Los laborales forenses llevan a la ‘morgue’ a la Justicia: el miércoles realizan su primera huelga
Son 18 en Valladolid y cerca de 90 en Castilla y León entre técnicos psicosociales y personal de autopsias
Si la Administración de Justicia no tenía ya suficientes sobresaltos, tras las huelgas de letrados, jueces y fiscales (neutralizadas tras inyectar dinero) y la que permanece en plena ebullición con el personal de Justicia (tramitación, gestión y auxilio, más médicos forenses), este miércoles se suma al caos la primera de las huelgas anunciadas por el personal laboral de los Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMLCF): trabajadores/as de equipos psicosociales y personal de autopsias, por decirlo de una forma abreviada.
En Valladolid son seis psicólogos, seis trabajadores sociales y dos educadores en los equipos que evalúan -por citar solo algunos ejemplos- la situación de una mujer maltratada, las medidas que debería imponer el juez a un menor infractor o la conveniencia de asignar la custodia de hijos a uno u otro cónyuge en un divorcio contencioso. Funciones que este miércoles 24 de mayo (con la excepción de lo que determinen los servicios mínimos) dejarán de realizar.
Valladolid
Un paso más hacia la catalepsia judicial: la huelga ya es indefinida en Valladolid
inigo-arrue
El calendario a corto plazo de jornadas de huelga general a tiempo completo de estos trabajadores/as que desempeñan su función fundamentalmente en las dependencias judiciales de la plaza del Rosarillo y de Doctor Cazalla (sede de la dirección de Valladolid del IMLCF) es reanudar las jornadas de huelga el 30 de mayo y el 1 de junio, y el 5, 6 y 7 de junio . Eso solo de momento y a la espera de la evolución de los sindicatos con los trabajadores.
Eva Carretero , portavoz de los laborales de los equipos psicosociales, celebró que los compañeros laborales del servicio de patología forense estén también convocados a la huelga por tratarse de una reivindicación que afecta a todos. A su juicio, el Ministerio de Justicia, al no dar respuesta a las reivindicaciones de los técnicos, está “abandonando” a los colectivos más vulnerables.
“El trabajo que desarrollan estos profesionales dentro del engranaje de la Justicia tiene una gran relevancia, pues son ellos quienes atienden a las víctimas más vulnerables y elaboran los informes periciales de un elevado y heterogéneo número de asuntos, tanto en la jurisdicción civil como en la penal, conflictos familiares, violencia de género, abusos sexuales y menores víctimas y autores de violencia, entre otros muchos”, afirma Carretero.
Para revertir la situación, reclaman un reconocimiento laboral ajustado a su especialización y a la alta responsabilidad que conlleva su trabajo.