cabo el laboratorio de Tejedor , quien explica las dos fórmulas. «Cuando se trata de un procedimiento gubernativo se deja pasar un año», señala en relación a esas infracciones menores y que tienen que ver con «pequeñas cantidades de droga, unas dos cajas de zapatos al año». Concluido este tiempo, las sustancias «se destruyen en dos lugares fuera de la comunidad autónoma», cuya ubicación no se desvela por cuestiones de seguridad. Por otro lado están los procedimientos judiciales, en los que debe ser un magistrado el que autoriza la destrucción de la mayor parte de los alijos a excepción de una pequeña parte que se almacena como muestra. «Si en un mes no nos dicen lo contrario lo destruimos» , afirma Tejedor.

Comógrafo de gases utilizado para analizar las sustancias. E.M.

Comógrafo de gases utilizado para analizar las sustancias. E.M.

De hecho, profundiza sobre esta cuestión para señalar que cuando se trata de un procedimiento gubernativo la labor del laboratorio consiste únicamente en identificar de qué tipo de sustancia se trata, mientras que en los judiciales también hay que cuantificarla. Esto no se trata de conocer cuánta cantidad hay, sino en cifrar la concentración o pureza. Como explica Tejedor, «con el cannabis y el hachís da lo mismo, pero con la cocaína y la heroína influye que esté cortado . A partir de un 80% de sustancia pura es un agravante». Además, todos estos datos «determinan el valor hipotético en el mercado».

Con varios años de experiencia a sus espaldas, Jesús Tejedor asegura que la sustancia más común en las incautaciones es el cannabis, con menor presencia de la cocaína y la heroína . En los últimos tiempos, señala, «se van incorporando ketamina y sustancias de nuevo diseño» como LSD, anfetas o éxtasis, aunque matiza que «es muy esporádico» .

En su memoria también están las cantidades aprehendidas en el marco de importantes operaciones antidroga llevadas a cabo en Castilla y León, las cuales llegaron a hacerse con toneladas de estupefacientes que, de otro modo, habrían acabado en el mercado. Tejedor recuerda, en este sentido, un alijo de 5.000 kilos de hachís que fue intervenido en Soria , quizá la cantidad más grande de los últimos años en lo que se refiere a esta sustancia.

El director del área de Sanidad de la Delegación del Gobierno destaca, además, la importancia que la autovía A-1 ha tenido en el tráfico de drogas por la comunidad autónoma. Precisamente fue en esta carretera donde se localizaron unos 1.500 kilos de hachís , según recuerda Tejedor. En efecto, las sustancias derivadas de la marihuana son las que acaparan gran parte de las estadísticas, puesto que hace dos años se incautaron otros 1.200 kilos también de hachís .

Pero a pesar de todo lo anterior, las drogas no siempre se encuentran ya procesadas, sino que en otras ocasiones aparecen en su estado más natural . Esto ocurre principalmente, de nuevo, con la marihuana, de la que se han intervenido también extensas plantaciones. Haciendo memoria, Tejedor se retrotrae a una operación en la que las autoridades dieron con entre 4.000 y 5.000 plantas , las cuales habrían producido suficientes sustancias como para adquirir un gran valor en el mercado.

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