Diario de Valladolid

El olor a ‘maría’ desbarata el envío de 106 kilos a Holanda desde Valladolid

La empresa de paquetería receló y un perro de la unidad canina marcó sin dudas la droga

Marihuana intervenida en Valladolid y Aranda de Duero. - EM

Marihuana intervenida en Valladolid y Aranda de Duero. - EM

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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La red de envío internacional de marihuana de Valladolid y Aranda de Duero, pensó en todo, salvo en el potente olfato de los perros de la Unidad de Guías Caninos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de Valladolid.

Una relajación que ha costado a los cerebros del envío perder 106 kilos de cogollos de marihuana envasados al vacío, con un valor en el mercado negro cercano a los 650.000 euros. Iban dirigidos a Holanda y Bélgica, pero no a ciudadanos de los Países Bajos, sino a súbditos chinos parapetados detrás de nombres crípticos. 

La operación continúa abierta, ya que la labor actual de la Unidad de Droga y Crimen Organizado ((Udyco) es dar con todo el organigrama de la red y detener a todos los implicados: los cultivadores de la ‘maría’; los que remitieron sus remesas a la empresa de paquetería de Valladolid donde se descubrió todo el pastel, y los receptores y destinatarios asiáticos en el punto de destino Holanda y Bélgica. 

La denominada operación ‘Fular’ explotó el pasado jueves 24 de marzo cuando la Policía Nacional de Valladolid incautó 106 kilogramos de cannabis,  ocultos en trece cajas, desbaratando un envío que iba dirigido a Países Bajos mediante una empresa de paquetería con sede en la capital vallisoletana. 

La información sobre esos paquetes llegó a través de los canales de comunicación entre el servicio de seguridad de la propia  empresa de paquetería y la Policía Nacional que se personó en la nave en la que la empresa centraliza los envíos y guarda las cajas. El pasado 24 de febrero, la empresa de paquetería detectó unas cajas que, entregadas en puntos de recogida de Valladolid y Aranda de Duero, tenían destino Holanda y Bélgica, con destinatarios de  origen chino y remitentes desconocidos.

Una vez visionadas estas cajas,  comprobaron que todas estaban  embaladas de la misma manera y que presentaban un peso sorprendentemente bajo atendiendo a su tamaño. Además en todas ellas los remitentes solo estaban  identificados con nombres de pila, los destinatarios eran de origen chino y desprendían un ligero olor a marihuana por lo que se solicitó la presencia de la Unidad  Canina, cuyo perro identificó inmediatamente el olor de las cajas con el  mismo con el que entrena para detectar sustancia estupefaciente.

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