El portatrajes de la talla 42

Sorpresón en la alfombra verde de la Seminci. Un portatrajes de la talla 42. Vestidos de gala para quien los quiera, debió pensar Ana Morgade el sábado. La humorista española, que presentó la gala inaugural, dejó boquiabierto al público de la Semana Internacional del Cine de Valladolid paseándose por la alfombra verde con un portatrajes a modo de vestido, la forma más divertida para reivindicar los tallajes en el mundo del famoseo actual. Una imagen rompedora en un acontecimiento de tal calibre. Una expresión de descanso y tranquilidad para la propia Morgade, ya que, como apunta ella misma, con una talla 42 

"Si es que me queda mejor la funda que los trajes". Una frase marcada a fuego en la cabeza de la humorista española la noche anterior a la pasarela. A las tres de la mañana, la noche anterior, Morgade decidió romper con todo y aventurarse con un vestido nunca visto. "Yo no soy modelo, yo hago comedia", apunta la propia artista. Y una artista con todas las letras. Su vocación y profesión, sin duda, es el humor, aunque también hace sus cameos en series nacionales, incluso cine y teatro, así como presenta programas de televisión y radio.

Y eso es lo que quiso reivindicar. "Mi cuerpo es perfecto para lo que soy y a lo que me dedico: la comedia". Esto publicó Morgade en su perfil oficial en Instragram, reivindicando que ella no es modelo, y que le cuesta un mundo encontrar un vestido que encaje en su cuerpo sin pensar que va a estallar. "Me paso los photocall sufriendo, con un sujetador que me aprieta y una faja por todo el cuerpo que pienso que va a explotar", ironiza la propia humorista. "Casi nunca puedo ponerme lo que me gusta, tengo que ponerme lo que me abrocha". Un toque de humor que sirve como reivindicación para todas aquellas mujeres que se sienten igual.

"Por fin he dado con el vestido de mi vida". Otra perla fantástica de la comediante española en twitter. La humorista lamenta que, durante años, salió en pasarelas y alfombras rojas pensando que su cuerpo era el equivocado, incluso recalcando que hace poco fue madre, con más ganas todavía de mimar su cuerpo. Este sábado fue la puntilla para romper con todo. La mejor percha de Morgade, fuera de tallas y estándares.

Un portatrajes con dos rotos en los laterales, para los brazos, y en la parte inferior, para la cabeza, que sirvió para llamar la atención de todos los medios en una alfombra verde que será recordada para la posteridad. Un mensaje contra los estándares de belleza actuales que, más allá de las buenas y malas palabras que haya recibido la artista española, fue uno de los momentos ante las cámaras más cómodos de su vida. "Los fotógrafos me decían que pasase, yo estaba como nunca posando".