Zúñiga, el vallisoletano detrás de las grandes ferias taurinas de Castilla y León

En su infancia, Carlos Zúñiga hijo, era infalible en el conocimiento de cualquier ganadería de lidia con solo ver el dibujo del hierro marcado en la piel de un toro. Tal era su pasión por todo lo concerniente a la cría de esta raza de bóvidos, y también por la lidia de las reses, ya fuera en el campo, o en la plaza. Nacido en el seno de una familia vallisoletana vinculada con el planeta taurino , pronto se incorporó a la sociedad Circuitos Taurinos, mercantil que ahora dirige de modo plenipotenciario, y que es una de las entidades de mayor peso e influencia en el mercado de las ferias taurinas.

En estos días su empresa organiza la feria taurina de San Pedro en la capital zamorana , un ciclo que ha logrado remontar desde que el joven empresario tomó las riendas de la gestión de un coso, de titularidad privada, que se encontraba en una situación de cierto abandono. Este sábado, precisamente, Zamora ofrece a los aficionados el cartel de más relumbrón del fin de semana, con la presencia del sevillano ‘Morante de la Puebla’ , que retorna a los ruedos tras su lesión torácica en la plaza de Badajoz tras sufrir dos volteretas violentas por un toro de Núñez del Cuvillo.

Zúñiga no duda en valorar el regreso a los ruedos de Morante en la plaza de Zamora: “Es ilusionante saber que un torero de época, histórico, como Morante, vuelve en Zamora. Él es la base del cartel, el mayor atractivo, y creo que su valía real se podrá valorar cuando se retire , porque su aportación, en conjunto, a la tauromaquia es inmensa”. Junto con el diestro de La Puebla del Río se anuncian Sebastián Castella , torero galo triunfador en San Isidro, y el zamorano Alberto Durán . Los toros pertenecen al hierro de Hermanos García Jiménez.

Si Zamora, junto con Palencia, son las dos plazas de mayor relevancia que gestiona Carlos Zúñiga hijo en Castilla y León, el coso por el que ha dado más que hablar ha sido el de Gijón, El Bibio . Su feria de agosto alcanzó unas elevadas cotas de asistencia de aficionados, en gran parte de las provincias de Castilla y León más cercanas al Principado de Asturias, así como un prestigio contrastado por sus carteles en la selección de toreros y ganaderías. El veto de la anterior corporación a los festejos taurinos ha cesado con el vuelco electoral, y este agosto se podrán volver a celebrar corridas en Gijón.

“La feria taurina de Gijón, a la que acuden muchos aficionados de León, Salamanca, Valladolid, Palencia y Burgos, siempre ha generado riqueza económica y cultural, y gracias a la nueva corporación, y a su alcaldesa, la libertad vuelve para que se pueda celebrar su feria taurina , que es una buena noticia no solo para el público, sino para toda a ciudad”, apunta Zúñiga.

Aún pervive en Carlos Zúñiga hijo aquella ilusión infantil que lo llevaba de plaza en plaza, de ganadería en ganadería, siempre con una mirada de entusiasmo frente a los toros, ensimismado por su “belleza y gallardía”, y con el espíritu de aprendizaje que le ha llevado a convertirse en uno de los empresarios taurinos imprescindibles en el panorama actual. Un hombre con una fe imperecedera en la tauromaquia, “un ámbito de la cultura que merece respecto y promoción, al margen de ideologías”