Un preso se fuga de la cárcel de Valladolid saltando el muro tras dos intentos fallidos
Escaló la pared, se hirió con la concertina y fue detenido, malherido, horas después camino del aeropuerto / Santiago G.S., condenado por violencia doméstica, fue trasladado al hospital con un tobillo y una muñeca rotos
Es el 'Houdini' por excelencia del penal vallisoletano . A la tercera fue la vencida, aunque su fuga duró tan solo unas pocas horas, hasta que la Guardia Civil le echó el guante, cuando atravesaba el campo camino del aeropuerto de Valladolid. La isla de Alcatraz tiene sus leyendas oficiosas, pero el páramo de Valladolid puede dar fe de una fuga oficial: consumada a prueba de alambrada, escalada y posterior salto desde seis metros.
El preso Santiago G.S., de 34 años, condenado por violencia doméstica por maltratar a sus padres , con orden de alejamiento en vigor sobre su familia y antecedentes por atentado a la autoridad, logró fugarse el domingo 18 de diciembre del centro penitenciario de Valladolid, en su tercer intento en seis meses. El anterior, fue 24 horas antes, el sábado 17 de diciembre.
Un caso insólito en la historia carcelaria española, no solo por la contumacia del reo y su portentosa habilidad para la escalada, sino por la laxitud de Instituciones Penitenciarias ( IIPP) de no aplicar un régimen más restrictivo en los movimientos de un interno que había intentado escaparse dos veces . Siempre ha estado interno en módulos considerados de "baja seguridad".
" No se entiende que no le hayan retirado del programa de actividades , trasladado a cárceles de mayor nivel de seguridad, ni retrocedido a primer grado, ni siquiera enviado a un módulo con mayor vigilancia. En IIPP predomina ahora el 'buenismo'. Muchos permisos, tendencia a conceder el tercer grado, facilidad para los permisos de unos días, muchas actividades... El funcionario ya no tiene ni voz, solo está para abrir y cerrar puertas. Opinan solo los psicólogos, los psiquiatras, los juristas, los pedagogos... esta es la directriz", denunciaron a este diario fuentes de sindicatos penitenciarios.
Preso psiquiátrico
El recluso permanece recluido desde abril de este año en el centro penitenciario de Valladolid y es considerado como preso psiquiátrico . Fuentes sindicales penitenciarias indicaron a este diario que está en segundo grado y está incluido en el Programa de Atención Integral al Enfermo Mental (Paiem), un plan de actividades que es voluntario en el que los participantes están acompañados por un funcionario. Su destino es la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE).
El domingo 18 de diciembre, a última hora de la tarde, Santiago G.S. decidió que la tentación de pasar unas buenas Navidades merecía una intentona de fuga. Y lo consiguió. Escaló el muro de hormigón de más de casi seis metros de altura , 'perforó' la concertina en una maniobra que le provocó múltiples arañazos en la piel, y, desde lo alto del muro, saltó a la zona de aparcamiento, explicaron las fuentes. Solo le quedaba una valla metálica de torsión, de menos de tres metros de altura, que este campeón del escapismo sorteó sin problemas.
Su ausencia fue detectada después de la cena, rancho que se reparte sobre las siete de la tarde. Los funcionarios se percataron de que el recluso ya no estaba cuando cerraron las puertas de las celdas . Tampoco lo localizaron en el módulo. Revisaron las distintas secciones, pero no aparecía por ningún sitio.
Cojo, con una muñeca rota y sangrando, el reo caminó por la noche en dirección opuesta a la capital vallisoletana hasta que a primera hora del lunes fue detectado y detenido por la Guardia Civil. “Le arrestaron a diez kilómetros de la cárcel, en las proximidades del aeropuerto de Villanubla . Tenía un tobillo y uña muñeca fracturada y fue trasladado a un hospital de Valladold donde fue operado", indicaron las fuentes sindicales.
Lo intentó el día anterior
Antes de la fuga del domingo, lo intentó el día anterior. El día 17 de diciembre se zafó del control de los funcionarios y logró subirse al techo del furgón de las conducciones y traslados que realiza la Guardia Civil desde el penal vallisoletano a distintos puntos hospitalarios, judiciales y policiales. Los funcionarios consiguieron retenerlo y evitar que pudiera emprender de nuevo la huida.
El primer intento de fuga lo protagonizó el 5 de julio de este año, a las 18.30 horas. El funcionario a su cargo estaba atendiendo a otros reclusos. Logró liberarse de la vigilancia y echó a correr en el campo de fútbol de la cárcel de Villanubla . Atravesó la zona ajardinada, consiguió escalar el muro -como ha hecho ahora en su fuga con éxito (parcial)-. Saltó hasta el aparcamiento, pero su fuga no fue más allá del perímetro de la cárcel, ya que en este parking le retuvieron dos trabajadores de la prisión.