Galerías Rondilla cerrará nueve meses por obras y reducirá sus puestos a 19
Con una inversión de 1,7 ME, el mercado afronta una renovación que incluye una cubierta ajardinada
No será el mercado del Val, pero la rehabilitación de las Galerías Rondilla, ubicadas entre bloques de edificios en la calle Moradas, supondrá una profunda transformación para un mercado de barrio que languidece. Abiertas desde hace décadas, será la primera vez que las galerías afrontan una renovación integral, tan necesaria como urgente para su supervivencia. Sólo una decena de puestos, de las 50 que llegaron a estar operativos, permanecen abiertos. El resto tiene echado el cierre, en algunos casos desde hace años.
Los industriales supervivientes ya tienen el aviso para abandonar sus puestos a finales del próximo mes de febrero, la fecha en la que está previsto el comienzo de las obras, que se prolongarán durante nueve meses. Con una inversión de 1,7 millones de euros, la previsión es que las galerías reabran al público allá por el mes de octubre o noviembre, pero con un aspecto muy diferente al que tienen ahora. Será un mercado más moderno y atractivo para los clientes.
La concejala de Innovación, Desarrollo Eoonómico, Empleo y Comercio, Rosario Chávez, afirma que han hecho «un esfuerzo tremendo para convertir las galerías en un mercado del siglo XXI». El proyecto contemplará la demolición de la fachada actual para abrir grandes ventanales que permitan ver el interior del mercado, a modo de escaparate.
También se suprimirá la isleta central, ocupada por cuatro puestos vacíos, que pasará a ser un espacio de encuentro, con zona de asientos en el corazón de las galerías.
La intervención en la techumbre será, quizá, lo más innovador. El techo raso que hay ahora será sustituido por un recubrimiento mitad acristalado, en forma de claraboya para así ganar luminosidad, y la otra mitad será una cubierta vegetal, al estilo de la que hay en la marquesina de la plaza de España. Con esta zona ajardinada en la parte superior, Chávez señala que se pretende «generar un espacio verde» en un entorno rodeado de viviendas.
Además de la renovación exterior, habrá un cambio drástico en la distribución de los puestos. De los 50 se pasará a sólo 19 para así ganar en amplitud. La concejala de Innovación, entre cuyas competencias está la de los mercados municipales, afirma que el recorte tan importante de despachos es fruto de «un estudio pormenorizado para conocer la mezcla idónea de puestos que hagan el mercado viable». Habrá una pérdida de puestos, pero los usuarios ganarán en comodidad y amplitud para realizar sus compras.
Además de los tradicionales, carnicería, pescadería, frutería y charcutería, entre otros, el mercado incorporará como novedad una panadería y dos bares, uno más del que había, también cerrado.
Al tiempo que se realizan las obras, el Ayuntamiento tiene previsto licitar los puestos mediante un modelo similar al que ya funciona en¡ otros mercados municipales como el del Campillo. A diferencia del mercado del Val, donde los industriales pagan una cantidad por la concesión del puesto durante un determinado periodo de años, en el caso de las Galerías Rondilla se establecerá una tasa municipal para los industriales, que deberán correr con los gastos de mantenimiento. «Tenemos claro que es un mercado municipal, pero no es el Val», afirma Chávez, para añadir que la licitación se hará «con unas condiciones muy ventajosas».
El declive de las galerías empezó hace ya años, consecuencia de un cúmulo de circunstancias en el que se mezclaron la crisis económica, la jubilación de algunos industriales y el traslado de otros en busca de un emplazamiento más atractivo.
La consecuencia fue el cierre de la mayoría de los puestos hasta llegar a la imagen que ofrece hoy el mercado, con los pasillos flanqueados por persianas bajadas y sólo alguno de los establecimientos con el despacho abierto.