La hostelería pide ayudas directas para «no irse a pique» y tilda el cierre de «ceguera»
El sector hostelero acatará la orden si tiene que cerrar, pero añade que el contagio no es su culpa
La hostelería de Castilla y León pide ayudas económicas directas a la Junta pare evitar «irse a pique» y consideran el cierre de su sector, que dan por hecho que se efectuará la semana que viene, de «ceguera y cerrazón» . Aun así, acatarán el cerramiento de sus negocios porque son «respetuosos» si así lo impone el gobierno regional.
Así lo manifiesta el presidente de la Confederación de Hostelería y Turismo de nuestra Comunidad, Ángel Blasco. «Yo creo que el cierre de la hostelería está hecho ya y se efectuará la semana que viene» , lamenta. Reconoce que el sector se siente ahogado y que no pueden seguir contemplando planes para reanimarlo, sino que necesitan una actuación directa y de manera económica. «La hostelería en Castilla y León es muy pequeña y en este trabajo no hay segundas oportunidades. El que se va a pique no resurge . Si tienen que cerrarnos que lo hagan, pero que nos otorguen ayudas económicas», afirma.
Entiende que la COVID -19 está causando estragos en la sociedad y que conlleva una pandemia global, pero alude a que el sector de la hostelería son autónomos y familias. «La ruina es total» , asevera Blasco, que también hace referencia a una pandemia económica. Adelanta que el sector hostelero se manifestará la semana que viene de manera pacífica , respetando las normas de seguridad y se situarán frente a las Cortes de Castilla y León. Además tendrá carácter regional, por lo que acudirán asociaciones de todas partes de la Comunidad.
La presidenta de la Hostelería de Valladolid, María José Hernández, no oculta su malestar por los movimientos violentos que han acaecido en diferentes partes del país estos últimos días: «Estamos muy preocupados por los incidentes acaecidos últimamente» . Asimismo, expresa en nombre de todos los hosteleros su «rechazo absoluto a movimientos violentos y vandálicos» .
«Desde la Asociación convocamos una movilización protesta, pero pacífica», asegura Hernández, con la que pretenden «reclamar a las instituciones soluciones efectivas porque las empresas hosteleras penden de un hilo y si nos cierran necesitamos un plan de rescate que sea rápido y efectivo».
Entre las demandas, se encuentran «volver las empresas a ERTE total, paralización de los créditos relativos a los negocios, exoneración de la cuota de autónomo, prestación por cese de actividad, bajada de los alquileres y la exoneración del total de la seguridad social de los trabajadores», según piden desde la Asociación de Hostelería de Valladolid.
Además, Hernández cree que cerrar la hostelería forzaría a muchas personas a reunirse de otra manera, sin condiciones de seguridad, sin mascarillas sin aforos y suponiendo un mayor riesgo para el empeoramiento de la pandemia. «Hay un informe del Ministerio de Sanidad que expone que la hostelería supone un 3.5% de los contagios» , asevera.
Además, asegura que el informe se lo pidió la asociación hace meses, cuando confinaron a toda la población. «El documento demuestra que el foco de contagio de la hostelería es mínimo, somos una alternativa de ocio controlada y segura a otros tipos de reuniones más peligrosos» . Razón que se ha convertido en uno de los motivos para movilizarse.
«En el momento tan grave y delicado en el que estamos todo nos puede afectar negativamente, pero partiendo de que por muchos turistas que vinieran sin el consumo en barra y cerrando a las diez de la noche, estamos con un 30% del negocio», asegura la presidenta.
La gota que colmaría el vaso sería el cierre de sus establecimientos la semana que viene, echando por tierra la «ilusión» que tenía el sector de la hostelería respecto al Concurso Mundial de Pinchos, que se celebrará, si todo sigue según lo previsto, del 9 al 11 de noviembre en Valladolid.
«Estamos en esta situación de incertidumbre y esperando a ver si el cierre de los negocios se hace efectivo. Todo lo que venga detrás serán daños colaterales. Toda la hostelería estaba muy ilusionada con los hermanamientos y queremos seguir adelante con el Concurso Nacional del Pincho», alega Hernández.
El fin último de los hosteleros es que los negocios sigan abiertos y se mantengan las plantillas, con lo que se genere un movimiento de economía en la ciudad, según indica la presidenta. «Es que la hostelería está muy mal y necesitamos soluciones , porque llevamos muchos meses con esta caída de actividad y necesitamos unas medidas económicas concretas».
También achaca al toque de queda como la puñalada definitiva: «Una solución pasaría por abrir hasta las 12 de la noche para salvar las cenas de la hostelería como en Madrid. Se está exprimiendo y asfixiando al sector . Estamos muy desmoralizados porque no vemos el fin de la situación», sentenció.