Diario de Valladolid

Valladolid ‘echa el telón’ como ciudad de cine

<p>Tras ocho días, 275 películas, 350 sesiones de cine y alrededor de 98.000 asistentes, la 67 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) cierra el telón en la que es considerada la “mejor edición” por parte de su director, Javier Angulo, desde que ocupó el cargo. De esta forma, una alfombra verde y la habitual gala de clausura se han celebrado el sábado 29 de octubre para premiar a los distintos ganadores y ofrecer al público vallisoletano la última oportunidad para captar de primera mano instantáneas junto a sus protagonistas favoritos.</p>

Tras ocho días, 275 películas, 350 sesiones de cine y alrededor de 98.000 asistentes, la 67 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) cierra el telón en la que es considerada la “mejor edición” por parte de su director, Javier Angulo, desde que ocupó el cargo. De esta forma, una alfombra verde y la habitual gala de clausura se han celebrado el sábado 29 de octubre para premiar a los distintos ganadores y ofrecer al público vallisoletano la última oportunidad para captar de primera mano instantáneas junto a sus protagonistas favoritos.

Publicado por
Diego González
Valladolid

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Sobre una alfombra verde y la correspondiente gala de clausura, la 67ª Semana Internacional de Cine de Valladolid finaliza con la expectiva de batir el récord de 92.000 espectadores, conseguido en la edición de 2019

Risas, carcajadas, música y, sobre todo, crítica social. La gala de clausura de la 67 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) echó el telón hasta 2023, con una afirmación de todos los premiados: es una ciudad de cine. La cita encumbró, principalmente, al cineasta Li Ruijun, Espiga de Oro, que refleja en ‘Return to Dust’ el canto del cisne de la China rural a través del encuentro de dos soledades, un hombre y una mujer que han sido apartados por la sociedad. Tomó la palabra en nombre del director una representante de su distribuidora en España, Bteam Pictures, que envío un agradecimiento a Javier Angulo por “apoyar el cine independiente y de autor”.

La gala sirvió también para hacer un guiño al medio rural chino y un llamamiento a Occidente sobre la situación de los kurdos en el norte de Siria, las mujeres en Afganistán y el movimiento LGTB.

La gala comenzó con unos minutos de retraso a pesar de que su retransmisión televisiva. Presentada por la periodista Elena Sánchez, que dirige ‘Días de Cine’, en la 2 de TVE, y Eva Maciel (la cuarta que ambas protagonizan juntas), la cita arrancó con la interpretación de ‘Yo soy rebelde’, de Jeanette, que se subió al escenario del Teatro Calderón con una letra que se tradujo en una declaración de intenciones, arropada por el público vallisoletano que pobló las butacas. El acompañamiento musical continuó más tarde con la interpretación de Fito Robles y, de nuevo, la artista hispano-británica, con su histórico y simbólico ‘¿Por qué te vas?’

Fueron varios los premiados que no pudieron asistir a recoger sus reconocimientos. En el transcurso de la misma, el cineasta irlandés Jim Sheridan recibió la Espiga de Honor, en un momento “fantástico”, y alabó la figura del director del festival, Javier Angulo: “Nunca he conocido un hombre tan bueno dirigiendo un festival como él y su mujer Nuria”. Agradeció a Valladolid su “amabilidad” a Red Hugh O`Donell hace casi 500 años. Sheridan rememoró que Seminci nació como una cita espiritual y confió en que “no pierda la esencia de las ideas” y que dentro de diez años haya otra persona “aquí arriba y el cine haya renacido”.

Además, ni el actor Antonio Resines ni Jorge Sanz, que le iba a entregar la Espiga de Honor, pudieron acudir por haber dado positivo ambos en COVID-19. Lo que no impidió el pequeño homenaje del público en la gala tras proyectar un resumen de su dilatada carrera. El director Fernando Colomo recogió el premio en nombre del actor cántabro y recordó un par de anécdotas que ambos protagonizaron en rodajes.

