Diario de Valladolid

La hostelería de Valladolid se rinde a Paco de La Criolla

El histórico cocinero de La Criolla recibe una placa homenaje en la gala del Concurso Provincial de Pinchos de Valladolid como premio a su trayectoria

Óscar Puente, alcalde de Valladolid, se une a la ovación a Francisco Martínez, de La Criolla, que recibe una placa conmemorativa en la gala del Concurso Provincial de Pinchos 2023. -AYUNTAMIENTO VALLADOLID

Óscar Puente, alcalde de Valladolid, se une a la ovación a Francisco Martínez, de La Criolla, que recibe una placa conmemorativa en la gala del Concurso Provincial de Pinchos 2023. -AYUNTAMIENTO VALLADOLID

Publicado por
Diego González
Valladolid

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Con el público en pie y una distendida ovación de compañeros hosteleros, el día de ayer será un recuerdo imborrable para Francisco Martínez 'Paco' . De sus padres heredó la pasión por la hostelería, con diversos negocios junto a sus hermanos por la provincia de Valladolid hasta asentarse en solitario en 1977, con el Restaurante La Mina, y en 1983, con La Criolla, el establecimiento que supuso un referente absoluto en la hostelería de la ciudad .

Su presentación en la gala del Concurso Provincial de Pinchos de Valladolid 2023 , en el Auditorio Miguel Delibes, ya estaba a la altura de una personalidad especial. Para los que no conocían su historia, la de Paco engloba tantos momentos durante más de 70 años que hasta él mismo, una vez subido al escenario, bromeó sobre su credibilidad. "Yo no me acuerdo de haber hecho tantas cosas. Yo creo que os ha mentido" , empezó su discurso tras más de un minuto de ovación y recoger de la mano de Óscar Puente , alcalde de Valladolid, una placa conmemorativa por su vida dedicada a la hostelería.

El cocinero Juan Pozuelo , presentador del evento, reconoció que le producía "especial placer" presentar a Paco por su labor en La Criolla, definiendo como afortunados a aquellos que han podido transcurrir por "ese pasillo a oscuras, escuchar de fondo su música, y disfrutar de esas entrañas". Pero su historia se remonta muchos años atrás , cuando sus padres en 1952 abrieron un bar en el municipio vallisoletano de Peñaflor de Hornija y, más tarde, el bar Bastardo en la calle Sinagoga del barrio San Nicolás. En 1968 estrenaron un local en Las Delicias, donde Paco y sus hermanos se ocupaban de los puestos de camareros y de la cocina. Tras embarcarse con éxito en solitario en La Mina, en 1983 dio origen a La Criolla, paso que elevó su nombre en la hostelería de Valladolid . Mientras en 1996, Paco empezó a dirigir La Casa de España para alimentar a las delegaciones nacionales durante las Olimpiadas. Todo ello fue reconocido con una placa homenaje , pero su importancia estuvo presente por la ovación que recibió durante su entrada, llegando a emocionar a 'Paco'.

"Estoy encantado", aseguró, y a continuación, tras recordar cuándo sus padres llegaron a Valladolid para montar una cantina, procedió a cantar unas estrofas de la canción Mi calle , de Lone Star : "Mi calle tiene un oscuro bar, húmedas paredes...", aspectos que asemejó a la cantina de su familia. A partir de ahí, reconoció "dar tumbos como he podido", sin trabajar "tanto" y pasándolo "muy bien".

Tras agradecer la presencia de sus allegados, Paco se dirigió a Eusebio Sacristán , que recibió instantes después el premio Conde Ansúrez . Eusebio, en su discurso le definió como una persona "especial", destacando su alegría y generosidad. Así, recordó que cuando comenzó su carrera en el Real Valladolid, siendo apenas un niño, le presentó a Miguel Delibes , a lo cual Paco intervino para decir que era admirador suyo. 

El homenajeado cerró su discurso con dos consejos: "divertiros mucho y que hagáis mucho el amor, que eso sí es importante". Porque así es 'Paco', un hostelero incansable que con sudor y lágrimas no falló nunca a la esencia de la vida.

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