Diario de Valladolid

Vuelta a la UVa con ‘bastantes dudas’

El rector Antonio Largo llama a la responsabilidad en un curso en el que será «normal que se registren incidencias al principio por las circunstancias especiales» que provoca el Covid

Los alumnos del la facultad de Derecho de la UVa a la entrada de una de las clases presenciales. J.M. LOSTAU

Los alumnos del la facultad de Derecho de la UVa a la entrada de una de las clases presenciales. J.M. LOSTAU

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Aurora Gallego

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Todos los alumnos comentaban cómo fue su clase a la puerta de sus facultades. Una pregunta normal en cualquier curso escolar, pero en éste ese ‘cómo’ se refiere a la modalidad que tuvieron. Los estudiantes de la Universidad de Valladolid  empezaron el nuevo curso que, en general, creen que está «bien organizado» aunque eso no les exime de tener «algo de miedo» y «bastantes dudas». «Realmente he llegado sin saber donde tenía que ir, pensando que llegaba tarde», explicó Marta González, una estudiante de primero de Historia del Arte quien admitió que a las dudas que le causa la nueva etapa se le suman las de las de la evolución de la situación actual. 

El rector, Antonio Largo, visitó junto a la vicerrectora de estudiantes, Cristina de la Rosa, las facultades de Industriales,  Medicina, Filosofía y Letras y Derecho para dar la bienvenida a los alumnos a los que no veían desde hace seis meses. Largo se mostró ilusionado por poder «recuperar el ambiente universitario» y señaló que por el momento todo está «yendo bien» aunque reconoció que es «normal que se registren incidencias» los primeros días. La responsabilidad es una nueva asignatura, y es que el rector apeló a la prudencia y a seguir las normas. 

La UVa apostó desde el primer momento por «una presencialidad segura», lo que obliga a que en grados de clases numerosas, los alumnos se tengan que dividir y adoptar una docencia bimodal que consiste en recibir algunas clases telemáticas y otras presenciales. Los estudiantes de la facultad de Económicas reconocieron que de esta manera pasan de ser 60 alumnos por aula a 30, pero lamentaron que esta semana no podrán dar esas clases porque el campus «se quedó colgado» el viernes y los profesores les han dicho que «las cámaras están fallando». De la Rosa, señaló que el primer día «siempre hay fallos» pero asegura que la semana que viene «todo estará arreglado». 

Los estudiantes saben que será un curso lleno de incertidumbre y algunos se muestran muy seguros de que no durará demasiado la docencia presencial. «En noviembre vamos a estar confinados otra vez», indicó Noelia Lago, alumna de Economía. Otros como Sofía Lobato, de segundo de Medicina, mantienen la esperanza en que se tengan que confinar casos particulares pero que no se tenga que cerrar la facultad. Enma Lobato, una alumna de segundo de Medicina, explicó que en su caso «todo es un caos» porque en un mismo día tiene clases online y presenciales. «La universidad lo ha organizado muy bien pero los departamentos no han hablado entre ellos para pensar en los alumnos».

La principal queja las manifestaron los alumnos de la escuela de Ingeniería. «El jueves nos lo cambiaron, cuatro días antes de empezar. Encima nos coinciden clases de primero y segundo a la misma hora», se queja Jaime Aleixandre. Uno de sus compañeros es Mariano González quien explica que a las 08.00 horas le coincidían dos clases y, tras acudir a una de ellas, tenía que esperar tres horas en la calle hasta la siguiente. Además, otros alumnos como Gabriel Macías y Yolanda Cividanes declararon que en la facultad de IndUva no tienen cafetería ni reprografía porque «está sin construir» y tienen que ir a otras facultades a que les presten estos servicios. 

Una de las novedades son las aulas espejo, clases que se imparten con una ratio reducida y, en otro aula, el resto de alumnos asisten por videollamada a la clase. «Lo peor de las aulas espejo es que no puedes participar», expone Rodrigo Pérez, de segundo de Comercio. Una de las dificultades que encontró este alumno es que con la mascarilla a los profesores no se les entiende bien, un problema que se solucionará con micrófonos. 

Lo único seguro este curso es que las mascarillas, los geles y las marcas en el suelo han venido para quedarse. 

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