Diario de Valladolid

Desarticulado en León un grupo de atracadores de bancos con un robo frustrado en Medina de Rioseco

La organización criminal inmovilizaba y encerraba a sus víctimas para efectuar los atracos

La Policía Nacional detuvo a tres presuntos miembros de un grupo criminal dedicado a atracar bancos en los que encerraban a las víctimas en un despacho, almacén o baño y las ataban con bridas, además de obligarles a desprenderse de sus abrigos y bolsos. -E. M.

La Policía Nacional detuvo a tres presuntos miembros de un grupo criminal dedicado a atracar bancos en los que encerraban a las víctimas en un despacho, almacén o baño y las ataban con bridas, además de obligarles a desprenderse de sus abrigos y bolsos. -E. M.

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Redacción de Valladolid
Valladolid

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La Policía Nacional detuvo a tres presuntos miembros de un grupo criminal dedicado a atracar bancos a los que se les atribuye una tentativa de robo con violencia en Medina de Rioseco. Son nueve atracos los que están esclarecidos, efectuados en Castilla y León y Asturias. 

Las investigaciones comenzaron en el año 2019, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la comisión de un robo con violencia y varios atracos a entidades bancarias llevados a cabo tanto en Asturias como en Castilla y León con un mismo ‘modus operandi’. Además, sus autores usaban una vestimenta muy similar y sus características físicas coincidían, según informa Ical. 

El primero de los hechos se remonta a finales del año 2016, cuando llevaron a cabo un robo con violencia en un establecimiento comercial de la localidad leonesa de San Andrés del Rabanedo, donde consiguieron sustraer 17.877 euros. A este primer hecho le siguieron otros ocho atracos cometidos en entidades bancarias en las que dos personas accedían al interior mientras que una tercera permanecía en el exterior realizando labores de vigilancia.

El ‘modus operandi’ empleado en cada uno de los hechos se caracterizaba por una serie de particularidades. Primero estudiaban previamente el lugar, luego efectuaban vigilancias previas sobre las sucursales bancarias objetivo de sus robos para observar movimientos, controlar la frecuencia de paso de posibles patrullas policiales y conocer el momento de mayor o menor afluencia, así como la hora de apertura por parte de los empleados.

También analizaban el modo en el que harían la entrada. En este sentido, en la mayor parte de las denuncias aprovechaban el acceso de los primeros empleados o del personal de limpieza para entrar al mismo tiempo. Seguidamente, retenían o amarraban a las víctimas con bridas y en la mayoría de las ocasiones las colocaban de rodillas y las inmovilizaban mediante bridas en las manos y en los pies.

Al mismo tiempo que uno de los atracadores encerraba a los rehenes, otro de los atracadores se dirigía a las cajas fuertes para coger el dinero acompañado por el empleado o director de la sucursal, al que no encerraban ni maniataban por ser quien tenía las claves de acceso para su apertura.

Para evitar ser identificados, actuaban con gorros, bragas de cuello, bufandas, gafas y abrigos que ocultaban su complexión. También utilizaban guantes, látex o esparadrapo en las manos para no dejar huellas. Por último, siempre portaban un maletín o bolsa de deporte para guardar el dinero sustraído en las entidades bancarias. Las investigaciones revelaron además el empleo de armas de fuego para intimidar a los empleados y clientes.

 

El análisis exhaustivo de cada uno de estos hechos mostró que estas actuaciones habían sido cometidas por al menos una persona experimentada en este tipo de delitos y que residiera en una zona próxima a los lugares en los que actuaron. De esta manera, se pudieron centrar las pesquisas y las vigilancias en una determinada zona.

El avance de las gestiones policiales permitió acumular material probatorio que evidenciaba la implicación de estas personas en nueve delitos de robo con violencia, a quienes también se les acusa de pertenencia a grupo criminal, detención ilegal y tenencia ilícita de armas. Con estos datos se llevó a cabo la explotación de la investigación, que culminó con la detención de los tres integrantes del grupo criminal y la ejecución de tres entradas y registros domiciliarios, todos ellos en la provincia de León. En ellos se intervino numerosa ropa, armas, bridas y otros elementos utilizados durante la preparación y ejecución de los atracos, así como una cantidad de dinero en efectivo que supera los 11.000 euros.

Los detenidos son delincuentes especializados en estos hechos que contaban con antecedentes y carecían de profesión u oficio, de manera que vivían únicamente de los botines que conseguían en los atracos que llevaban a cabo.

Los nueve hechos esclarecidos son un robo con violencia en un establecimiento de San Andrés del Rabanedo, un robo con violencia e intimidación en una entidad bancaria de Oviedo, una tentativa de robo con violencia e intimidación en una entidad bancaria de la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco, un robo con violencia e intimidación en una entidad bancaria de Oviedo, un hecho similar al anterior cometido en Gijón, una tentativa de robo con violencia e intimidación en una entidad bancaria de Salamanca, un robo con violencia e intimidación en una entidad bancaria de Gijón y un último hecho, similar al anterior, cometido en la localidad leonesa de Ponferrada.

 

La Policía Nacional detuvo a tres presuntos miembros de un grupo criminal dedicado a atracar bancos en los que encerraban a las víctimas en un despacho, almacén o baño y las ataban con bridas, además de obligarles a desprenderse de sus abrigos y bolsos. -E. M.

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