Recogieron el galardón que les acredita como vencedores, la película irlandesa ‘The Quiet Girl’, de Colm Bairéad, Espiga de Plata, Premio del Público y el de la Crítica. No lo pudo hacer la francesa de ascendencia portuguesa Cristèle Alves Meira por su debut en ‘Alma viva’, que obtuvo el Premio Pilar Miró al mejor nuevo director. El encargado de entregarlo fue el hijo de la histórica directora, Gonzalo Miró, si bien la premiada no pudo acudir.

El trofeo a la mejor actriz fue para Lubna Azabal, una ‘vieja’ conocida por los semanistas, que envió un mensaje de agradecimiento, instantes después de que Julieta Serrano desvelara su nombre.

Llegaron las carcajadas

El trofeo al mejor actor fue compartido por el búlgaro Ivan Barnev y Karra Elejalde, protagonista y antagonista en ‘Vasil’, entregado por Mabel Lozano. El actor vasco mostró su agradecimiento a los “ciudadanos de Valladolid”, a Javier Angulo e ironizó: “Gracias Ribera del Duero porque me habías regalado mi peso en vino. Me voy con tanto vino que no puedo decir que os llevo en el corazón, sino en el hígado”, sonrió Elejalde, que sonsacó las carcajadas del público.

El islandés Gudmundur Arnar Gudmundsson, que se alzó con el premio del Jurado joven por ‘Beautiful Beings’, recogió el galardón al son de ‘Salta’, de Alejo Stivel, encargado de su entrega.

Tampoco acudieron los premiados en Punto de Encuentro, galardón compartido por ‘Sick of Myself’, de Kristoffer Borgli, y ‘War Pony’, de Gina Gammell y Riley Keough.

Cine crítico

En el apartado de documentales llegó una apelación a la crítica. El Primer Premio de Tiempo de Historia fue para ‘All That Breathes’, del cineasta indio Shaunak Sen, que también obtuvo el premio Fundos; y el segundo, para ‘Rojek’, de la cineasta de origen kurdo Zaynê Akyol, que hace seis años ya conquistó el primer Premio en esta misma sección con ‘Gulîstan, tierra de rosas’, y que hizo una mención a su pueblo, que “lucha contra el ISIS en el noroeste de Siria”. “Es momento de ayudar a todos los que han luchado con tanta valentía”, exclamó.

En el mismo sentido, el Premio del Público, ‘Afghan Dreamers’, de David Greenwald. Sirvió para hablar de las mujeres afganas que “no pueden ir al colegio y quienes no pueden trabajar”. “Tenemos que hacer algo desde Occidente para no permitir esto y no mantenernos en silencio, que ya sabemos lo que pasa por la experiencia de la Historia”, justificó.

Y en el apartado de cortometrajes el galardón recayó en producción francesa ‘La Mécanique des fluides’, de la cineasta española Gala Hernández López, que aprovechó los micrófonos para apelar a la necesidad de una política feminista y de igualdad porque a veces el odio contra las mujeres procede de falta de recursos y de educación”. “Espero que se hable de esto lo máximo posible”, sostuvo.

En la misma línea, con una defensa a ultranza del movimiento LGTBi, reclamó la libanesa Dania Bdeir y su corto ‘Warsha’, ganadora de la Espiga Arcoiris, que distingue la obra que contribuya a dar visibilidad a la diversidad sexual. En un perfecto español dio las gracias a Seminci y consideró el premio “muy especial”, por la pasión del festival por los cortometrajes y por dedicar un galardón a películas que “tratan temas de género y LGTBi”. “Necesitamos que festivales como Seminci nos ofrezcan espacios seguros”, comentó. Se dirigió a su país, Líbano, un “país hermoso que ha sufrido mucho” y confió en que “se pueda levantar algún día”.

Sí pudo recoger su premios el gaditano Raúl Herrera, por ‘Plein Air’, que obtuvo el reconocimiento en el apartado Castilla y León en Corto, por un film grabado en el Valle de Mena, en Burgos. El director agradeció la acogida a los vecinos de la población burgalesa y mencionó a todo su equipo artístico y técnico. Por último, la sección Seminci Joven, que este año regresó tras dos años de parón por la pandemia, fue para ‘El universo de Óliver’, de Alexis Morante, su primera película de ficción, que “trata de cómo llegó el cometa Halley al Campo de Gibraltar”, como él mismo explicó.

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