Diario de Valladolid

Ayuntamientos y productores del piñón se alían para ‘luchar’ por la supervivencia del sector

Una treintena de ayuntamientos y los principales productores crean una asociación para exigir a la Junta tratamientos contra las plagas que provocan mermas de producción / «A veces da la sensación de que están dejando morir el sector»

Ensayos contra el chinche americano en un pinar de Valladolid. JCYL / ICAL

Ensayos contra el chinche americano en un pinar de Valladolid. JCYL / ICAL

Publicado por
Laura G. Estrada
Valladolid

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Los ayuntamientos de la provincia de Valladolid que cuentan con superficie pública de pinar, así como los productores de la industria del piñón, tienen claro que faltan recursos económicos para garantizar la supervivencia del sector, pues llevan varios años encadenando campañas deficitarias debido a la presencia de plagas, algunas autóctonas, como la procesionaria, y otras importadas, como el Leptoglossus o chinche americano.   

Por este motivo, y con el objetivo de exigir a la Junta que invierta más fondos en el mantenimiento de las superficies forestales y en investigación, una treintena de municipios, junto con la Asociación Castellana de Elaboradores de Piñón (ACEPI) –que engloba a los principales productores–, están inmersos en la creación de una entidad donde aunar sus voces en defensa del sector. 

Después de una primera reunión  –celebrada en el verano de 2019 en Pedrajas de San Esteban y en la que se acordó la creación de dicho ente–, los ayuntamientos han estado trabajando a lo largo de este tiempo en los estatutos y, una vez elaborados, los interesados en formar parte del organismo están llevando la propuesta a pleno para votar su incorporación. 

En concreto, después de un encuentro en Portillo fechado a finales de agosto de este año para dar a conocer el texto por el que se va a regir su actividad, establecieron un margen de dos meses para suscribir las adhesiones, con el objetivo de que la Asociación para la Defensa del Pino en Castilla y León esté operativa el 5 de noviembre.

Por el momento, además de Portillo, ya han mostrado su disposición a dar un paso al frente Mojados, Pedrajas, Valdestillas, Matapozuelos, Alcazarén, Íscar o Mayorga , y también algunas localidades de Segovia. 

A partir de su puesta en marcha    –una vez se constituya el órgano directivo–, solicitarán una reunión con la Junta para pedir información sobre los tratamientos que se realizan en la actualidad en los pinares y para exigir tratamientos que garanticen mejores rendimientos de las piñas, ya que llevan varios años arrastrando mermas de producción.

«Hace dos años que no cogemos ni un kilo en Castilla y León; mientras en otros sitios sí se están tratando los montes, aquí no se hace nada» , lamentó el presidente de los industriales del piñón, Rodolfo Padrones, antes de considerar que la Junta se escuda en «excusas» para justificar su inacción. «Dicen que no se actúa contra el Leptoglossus porque está en estudio, pero el problema de la procesionaria ya se conoce y tampoco hacen nada. Y no vale decir que las fumigaciones aéreas están prohibidas por normativa europea, porque se pueden pedir autorizaciones excepcionales, como acaban de hacer en Córdoba con la mosca del olivo».

Además de afectar a los empresarios, los ayuntamientos han visto mermados sus ingresos debido al drástico descenso de las subastas, como se demuestra en Portillo, la localidad más afectada por ser la de mayor extensión de pinares. «En 2010 rozamos el millón de euros, al año siguiente bajó a la mitad, en 2016 fueron 220.000 euros, en 2018 no llegamos a 70.000 y en la última campaña no ingresamos nada», explicó el regidor, Juan Antonio Esteban, para significar la negativa evolución. 

Se trata del ejemplo más notorio, pero lo cierto es que todos los afectados –municipios e industriales– llevan tiempo alertando de la pérdida de rendimientos, no sólo por cuestiones climatológicas, sino también por la presencia de la procesionaria y del Leptoglossus, que succiona las piñas y las deja sin su cotizado fruto.  

«La preocupación ha ido en aumento en estos años y por eso hemos decidido unir fuerzas para actuar como único interlocutor con la Junta, para que se realicen los tratamientos necesarios, al igual que están haciendo en otros países», añadió Esteban antes de poner como ejemplo los casos de Portugal, Italia o Israel, donde están llevando a cabo acciones experimentales, indicó.

En términos similares sobre el beneficio de «juntarse para hacer mayor presión» se expresó el regidor de Pedrajas de San Esteban, Alfonso Romo, para explicar la importancia de esta nueva asociación. A su juicio, «no se están dando los recursos necesarios» y, aunque recordó que la Junta destina el 15% del dinero obtenido en las subastas para mantenimiento de pinares, «no resulta suficiente». 

«Nuestro objetivo es que se lo tomen en serio; a veces da la sensación de que están dejando morir el sector porque no tiene mucho peso en Castilla y León», añadió el alcalde pedrajero, una localidad que aglutina «el 80% de la industria del piñón» . Sin materia prima, cuestionó Romo, «¿qué empresa aguanta?». Y calculó que en los últimos cinco años, el 40% de las empresas han desaparecido porque se trata, sobre todo, de autónomos. «Nadie encuentra una línea clara de trabajo contra el Leptoglossus»

El aterrizaje del Leptoglossosus desde el continente americano en esta última década ha puesto en jaque las cosechas de piñón, pues se trata de una chinche que succiona el fruto y deja las piñas vacías. Su presencia, unida a las restricciones de la Unión Europea sobre fumigaciones aéreas para combatir plagas autóctonas, como la procesionaria, y a que la producción piñera depende de factores climatológicos, ha sumido el sector en un callejón sin salida, según señalan los ayuntamientos y los empresarios.

Consciente de la ‘debilidad’ de los montes frente a agentes biológicos, la Junta de Castilla y León comenzó a investigar los rendimientos en torno al año 2010, antes incluso de que el chinche cruzara el charco y, a partir de la alerta por su presencia, establecieron líneas específicas de estudio.

Gracias a un acuerdo con la Universidad de Valladolid, trataron de encontrar feromonas con el objetivo de atraer al ‘bicho’ y capturarlo, pero sin resultados. «Es difícil de ver y de monitarizar y, a pesar de recurrir a especilistas ingleses que también están investigando, avanzamos muy poco; de hecho, nadie en el mundo encuentra una línea clara de trabajo contra el Leptoglossus», explicó el jefe del servicio de Defensa del Medio Natural de la Junta, Vicente Rodríguez.

Finalizado el convenio con la UVA, la Junta está llevando a cabo desde el verano pasado tratamientos experimentales en pinares de Mayorga y de Mojados, utilizando fitosanitarios para comprobar si alguno es efectivo y ayuda a incrementar la producción. 

Habrá que esperar al próximo año para sacar conclusiones, pero no hay visos de que se conviertan en solución definitiva, a juicio del responsable del área. Porque, aunque estén usando productos ya en el mercado, no están autorizados para este insecto. Así que, aún obteniendo buenos resultados, sólo servirían para un ‘uso menor’.

«Cada tratamiento se autoriza por especie y plaga, pero para el Leptoglossus no hay ninguno registrado. Además, no hay empresas interesadas en desarrollarlo porque la homologación es costosa y no les resulta rentable en cultivos menores, sean agrícolas o forestales, como este caso», destacó Rodríguez para enmarcar el problema.

«Creo que somos la administración española y europea que más ha apoyado el tema, pero no encontramos resultados. Esto no quiere decir que no sigamos trabajando, pero las cosas unas veces se resuelven y otras no», lamentó Rodríguez. «Yo he visto cómo la resina desapareció y luego ha vuelto a resurgir».

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