Diario de Valladolid

La hostelería culpa al poco esfuerzo de la juventud del déficit de empleados

«Necesitamos unas dos o tres personas de media por local y quieren ganar 1.600 euros trabajando ocho horas», asegura la representante de los hosteleros de Valladolid

Un camarero atiende a los clientes en una terraza de la calle Ferrari de Valladolid.- J. M. LOSTAU

Un camarero atiende a los clientes en una terraza de la calle Ferrari de Valladolid.- J. M. LOSTAU

Publicado por
Raúl Ruano
Valladolid

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La hostelería vallisoletana achaca al poco esfuerzo de los jóvenes el déficit de empleados que tiene el sector. Graciela Arribas, vocal de bares musicales de la Asociación de Hostelería de Valldolid explica que les faltan dos o tres personas de media en cada local: «Quieren trabajar cuatro horas cobrando 800 euros y si son ocho horas, 1.600 euros sin saber hacer y sin querer formarse, pero si tú quieres formarte durante un tiempo en vez de hacer cuatro horas haces seis u ocho». Arribas añade que «no sé qué hemos hecho los padres con las nuevas generaciones porque no conocen el esfuerzo». 

Teo Rodríguez, gerente y jefe de cocina del Restaurante Trasto está en una situación compleja pues necesita aumentar su plantilla casi un 50%: «Desde el Covid y con la ampliación de la terraza, si quiero dar un servicio en condiciones tengo que hacerlo con mínimo tres personas más y tengo ocho en plantilla». Este hostelero asegura que nunca había vivido una situación como esta, dice que él ofrece lo que haga falta para que la gente trabaje, pero: «¿Qué saben hacer? Vienen nuevas generaciones en las que el tema del esfuerzo lo manejan poco. La experiencia laboral al final la coges, pero contratamos peores profesionales pagándoles muy por encima de lo que saben hacer». 

Óscar Herrero es chef formador en la Escuela Internacional de Cocina, también está de acuerdo en que hay que formarse, pero apunta a los empresarios: «Yo veo bares de barrio que están todo el día abiertos, si hiciesen un análisis de los gastos que genera el establecimiento quizás les saldría más a cuenta cerrar un rato y tener unas mejores condiciones laborales. Esto es por falta de experiencia y formación». Afirma que hay que ser autocríticos y saber dónde está cada uno. Dice que en ocasiones es mejor cerrar en agosto, no generas ingresos, pero vas a ahorrar gastos al empresario y la plantilla tendrá mejores condiciones de trabajo. En la misma línea se sitúa Teo Rodríguez: «No puede ser que un establecimiento valga para todo, desde por la mañana hasta por la tarde». De la misma forma, Graciela Arribas explica que hay veces que los empresarios se empeñan en que cuanto más abran más producen y más ganan: «Porque tú metas más dinero en la caja no significa que estés ganando más. Una cosa es la tesorería y otra la cuenta de resultados». 

Educar al cliente

Estos profesionales de la hostelería también apuntan a los consumidores. El dueño del Trasto les señala: «Se tienen que adaptar a los horarios, les da igual que tú lleves 12 horas de pie trabajando, si lo pensasen un poco a lo mejor cambiaría el asunto». Graciela Arribas asegura que hay zonas en Valladolid en las que no se les puede decir a los consumidores que vas a cerrar lunes y martes por descanso: «Es imposible acostumbrar al cliente a decirle que yo cierro por descanso del personal porque si no, no te voy a poder atender bien». 

El Ceo de APS Hostelería (una empresa dedicada a la Asesoría especializada en la Optimización de Empresas de Restauración), Nicolás Ayela, considera que se debe hacer atractivo el sector, dignificarlo y apoyarse entre todos los agentes sociales. El CEO de APS Hostelería no estima que vaya a tener una solución rápida: «Creo que va a ser un trabajo muy largo. Considero que se ha producido  una ruptura después de la pandemia, hemos perdido una masa ingente de obra y va a costar recuperarlo». Ayela no ve un arreglo de la situación en el corto plazo: «No hay solución para esta campaña de verano, quizás el año que viene o dentro de dos o tres cursos». Afirma que para él la solución está a medio o largo plazo: «No hay solución a corto plazo que pueda subsanar la necesidad que hay ahora de trabajadores». 

Graciela Arribas explica  que las administraciones hacen lo que pueden, pero que la peor parte se la llevan los dueños de los negocios: «No podemos exigir solo al hostelero, ya tiene suficiente carga y más después de una pandemia de dos años». 

Por su parte, Cyril Lugan, un cocinero de origen francés con experiencia en España, Francia e Inglaterra y cree que si el empleado está contento el cliente también lo estará: «creo que el primero es el cliente interno que es el empleado». Considera que se debe de cuidar de mejor forma a todo el personal que forma el gremio.

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